Error/ Ilenko Romanov

4.

Atenea Morgan

Sus embestidas eran rápidas, fuertes y profundas. Enteré mis uñas en su espalda, sintiendo el placer que me brindaba.

-Ilenko- Gemí mientras sus embestidas se volvía cada vez más rápidas- Ahh.

Lágrimas comenzaron a caer de mis ojos, el placer era demasiado.

-Joder, que rico- Gemí sin ningún pudor. Podía sentir como me faltaba poco para llegar a mi límite y mi llanto aumento.

Desperté a mitad de la noche con la respiración irregular. Mi pecho subía y bajaba y sentí un cosquilleo en mi vientre bajo.

Joder, había tenido un sueño erotico con ese mafioso de mierda.

Sentí la humedad en mis piernas. Decidí bajar mi manos a mis parte y tocarme. Hacia semana que no follaba. Estaba estresada y mi mente se debatía entre que debía hacer con el estupido mafioso que me acosaba.

Toque mi botín de placer haciéndome soltar un gemido, pero de un momento a otro pensé en Ilenko.

Sus manos recorrían todo mi cuerpo, sus embestidas eran salvajes, me estaba dando el mejor placer que me habían hecho sentir en toda mi vida.

Solté un gemido de frustración al ver que necesitaba más que mis manos. No podía pedírselo a Parker ya que ahora jugaba a la familia feliz, no iba a follar con cualquiera que se me pasara por el frente, así que me tocó llamar a mi última opción....

-Hola- Escuche su voz ronca a través de la otra línea.

-Müller- Dije - ¿Nos podemos ver?.

-Estoy en Rusia- Informó.

-No me importa.

-¿Viajaras 3 horas en Jet solo para que te folle?.

-Estás en lo correcto.

Conocía a Maximilian desde hace años. Nos conocimos en una fiesta de beneficencia, después de un rato de hablar follamos en el baño.

Después de varios meses seguimos en contacto sorprendiéndome lo mucho que teníamos en común.

Fue un gran apoyo para mi cuando todo se fue a la mierda, intentamos algo más, pero lamentablemente no funcionó.

Ahora se podría decir que somos besties que se follan cuando lo necesitan. Sin dudas una gran amistad.

(...)

-¿Como van las cosas con Atenea?- Pregunté con la respiración agitada.

-Ya te dije que no somos nada- Dijo Maxi mientras se levantaba totalmente desnudo para servirse un vaso de whisky.

-Es la única mujer con la que has repetido, aparte de mí claramente. Ahora que lo pienso ¿Tienes algún fetiche con las que nos llamamos Atenea?

-Tal vez- Dijo divertido. Mientras se sentaba en la cama y yo me ponía de lado para poder mirarlo a la cara.

-¿Como van las cosa con Parker?.

-Dejamos lo que sea que teníamos.

-¿Me buscaste para follar solo porque Parker te dejo?

-¿Te das cuenta que parecemos dos viejas chismosas?- Dije riendo sacándole una risa ronca a su paso- Y respondiendo a tu pregunta. No- Estire mi mano hacia la mesa para tocar la caja de cigarros junto al encendedor que se encontraba en el mismo lugar. Antes de que pudiera encender el primero Maximilian me detuvo tomando mis muñecas.

-Pensé que lo habías dejado.

-Yo también pensé lo mismo- Llevé el primero a mi boca, votando el humo hacia arriba- Me acoste con Ilenko Romanov.

Él no mostró ninguna expresión, simplemente se quedó mirándome como si fuera la cosa más interesante del mundo. De repente se comenzó a reír y yo lo miré raro.

-Muy buena broma. Por poco me la creo.

-Maximilian, no es broma- Dije haciendo que su risa cesara.

-¿Que?- Preguntó atónico- Tu hermano se va a volver loco cuando lo sepa y te encerrará mientras vida tengas. Sabes que no te juzgaré ¿Verdad?- Asentí- ¿Me quieres contarme qué pasó?.

Asentí con un pequeño puchero, poniendo mi cabezas en sus piernas. Era una de las pocas personas que sacaban mi niña interna.

(...)

Sentí como me movían el brazo, pero decidí no tomarle atención. Me sentía demasiado cansada.

-Ate.... Atenea- Escuche a Maxi llamarme.

-¿Que quieres?- Pregunte irritada me limite a responder sin siquiera moverme.

-Tu padre me acaba de llamar. Tus sobrinos han nacido.

-Mierda- Solté dejando atrás todo el cansancio y el sueño.

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Holaaaaa.