2.

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Atenea Morgan.

Me acoste con el Boss de la mafia rusa.

Salí rápidamente de la la cama comencé a colocarme mi vestido, agarre mi cartera, y comencé a buscar mis bragas. ¿Donde mierda estaban?.

El solo se acomodo mejor en la cama, colocó sus manos detrás de su cabeza, y me miraba con diversión ¿Esto le parecía divertido?. Maldito psicopata.

-Si busca tu bragas las rompí anoche- Su voz sonó gruesa de esas que te hacen mojar las bragas. Habría mojado las mías en este momento, pero no llevaba.

Deje los pensamientos malignos a un lado y me dispuse a salir de la habitación hasta que lo escuche volver hablar.

-No corras Ved'ma, porque te encontrare a donde seas que valla- y salir casi corriendo de la habitación.

Al bajar encontré un taxi y le di la dirección a casa de Chris. Iría a mi Pent-House, pero Christhoper me había quitado las llaves para que no lograra entrar. Forzaría la cerradura, no sería difícil ya que soy un soldado de alto rango, pero todo la seguridad sabía que tenía prohibido entrar al lugar.

Al llegar subí al Pent-House. Necesitaba un baño y necesitaba pensar en lo qué pasó.

Al entrar no había nadie rondando eran las 6:00 am así que supongo que están durmiendo o follando.

Camine a mi habitación, con los tacos en mano para no hacer ruido. Está apunto de abrir la puerta de mi habitación hasta que lo escuché.

-¿Donde estabas?- Su tono fue más frío de lo normal. Bien alguien estaba enojado.

Murmuré un "mierda" bajito, prepare mi mejor cara, con una sonrisa angelical y me volteé.

-Bueno días Christhoper ¿Como amaneciste querido?- Pregunte en un tono amable más falso que las extensiones de Ángela.

-¿Porque no contestaste ninguna de mis llamada?.

-No oí mi teléfono- La verdad es que ni lo había revisado- y cálmate un poco, pareces histérico.

-No estoy histéricos, solo que ese psicopata de Antony está suelto y más que nunca tengo que cuidar de ti, de Rachel y de los gemelos.

-Tranquilo. Además no necesito que me cuides, estoy grande y sé muy bien defenderme- Me di la vuelta para irme entendí su preocupación, pero no dejaría que controlara mi vida- Y antes de que pregunte estaba con alguien que me follo de maravillas anoche.

Y sin más me retire a mi habitación. No recordaba na de lo qué pasó anoche, pero mi entrepierna está adolorida.

Me despoje de mi ropa y entré a la ducha. El agua caliente corría por mi cuerpo. Estaba más relajada hasta que todos los recuerdos llegaron a mi mente.

Abrió la puerta del la habitación de hotel como pudo mientras me besaba y mi manos entrelazadas en su cuello.

En el momento que logró abrir la puerta se agachó, tomo mis muslos y me subió a su cadera. Enrede mis manos en su cabellera.

Cerró la puerta con el pie para tirarme a la cama y después tirarse encima de mi. Comenzó a dejar besos por mi cuello y clavícula mientras mis manos recorrían lo que estaba a mi alcance de su cuerpo.

Su besos comenzaron a sacarme pequeños gemidos. Rápidamente comenzó a sacar mi vestido teniendo yo que levantarme un poco para que pudiera sacarlo por completo dejando ver la lencería negra que llevaba debajo.

-En cuatro- Acate rápidamente su orden. Minutos después se encontraba delante de mi, bajando sus bóxer.

Quede sorprendida al ver lo que escondía debajo de este. ¡Joder! Era gigante.

Puso la punta en mis labios, entendí rápidamente lo que quería hacer. Puse mi mano en su polla masajeándola de arriba a abajo, para después entrarla a mi boca.

Mordí ligeramente la punta de su polla, haciéndolo gruñir. Entre su polla hasta el fondo de mi garganta, no entro todo. Era imposible entrarme esa tremenda cosa entera sin ahogarme.

Agarro mi cabeza haciendo un moño desordenado,follado mi boca más rápido. Mire hacia arriba viéndolo gruñir con la cabeza hacia atrás. Estaba a punto de venirse, pero detuvo mis movimientos.

-Aún no.

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Error/ Ilenko RomanovDonde viven las historias. Descúbrelo ahora