y yo seguía sin estar excitado. Suspiré, cerré los ojos y traté de
concentrarme. No había manera de que pensará que no me podía
excitar.
Inmediatamente mi mente voló hacia _____ y la noche
anterior cuando se sacó el sostén. No estoy seguro de por qué esa
imagen se alojaba en mi cabeza. Ella había hecho lo mismo muchas
veces, pero nunca antes había puesto atención al rebote de su pecho,
o la forma en que su duro pezón se apretaba. Gemí y me moví como si
finalmente estuviera excitado. Sabía que Lily se encontraba satisfecha
porque aumento sus acciones y empezó a mordisquear la punta de mi
pene.
Me sentí menos excitado cuando pensé en Lily. Fruncí el ceño. No
estaba seguro de porque no sentía a Lily y su chupada. Era caliente, de
una manera indescriptible. Nada de eso me había preocupado antes.
No salía con todas esas chicas porque quería algo de ellas. Todo lo que
me importaba era pasar un buen rato. Yo no era como _____. No
creía en el amor verdadero. En las almas gemelas. Era una tonta por
creer esa mierda. No podía creer que estuviera guardándose para el
matrimonio. Chica estúpida. Una imagen de ella acostada en una cama,
desnuda y esperando a que su esposo tomara su virginidad llenó mi
mente y sentí una especie de celos en mi estómago. Luego recordé sus
piernas envueltas entre las mías, tan suaves. Mierda, era sexy. Me permití
imaginar que era _____ la que me chupaba sólo por un breve
segundo. Me sentí excitado otra vez, pero esta vez, pude sentir el calor
de mi cuerpo aumentando. Recordé la imagen de _____ y agarré
el pelo de Lily, imaginando que tiraba los sedosos mechones cafés de
_____. ¡Mierda! Me recosté contra la silla e intenté reprimir un
gemido. Me iba a venir. Sentí los labios de Lily moviéndose furiosamente
de un lado para otro e imaginé a _____ mirándome con sus ojos
cafés mientras chupaba mi pene. No lo pude resistir más. Exploté en la
boca de Lily y jalé duro su cabello. Abrí los ojos lentamente, sintiéndome
culpable y avergonzado de mí mismo. No podía creer que pensé en
_____ para tener que venirme. Me encontraba enojado y
rápidamente cerré mi cremallera mientras Lily se movía
apresuradamente debajo de la mesa hacia la silla.
—El desayuno ha sido bueno hasta ahora. —Lamió sus labios y
alcanzó mi brazo. La miré con desagrado y me alejé de ella. Mirar su
cara disminuía mi excitación. No se dio cuenta que yo había estado
pensando en alguien más mientras se encontraba debajo de la mesa.
—Creo que voy a pedir un omelette para el segundo plato. —Se