"Una segunda oportunidad"

8: "Misión encubierta"

El marqués Stan junto a su familia eran muy conocidos dentro de la nobleza.

Por eso no fue para nada extraño que ellos quisieran hacer una fiesta grande en honor al compromiso de su hijo Venion Stan, quien se decía era el siguiente en línea para ocupar el cargo de su padre.

Sin embargo, esa familia tenía tratos con personas de poca monta.

De acuerdo a la información que Ron le había proporcionado a Cale, el marqués Stan había dejado que se capturaran niños bestia dentro de sus tierras sin hacer caso a las denuncias que otros hacían, alegando que no eran humanos.

Además de que recientemente, alguien ajeno a la realeza había contribuido con mucho dinero al marquesado. Cale llegó a la conclusión de que les estaban pagando por mantenerse callados.

Pero Cale quería averiguar la razón por la que una familia conocida y con dinero, habría aceptado hacer un trato así y arriesgarse a ser descubiertos como traidores.

Por eso le dijo a su padre que él iría a la fiesta del marqués Stan en representación de la casa Henituse. Cale averiguaría las razones detrás de todo y de paso expondría a esa familia.

—Muy bien, ya estamos los tres aquí.

Cale se encontraba observando las puertas de la entrada que iba al salón del evento. Choi Han estaba a su lado.

—Me voy a esconder dentro de la capa de Choi Han.

El pequeño camaleón que había estado sobre el hombro de Cale, saltó hacia Choi Han y se escondió en un bolsillo que estaba oculto por la ropa del caballero.

Aunque Cale había dicho que se pondrían trajes discretos para no llamar la atención, el mayordomo Ron había escogido un traje muy elegante para Cale que se ceñía muy bien a su figura esbelta. Tanto el saco como el pantalón eran de un tono verde oscuro que hacía un buen juego con el pelo rojo sangre de Cale.

—Choi Han, como supuse, no hay mejor color para ti que el negro, tus buenas facciones resaltan más así.

Por su parte, el traje de Choi Han había sido seleccionado por Cale al final. Después de escuchar de la boca del espadachín, que sólo usaría su uniforme tradicional de caballero, Cale no se pudo quedar de brazos cruzados.

El traje que eligió era sencillo y solo constaba de un pantalón negro junto a una camisa del mismo color y un chaleco gris oscuro. Pero lo que le daba un toque más fresco y fino era la media capa oscura, el cual tenía los bordes de color blanco. Cale estaba satisfecho con su elección.

Choi Han se preguntó si el concepto de discreto para Cale era diferente al suyo pero prefirió seguir sus órdenes.

—Si Cale-nim lo dice, debe ser cierto.

En realidad, Choi Han no se sentía muy cómodo vistiendo de esa manera, sentía que no podía hacer los mismos movimientos que con su ropa habitual y también le faltaba más protección.

Cale se había dado cuenta de su incomodidad y por eso le estaba dando cumplidos para animarlo.

—Por supuesto, ya eres guapo y la ropa sólo es un complemento que lo resalta.

—Cale-nim, si hablamos de buenos rostros que resaltan con buena ropa, entonces no importa lo que portes, tú siempre te verás hermoso —dijo de manera natural, más que un halago fue una afirmación y por eso no dudó en decirlo.

Cale de repente se sintió avergonzado. Hace tiempo que no había recibido una alabanza a su belleza de manera tan directa. Y el rostro serio e inocente del espadachín sólo lo hacía sentir más apenado.