Capítulo 15

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¿Cómo podía definir Jennie el viaje a Barcelona? Perfecto. Nunca había hecho demasiados viajes en su vida, pero ese, había sido totalmente perfecto.

El lugar, las personas, la comida, el ambiente, el clima, pero sobre todo, estaba Roseanne. Era lo mejor que le había sucedido en su viaje. Las dos semanas en el hotel, y los cuatro días en la casa a orillas del mar.

Tenerla a su lado, estaba transformándose en un placer incalculable. Le gustaba estar junto a Roseanne. Todo encajaba gracias a la presencia de la alfa. Todo era más mágico, más irreal, más perfecto. Si fuera por Jennie, pasaría una vida completa a su lado. Con sus risas jocosas, o sus silencios profundos y cómodos.

Estaban en el avión, de vuelta a Seúl. Las posiciones en el avión eran bastante parecidas a las de la idea, sólo que esa vez, tenía a Kim Jisoo junto a Lisa. Era la segunda vez que se veían desde que la omega había ingresado a la casa de encubierta.

Sentía la mirada de Jisoo fija en ella, sobre todo en la mano de Roseanne que descansaba de manera posesiva en su muslo. Estaba nerviosa, y Roseanne podía notarlo en el ambiente. La alfa deseaba tranquilizar a Jennie, comenzaba a desesperarse por la actitud de la omega. Quería saber el motivo de sus nervios.

Volvió a temblar en su lugar, y suspiró pesado. No era fácil tener la mirada de Jisoo fija en ella. Si las miradas matasen, Jennie estaría más que muerta. La persona que trabajaba con ella, la había encontrado con Roseanne compartiendo un beso. Sabía la relación entre ambas, y podría dar aviso a la academia. Ese era el miedo más grande de Jennie. Jisoo podría hablar en cualquier momento.

—¿Qué pasa?

—Los vuelos no son lo mío.

Mintió, intentando darle seguridad a Roseanne. Sabía que sería difícil dejarla tranquila, pero debía hacer su mejor esfuerzo por ocultar sus nervios.

—¿Necesitas algo? ¿Quieres un té?

No pudo evitar soltar una sonrisa ante su preocupación, y se aferró a su brazo. Cerró los ojos, y aspiró el aroma familiar, que la hacía sentir segura, tranquila, relajada, confiada. Era como estar en casa.

El resto del vuelo, Jennie no hizo ningún esfuerzo por intentar ignorar la mirada filosa de Jisoo, y comenzó a dejarse llevar por Roseanne. La mayor, se había dedicado a repartir besos contra su coronilla, y a mantenerla segura entre sus brazos.

Volver a pisar la capital del país, era un gran regreso. Se sentía bien volver a casa. Habían varios vehículos esperando por la familia. Jihyo y Jung-Ki abordaron una camioneta, que los llevaba a una junta, o eso escuchó por parte de Yeri y Jisoo.

—Roseanne —Mina llamó la atención de su hermana, que estaba concentrada en la omega a su lado— Tenemos que irnos.

—¿Te vas?

Jennie no quería sonar triste, pero realmente deseaba estar por ese día con Roseanne. Habían vuelto de un largo viaje, y pensar que se iría, le dolía. Claro que le dolía, y mucho.

—Reunión de imprevisto. Prometo que será corto.

—¿Es una promesa en vano?

—No. Será cortó. Lo prometo.

A pesar de estar siendo vistas por muchas personas conocidas y desconocidas, la omega no pudo evitar aferrarse al cuerpo de Roseanne. Deseaba retenerla a su lado, pero no podía. Sabía que no podía, aunque lo deseara con todas sus fuerzas.

Roseanne aferró sus manos a la cintura de Jennie, y la pegó a su cuerpo. Ese contacto entre ambas ya era completamente familiar. Habían pasado horas abrazadas.

𝑰𝒏𝒇𝒊𝒍𝒕𝒓𝒂𝒅𝒂 - 𝑪𝒉𝒂𝒆𝒏𝒏𝒊𝒆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora