6: "Un pasaje momentáneo de dolor"

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Cale había preocupado mucho a su familia, quienes no tenían idea sobre lo sucedido con el príncipe, y llamaron a un sanador.

El sanador les dijo que Cale se había desmayado por mucho estrés y sobrecarga de emociones. El sanador les recomendó que lo dejaran descansar por un tiempo.

Debido a eso, el conde decidió que Cale no asistiera a la ceremonia de coronación del nuevo rey, el cual se llevaría a cabo una semana después. Irónicamente, fue la excusa perfecta de Cale para no asistir. No quería volver a ver al príncipe por un largo tiempo.

Y después del día de la coronación, Cale escuchó los cotilleos sobre lo excelente que había sido la ceremonia, sin embargo también escuchó cosas que lo volvieron a poner en un estado lamentable.

—Dicen que su majestad lucía muy feliz cuando hizo oficial el compromiso con la princesa heredera de Breck.

—Cualquiera estaría feliz de saber que en el futuro tendrá una mujer tan hermosa a su lado.

—Ambos se veían muy bien juntos, fueron hechos el uno para el otro.

Choi Han, quien estaba acompañando a Cale en el jardín de su casa, miraba con cautela el semblante de Cale, temía que su amo volviera a tener una recaída. Si por él fuera, habría corrido a todos esos sirvientes que estaban hablando sobre el nuevo rey.

Afortunadamente, Cale se mantuvo bien durante el día. Pero cuando llegó la noche, se encerró en su oficina y se puso a beber.

Al ver que Cale estaba en un estado de ebriedad más allá de la razón, Choi Han trató de detenerlo de seguir bebiendo.

—Ojalá hubiera sido mujer, así por lo menos sería una opción más viable.

—Cale-nim, debes dejar de beber.

—Yo lo quería pero me dejó.

Choi Han sólo podía observarlo. No quería hablar sobre Alberu. Le dolía ver a Cale tan mal por tener el corazón roto. Su precioso amo no estaba llorando pero sus ojos semi-abiertos parecían querer hacerlo.

—Cale-nim, creo que deberías olvidarte de esa persona, o tal vez conocer a nuevas.

—No hay nadie que me vea de esa manera —Cale lo dijo con una sonrisa apagada.

—Hay gente cerca de ti que daría lo que fuera por recibir un poco de tu amor, en serio, sólo debes buscar, yo...

Pero Choi Han detuvo su charla cuando vio que Cale se había quedado dormido.

Choi Han dejó salir un suspiro mientras se pasaba la mano por la cara. Se sintió tonto porque había estado a punto de decirle a Cale que lo amaba. Él sabía que esa no era la manera correcta de decir una confesión de ese tipo.

Cargó a Cale en sus brazos y con sumo cuidado lo llevó a su habitación.

[...]

Luego de dos semanas, las cosas no parecían mejorar para Cale. El joven amo se la pasaba durmiendo, sólo se levantaba para comer o alguna otra necesidad básica, leía un libro y se volvía dormir. Esa era su rutina diaria, no tenía ganas de hacer nada más. Pero sus conocidos que más se preocupaban por él siempre estaban a su lado.

El pequeño Leo ahora tenía su propia habitación pero casi no la usaba. Le gustaba ir a dormir con Cale en su forma de camaleón. A Cale no parecía molestarle su compañía, incluso le leía un cuento a veces mientras lo sostenía entre sus brazos en su pequeña forma.

Choi Han se la pasaba afuera de la habitación haciendo guardia o dentro de ella, siempre y cuando el espadachín no estuviera entrenando. Aunque a veces también participaba en las conversaciones que tenían su amo y el niño, a Choi Han le gustaba que Cale hablara más.

"Una segunda oportunidad"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora