Capítulo 7

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La noche fue una tortura para Jennie. No pudo conciliar el sueño de ninguna manera. Estaba agotada, pero no podía dormir.

Había tenido una larga conversación consigo misma. Había llegado a varias conclusiones que no esperaba. La primera, tenía que ver con los problemas entre Ji-hu y Roseanne. Deseaba saber hasta el último detalle de esa historia que no le habían contado. La segunda, se relacionaba con la decisión que tendría que tomar con respecto a su estadía en esa casa. No podía seguir allí. Y la tercera, y la más dolorosa, Park Roseanne, era su alfa. Su pareja predestinada, y no sabía cómo actuar frente a eso.

La persona que se supone que debería amar eternamente, era una alfa, perteneciente a la familia que mató a su padre. Ella estaba en esa casa, para investigarlos, y sacarles toda la información que pudiera. Su propósito era ganarse su confianza, y utilizar toda esa información para hacerlos pagar por todos los crímenes que habían cometido.

Jennie aún tenía esa pequeña convicción de hacerlos pagar, pero a pesar de tener información que podría utilizar a su favor, no había escrito nada en su agenda. Nada de nada, desde hace dos días.

No quería perder el horizonte. No podía perder la cordura por los sentimientos. No podía.

Levantó su cuerpo del suelo, y fue hasta el baño. Necesitaba una ducha larga y tranquila. Un minuto para relajarse. Su reflejo en el espejo, le mostraba sus ojos hinchados y enrojecidos, y también, dos notables ojeras. Se veía fatal, y se sentía fatal.

Se desprendió de todas las prendas, para pararse debajo del chorro de agua. Estaba tibia, pero Jennie sentía frío, a pesar de que no hiciera. Sentía un frío que no podía controlar con nada.

Su vista estaba perdida en los azulejos del baño. Trazaba figuras sin sentido entre todos esos colores y formas. Era una manera de mantener su mente tranquila.

Al terminar, después de muchos minutos observando a la nada, se vistió con los más cómodo que había encontrado entre sus cosas. Quería salir de allí, pero Lisa había sido totalmente clara con sus palabras. Jennie no podía salir hasta que alguien fuera por ella. Ni siquiera tenía sus llaves, para escapar. Estaba atrapada.

La omega deseaba volver a su casa, junto a Irene, o retroceder el tiempo, y no haber aceptado aquella oferta. Llegar a casa de la familia Park, había sido un completo error. Un error que estaba pagando caro.

Jisoo nunca había comentado sobre Roseanne, o Mina, o Jihyo. Jennie estaba segura de que estaba consciente de la existencia de esas personas, pero a pesar de llevar muchos meses en la casa, no había entregado esa información. Tenía muchas dudas con respecto a la posición de Jisoo en esa casa. ¿Por qué no era honesta? ¿Por qué no decía la verdad? ¿Qué la detenía?

La omega era atacada por muchas preguntas, y la única persona capaz de responderle, no estaba allí, y tampoco sabía cuándo volvería. Más y más problemas.

Caminó hasta la puerta de la habitación, y al igual que había intentado durante toda la noche, forzó la puerta, pero nada, seguiría atrapada.

Aunque no quisiera admitirlo a viva voz, estaba aterrada, pero no por su vida. Roseanne se ganó un problema por su culpa. Podría haber obedecido a Ji-hu, e ir con él a esa cena. Tal vez hubieran hablado un poco, y terminaría en medio de una habitación de hotel junto a él, pero de sólo pensar en esa idea, su corazón dolía. No lo quería, no lo deseaba, y jamás saldría con él bajo su propia voluntad.

Eran más de las tres de la tarde, y Jennie seguía en su habitación. Ningún ruido la alertaba, y parecía estar completamente sola en esa casa, pero no lo estaba. Muchas personas iban y venían, entre ellas, una nerviosa beta, que no había podido conciliar el sueño en toda la noche.

𝑰𝒏𝒇𝒊𝒍𝒕𝒓𝒂𝒅𝒂 - 𝑪𝒉𝒂𝒆𝒏𝒏𝒊𝒆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora