Aquellas palabras paralizaron completamente a Roseanne. No sabía si era parte de sus mejores sueños, o de sus peores pesadillas.
Había soñado muchas veces con Jennie diciéndole aquellas palabras, pero escucharlo directamente, no sabía si tomarlo bien o mal.
Tenía un gran problema encima.
—¿Q-qué?
Se atrevió a preguntar después de varios minutos en silencio, con Jennie respirando contra su cuello, no era una tarea fácil de responder. Había perdido cierta habilidad del control de sus propios actos.
—Que te amo, boba.
Alejó ligeramente el cuerpo de la omega, ganándose una mirada de tristeza de su parte. Ella era una fracasada totalmente. No sabía cómo actuar, ni lo que hacer. Esos meses en distancia de Jennie, le estaban pensando demasiado.
Le pesaba haberle causado mucho daño. Le pesaba no ser la alfa ideal. Le pesaba el hecho de no sentirse digna de una persona como Jennie.
¿Por qué decidiría estar con ella después de todo el daño que le causó?
Jennie sintió el rechazo directamente, y no pudo evitar fruncir el ceño ante la actitud de Roseanne. Estaba pegada en las baldosas de cerámica de la pared justo al lado de ella.
Jennie continúa con su idiotez. Punto para Jennie.
—Yo... Yo no soy suficiente...no soy suficiente para ti. No después de lo que hice.
La omega comprendió el trasfondo de ese actuar por parte de Roseanne, y suspiró con alivio. Era más fácil que se expresara de esa manera, antes que aguantar el silencio eterno.
—Lo eres. Me lo demostraste por muchas semanas. Y te escogí a ti. No puedes escapar de esto.
—No quiero hacerlo, pero...
Agachó su rostro, quitando la mirada de encima de Jennie, para concentrarse en el suelo. Le costaba decir aquellas palabras. Le costaban muchas cosas, en especial, esas.
—¿Me amas?
Asintió al instante, sintiéndose una completa fracasada en la vida. La culpabilidad de sus acciones, nunca la dejarían vivir tranquila.
Casi había perdido al amor de su vida, por la terquedad. Casi lo perdió todo aquel día, y nunca olvidaría esa sensación en su pecho. Era la culpa, que la atacaba todos los días, al observar lo que había hecho con Jennie. Si la bala no la mataba, terminaría haciéndolo ella.
—Roseanne, eres todo lo que puedo desear. Siempre lo fuiste, y estoy más que segura de querer compartir mi vida contigo —aclaró despacio, atrapando las suaves y firmes manos de la alfa. Roseanne estuvo a punto de reclamar ante esas palabras, pero Jennie colocó su dedo sobre los labios de la contraria— Quiero estar contigo...
Ella también deseaba estar con Jennie. Lo deseaba más que nada en ese mundo, pero la idea de volver a hacerle daño, no la dejaba tranquila.
—Te amo.
Retiró suavemente la mano de la omega, para tomarla entre sus brazos, y devolver aquel abrazo que tanta falta le hacía. No pudo evitar olfatear el cuello de la omega, y sin querer, paso sus labios por la zona, provocando una corriente automática en Jennie.
—Quiero que lo hagas.
Recordó las palabras iniciales de la omega, y un vacío violento se creó en su estómago. Aquel sentimiento, muy pocas veces lo experimentaba.
—¿Qué cosa?
Esperó una respuesta verbal por parte de Jennie, pero a diferencia de lo que pensaba, simplemente negó con la cabeza, para sacarla del baño, y llevarla hasta quedar frente a la gran cama.

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𝑰𝒏𝒇𝒊𝒍𝒕𝒓𝒂𝒅𝒂 - 𝑪𝒉𝒂𝒆𝒏𝒏𝒊𝒆
FanfictionDonde Jennie Kim se infiltra en una casa con la ayuda de una compañera de trabajo, y termina completamente perdiendo la cabeza por una alfa. O Donde Roseanne Park encuentra a una omega, la cual roba su corazón al instante, causando un sinfín de se...