Prólogo

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La habitación estaba sumida en un silencio sepulcral. Nadie hablaba. Nadie tenía la capacidad de generar palabras. Estaban demasiado concentrados en Kang Seulgi. La persona que tenía el valor para llevar ese caso.

—Como todos saben, este trabajo tomará tiempo. Mucho tiempo. Estos hijos de puta son extremadamente buenos en lo que hacen. Ya tenemos a Jisoo infiltrada, pero hace falta alguien más.

Todos los jóvenes detectives tomaban nota de las palabras de la mujer implacable. Algunos emocionados, otros nerviosos. Las feromonas de los omega estaban a flor de piel. Ya no se sentían los diversos aromas suaves y relajados. El miedo entre ellos era real.

—Park Jung-Ki. Es el patriarca de la familia. No tenemos ninguna información de él. Ni siquiera sabemos cuántos años tiene, y tampoco sabemos si tiene hijos o esposa. Este hombre es el líder del narcotráfico y del tráfico de armas en todo el continente y parte de Europa oriental. No sabemos que otros negocios posee.

—Pero creemos que también tiene relación con el tráfico de omegas, niños y mujeres. Un mafioso jamás se conforma con poco, y lamentablemente, la prostitución, deja mucho dinero. Esta familia se remonta a los años cincuenta o eso calculamos. Imaginen lo poderosos que son —Bae Irene ingresó a la sala de reuniones, junto a una tímida omega— Ella es la hija de nuestro mejor detective.

Todas las miradas fueron hasta la castaña de pálida piel. Jennie Kim era una joven omega de diecinueve años. Una completa novata en el mundo de los detectives.

—Es un placer conocerla, señorita Kim.

Kang Seulgi apuntó a una de las sillas frente a la mesa, y con nerviosismo, la chica caminó hasta ella, para sentarse frente al resto de detectives.

—Asumiré que tiene mucho interés en esta familia ¿No es así?

—S-sí. Un poco.

—Le estaba explicando lo muy difícil que es encontrar información de estas personas. Prácticamente, son fantasmas, que dejan pocas cosas a su paso. Si tuviéramos una noción del poder que tienen, todo sería más fácil. Atrapar a estas personas no será trabajo sencillo.

—Jefa ¿Puedo hacerle una pregunta?

Uno de los pocos alfas del lugar, levantó la mano, y se atrevió a soltar las palabras que lo atormentaban desde que empezó la reunión.

—Lo escucho.

—¿Enviaría a un omega a esa casa? Por lo que sabemos, la familia Park es peligrosa. No quiero desmerecer a mis compañeros omegas, pero sería peligroso para ellos si se encuentran en ese lugar. Si la familia efectivamente está ligada al tráfico de omegas, podrían llevárselos.

Seulgi le mostró una sonrisa al chico, mientras negaba con la cabeza. Tendría que volver a explicar las cosas por personas como él.

—¿Alguien podría responderle a su compañero?

Ninguna persona deseaba quedar en vergüenza, menos en frente de la persona que llevaría el caso hasta el último punto. Si los alfas no deseaban responderle a ese chico, los omegas estaban más que aterrados, y algunos, comenzaban a gemir involuntariamente.

La mirada de Seulgi cayó en la última persona que se había unido a la reunión. Jennie estaba anotando la información de la presentación en una pequeña agenda.

—Jennie, ¿sabes lo que queremos hacer?

La omega quedó paralizada unos segundos, mientras buscaba algún tipo de respuesta correcta en su mente. Miró a Irene pidiendo prácticamente, permiso para hablar, a lo que su amiga, asintió con la cabeza. Carraspeo ligeramente antes de hablar y su postura se tensó bastante.

𝑰𝒏𝒇𝒊𝒍𝒕𝒓𝒂𝒅𝒂 - 𝑪𝒉𝒂𝒆𝒏𝒏𝒊𝒆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora