—Quería mostrarte cómo besa un hombre de verdad, para que
tengas un gran beso con qué comparar.
—Entiendo. —Frunció el ceño—. No sé por qué hiciste eso.
—Estaba jugando. —Salté de la cama y le sonreí como si no fuera
nada.
—No puedes simplemente hacer eso. —Se puso de pie lentamente.
—Lo siento, era una broma.
—Entiendo. —Tocó sus labios cautelosamente y tenía una expresión
aturdida en su cara. —¿Qué pensaste del beso? —le pregunté suavemente, incapaz de
resistirme.
—He tenido mejores. —Sonrió y la vi mientras salía del cuarto. ¡Mejor
mi trasero! pensé mientras salía detrás de ella. Tenía suerte de que fuera
mi amiga o habría tenido que retroceder unos segundos para mostrarle
que no había nadie mejor que yo.
—Entonces, ¿quién está listo para algo de béisbol? —Entré al patio y
flexioné mis músculos como si no acabara de besar a ________ y lo
hubiera disfrutado.
—Empecemos la fiesta. —Jack me contestó y sonreí.
—Ganadores contra Perdedores, bebé. —Corrí hacia él y levanté las
manos para que me lanzará la pelota.
—¿Dónde has estado? —Me miró con curiosidad.
—En ninguna parte. —Reí, sintiéndome culpable y miré hacia
________ quien se ataba sus zapatos. Me volteé y fingí que no
acababa de exceder mi límite. Solo fue por diversión. No significaba
nada para ninguno de nosotros. Solo era un beso. Nada más y nada
menos.
—Elliott. —La voz de Penelope era alta y feliz. Alcé la vista y miré a
Elliott mientras hacía su camino en el patio. Por supuesto que le gustaría.
Fruncí el ceño mientras veía a ________ caminando hacia él con
Penelope. Ambas le sonreían ampliamente y sentí mi cara ponerse
caliente.
—Hola chicos. —Elliott nos saludó a todos y me dio una corta sonrisa
cuando nuestros ojos se conectaron. Mis ojos se entrecerraron cuando
lo vi y me volteé sin saludarlo.
—Idiota —murmuré en voz baja.
—¿Qué? —preguntó Jake con curiosidad.
—Nada. —Negué con la cabeza y miré de nuevo hacia ________
y Elliott. Sentí mi rostro calentarse mientras lo veía dándole un ramo de
flores—. ¿En serio? —murmuré en voz baja sintiéndome enojado—. Qué adulador —murmuré. ¿Por qué le traía flores? Realmente trataba de
jugar una mano fuerte. Observé mientras ________ sonreía y le daba
un beso en la mejilla después de tomar las flores. Se veía feliz y
complacida; y fruncí el ceño ante su expresión. ¿De verdad se creía
esta mierda?
—¿Están listos para jugar, chicos o vamos a estar al sol todo el día?
—grité y vi a Penelope girar hacia mí con una engreída sonrisa.
—Estamos listos. —Me dio una mirada y luego se volteó hacia Elliott.
—________ —le grité—. ¿Podemos empezar el juego?
—Sí, Justin. —Se alejó de Elliott—. Déjame ir a poner estas flores en un
florero. Volveré pronto.
—Voy a beber algo. —Me volví hacia Jake y seguí a ________
dentro de la casa.
—Espera. —Corrí tras ella.
—¿Qué pasa? —Se volvió hacia mí con una pequeña sonrisa.
—Sólo quería otra bebida antes del juego. No puedo esperar a
patearles el trasero.
—Está bien. —Asintió y se dio la vuelta alejándose.
—También, sobre hace rato. No significaba nada. Sólo jugaba.
—Está bien —murmuró y vi su rostro sonrojarse.
—Sé que soy un idiota —intenté bromear sobre eso—. Sólo estaba
siendo tonto.
—Está bien, Justin. —Suspiró—. Oye Nanna, ¿tienes algún florero?
Elliott me dio éstas flores peonias.
—Oh que lindo, por supuesto querida. —Nanna se apresuró con un
florero alto—. Qué atento de su parte. —Se inclinó y las olió.
—Con cuidado, Nanna, no quieres una abeja en ti —murmuré.
—Oh, Justin. —Me sonrió gentilmente, sus ojos centellando—. Huelen
maravilloso, querida. —Frotó el hombro de ________—. Tendré que
sentarme y tener una larga charla con él después.
—¿Charla sobre qué? —Le fruncí el ceño. —Sus intenciones con mi nieta —replicó rápidamente.
—Nanna, no —gimió ______ y pude ver su rostro ponerse rojo otra
vez.
—¿No es un poco rápido para eso? —Caminé hacia el refrigerador y
lo abrí lentamente, empezando a sentirme agitado.
—Nunca es demasiado temprano para descubrir las intenciones de
un hombre. —La voz de Nanna era suave—. Si va enserio contigo, es
importante que sepa que tienes una familia que está cuidándote.
—Nanna, apenas empezamos a salir. —La voz de era
débil—. No le digas nada.
—¿Decirle nada a quién? —bramó el señor O’Hara mientras él y la
señora O’Hara entraban a la casa con algunas bolsas de las compras—.
¿Tú y Justin ya están saliendo finalmente? —Sonrió mientras dejaba caer
las bolsas al piso—. Aquí vamos mamá. —Besó a su madre en la mejilla.
—Papá. —________ rodó sus ojos—. Sabes que Justin y yo no
estamos saliendo.
—Lo que dijo. —Le di al señor O’Hara una rápida sonrisa mientras él
me daba un rápido abrazo.
—Es bueno verte, Justin. No te hemos visto en un par de semanas. —
Me palmeó la espalda y retrocedió mientras la señora O’Hara me daba
un abrazo.
—Debes venir a cenar la próxima semana, Justin. Queremos
escuchar cómo te fue en los finales.
—Estuvieron bien. —Hice una mueca.
—¿Y cómo está tu papá? —me preguntó suavemente y me
inspeccionó con un rostro interesado.
—Igual que siempre. —Me encogí de hombros.
—Te ves muy apuesto, Justin. —La señora O’Hara pasó sus dedos por
mis hombros—. Todo un hombre apuesto, has crecido para serlo.
—¿Sorprendida? —dije y me eché a reír.
—Siempre supe que serías un hombre apuesto. —Sacudió su cabeza
y me sonrió dulcemente—. Incluso cuando eras un niño problemático. —Eso hicimos. —Asintió el señor O’Hara—. Siempre nos preocupamos
sobre lo que iba a pasar cuando tú y ______ fueran adolescentes.
Pensamos que tendríamos que prohibirles verse.
—Papá. —________ rodó sus ojos y me dio una pequeña sonrisa.
—Pero no tuvimos nada de qué preocuparnos. —La señora O’Hara
palmeó el hombro de su esposo—. Ustedes dos siempre han sido tan
buenos. Casi olvidamos que eran amigos de sexos opuestos.
—Casi. —Su esposo rió—. Casi no permito que tuvieran pijamadas
una vez que llegaron a la pubertad.
—Aún tenemos pijamadas, papá. —________ hizo una mueca.
—Con la puerta abierta. —Su papá rió—. Y confía en mí, no quería
que las tuvieras.
—Hemos sido amigos desde que éramos niños, papá. —________
rodó sus ojos—. Nada pasó.
—Lo sé. —El señor O’Hara me sonrió—. Le agradezco a Dios por que
Justin sea un caballero.
—Gracias, señor. —Le sonreí de vuelta.
—Aunque, no estoy seguro por qué ninguno de ustedes ha salido. —
Nos miró con curiosidad—. ¿Uno de ustedes es gay?
—¡Papá! —exclamó ________ y la señora O’Hara rodó sus ojos.
—Vamos, Hank. —Tomó el brazo de su esposo—. Vamos a ver a Jake
y a los otros, mientras la abuela termina de cocinar.
—¿Qué dije? —Rió mientras salían de la cocina.
—Papá es demasiado… —________ sacudió su cabeza y le habló
a Nanna—. Espero que no le diga nada loco a Elliott. —Mordió su labio
inferior—. De hecho, creo que mejor me voy afuera y me aseguro de
que no le pregunte cuándo va a proponerse o algo loco. —Se apresuró
a salir de la cocina y la miré irse, antes de ver a Nanna.
—¿Qué? —Fruncí el ceño cuando me di cuenta de que se había
quedado observándome. —Normalmente no me gusta involucrarme en los asuntos de otras
personas. —Caminó hacia mí y levanto la mirada hacia mí con una
expresión seria.
—¿Qué quieres decir? —La observé de vuelta con una expresión
desconcertada. ¿Qué pasaba aquí?
—________ y tú han sido mejores amigos por un largo tiempo —
dijo en voz baja y me pasó un plato de brownies.
—¿Pensé que teníamos que esperar hasta más tarde para comer un
brownie? —Le sonreí mientras tomaba uno del plato.
—Voy a dejar que te comas uno ahora. —Sonrió y se sentó en la
mesa y palmeó la silla junto a ella.
—Gracias, Nanna. —Sonreí y tomé asiento—. Así que, ¿de qué
quieres hablar?
—Elliott parece un buen chico —empezó y fruncí el ceño.
—Me parece bien. —Me encogí de hombros y di un gran mordisco
al brownie.
—Realmente parece gustarle ________.
—Eso creo —murmuré sin entusiasmo.
—________ está lista para madurar —habló suavemente—. He
estado esperando para que llegará este día. Ha llegado más lento de lo
que pensé, pero supongo que en las circunstancias es entendible.
—¿Qué día? ¿Qué es más lento de lo que pensaste? —Fruncí el
ceño confundido.
—________ es una auténtica romántica. —Asintió hacia sí misma—
. Lo sacó de mí. Le he contado historias sobre mí y Hank padre y cómo
me cortejó. Él era mi verdadero amor, sabes.
—Lo sé. —Asentí. El esposo de Nanna había muerto cinco años
antes, pero aún podía recordar qué gran tipo había sido y cómo
consentía a Nanna.
—Ha estado esperando a que su príncipe viniera a encontrarla
desde que era una niña. —Sonrió—. Quiere el amor de cuento de
hadas. —Sin embargo, en realidad no existe —murmuré y negó con la
cabeza hacia mí.
—Oh, Justin. Típico hombre amargado.
—No soy amargado.
—Sabes que las cosas cambiarán entre ustedes dos una vez que sea
seria con su joven hombre.
—¿Crees que se pondrá seria con Elliott?
—No estaría sorprendida. —Me sonrió gentilmente—. No quiero verte
herido, Justin.
—¿Por qué saldría herido? —Mis ojos se entrecerraron—. No quiero
estar con ella. Sólo somos amigos.
—Las cosas se pondrán diferentes una vez que se pongan serios.
—Siempre seremos mejores amigos.
—Sí, sí. —Suspiró—. Lo que estoy tratando de decir es, a veces no
sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos.
—¿Crees que dejará de ser mi amiga?
—Ustedes tienen una amistad especial. —Suspiró—. Nunca he visto a
dos personas más cercanas en mi vida. Ambos tienen papeles muy
importantes en las vidas del otro. No creo que se den cuenta de cuán
importantes. —Estiró su brazo y tomó mi mano—. A veces las cosas de
las que huimos son las cosas que ya tenemos.
—No estoy huyendo a ninguna parte, ella es la que está tratando de
tener novio. Estoy feliz con nuestra amistad. No necesito una novia.
—Tal vez porque ya tienes todo lo que necesitas de una novia en
______. —Sus ojos se suavizaron mientras me veía con una mirada
cariñosa.
—No dormimos juntos, Nanna. —Me eché a reír.
—El sexo aunque es importante no es lo primero ni lo último de una
relación, Justin.
—Aunque es muy divertido. —Sonreí y negó con la cabeza. —No está en mí preguntar si estás atraído a ________ y no quiero
meter mi nariz donde no me quieren, pero no quiero que pierdas a
alguien que podría ser todo lo que nunca supiste que querías —se
detuvo—. A veces Dios hace dos personas que son perfectas para el
otro en todo aspecto. Siempre es una lástima cuando no ven las
señales.
—No sé si Dios siempre hace todo bien. —Le di una débil sonrisa y
me levanté—. Quiero decir, ¿qué es amor realmente? ¿Y qué es
perfecto? ¿Tal vez sus planes no siempre van de acuerdo al plan? Mi
mamá amó a mi papá más que a su propia vida. Siempre me decía
eso. También solía decirme que significaba para ella más que la luna y
el sol juntos. ¿Y dónde está ahora? —Me encogí de hombros—. A veces
los planes de Dios no siempre funcionan.
—Creo que tiene sus planes para ti perfectamente bien —susurró
detrás de mí mientras salía de la cocina hacia el patio trasero. No
estaba seguro de lo que esperaba que dijera. ¿Realmente pensaba
que ________ y yo éramos perfectos el uno para el otro? Me detuve
en la puerta trasera y vi a ________ corriendo para atrapar una
pelota y lanzársela a Jake. Reía por algo y su cabello volaba por todas
partes. Me quedé viéndola por algunos minutos y miré mientras se movió
y empezó a hablar con Penelope. Mi aliento se detuvo cuando vi a
Elliott caminando hacia ella y lo vi darle un rápido abrazo. Mi cuerpo se
tensó cuando me di cuenta de que me encontraba en serios problemas
por perder a mi mejor amiga y no sabía qué hacer. No era lo que
________ quería. No creía en felices para siempre. No quería una
novia. No creía en el verdadero amor. Y no sabía cómo se sentía sobre
mí. Tal vez ni siquiera le gustaba de esa forma. Podía sentir un dolor de
cabeza viniendo. Los vi hablando y sentí la soledad arrastrándose. Elliott
ya reemplazaba mi rol en la vida de ______. Ya parecía gustarle a su
familia y sabía que un novio era superior a un amigo. Sería sacado
lentamente de esta familia como fui sacado lentamente de la mía.
Saqué el celular de mi bolsillo y envié unos cuantos textos.
¿Quieres ir a cenar mañana?
Se lo envié a unas cuantas chicas. Tenía que dejar de apoyarme en
______ tanto. Necesitaba seguir saliendo. Necesitaba ocupar mi
tiempo con otras mujeres. Sabía que si iba a conseguir satisfacer mis
necesidades con ellas, dejaría de pensar sobre estar con ______. No
quería besarla y ciertamente no fantasearía sobre estar con ella. Puse miteléfono de vuelta en mi bolsillo, puse una gran sonrisa en mi rostro y
corrí al patio.
—¿Quién está listo para un juego? —grité exuberantemente y puse
mi sonrisa de un millón de dólares mientras hacía mi camino por el
césped, ignorando la mirada que conseguía de ________. —Vamos a ir al restaurante Outback. —Le sonreí a Jenny mientras
caminábamos hacia mi auto—. Espero que te guste el bistec.
—Soy vegetariana. —Hizo una mueca cuando abrió la puerta para
ella.
—Tienen ensaladas. —Cerré la puerta y caminé al asiento del
conductor, sintiéndome molesto y pensando sobre ________ yendo a
otra cita con Elliot esta noche—. ¿Lista?
—Supongo que sí. —Suspiró y jugó con sus dedos.
—¿Qué está mal, Jenny? —Volteo y le di mi sonrisa de Justin—. ¿No
estás emocionada por la cena de esta noche?
—Sólo creo que no te preocupas de mis necesidades. —Hizo un
mohín con sus labios.
—¿Qué necesidades? —Tomé una profunda respiración. No me
encontraba de humor para otra plática seria.
—Te dije que me gusta que un chico me llame todos los días y me
pida salir en una cita, al menos tres días antes de que salgamos —dijo
con entusiasmo—. Nunca me llamaste y me enviaste un mensaje ayer
en la noche para esta cita.
—No veo el problema. —Me encogí de hombros y encendí el auto.
Había cometido un error al mandarle un mensaje a Jenny. La única
razón por la que le pedí salir fue porque sabía que estaba entusiasmada
y además ________ se había desecho de mi otra vez. Iba a tener
unas palabras con ______ sobre dejar a Elliott tomar el mando de su
vida. Empezaba a interferir con la mía.
—Y no como carne —murmuró—. ¿Por qué me traerías al Outback? —Puedes obtener una ensalada donde sea —le contesté, sin
importarme en esconder mi molestia—. No puedo pedir un bistec en
una barra de ensaladas.
—Podríamos haber pedido mariscos —murmuró en respuesta.
—Quiero carne. —Me estiré y encendí la radio. Empezaba a
enojarme. Una parte de mi quería llevar a Jenny de regreso a casa y
luego llamar a ________ y discutir con ella. Tal vez había cancelado
su cita. No confiaba en Elliott. Sentía como si fuera malas noticias.
Estaba tomando el control de su vida, tratando de enemistarla con sus
mejores amigos. Echaba humo para el momento en que alcanzamos
una luz roja y saqué mi teléfono.
Necesitamos hablar cuando acabes tu cita.
Le mandé el mensaje enojado. Espere una respuesta, pero no vino
nada.
—La luz está verde, Justin. —Jenny tocó mi brazo y le fruncí el ceño.
—Voy. —Aceleré el motor y golpeé el acelerador.
—Estas yendo muy rápido —gritó mientras giraba en la esquina, pero
la ignoré—. Justin, por favor baja la velocidad.
—Llegamos —espeté mientras nos estacionábamos en doble fila en
el estacionamiento del Outback. Salí del carro y chequeé mi teléfono.
Aún no tenía respuesta de ______.
Espero que te estés divirtiendo.
Le envié otro mensaje y guardé el teléfono en mi bolsillo. Miré
alrededor en busca de Jenny y me di cuenta que aún se encontraba
sentada en el carro. —Chicas —murmuré para mí mismo mientras
caminaba a abrirle la puerta. Miré mientras Jenny salía del auto, vestía
un corto vestido negro que exponía un montón de escote y mucha
pierna. Su rubio cabello largo colgaba por su espalda y sus grandes ojos
azules se hallaban cercados por lujosas pestañas negras. Me dio una
mirada herida mientras salía e hizo un puchero con sus labios otra vez.
Traté de no rodar los ojos mientras cerraba la puerta. Era tan obvia.
Sabía que incluso aunque no pensé o me preocupé por la cita, podía
cerrar el trato muy fácil. Tal vez incluso en la parte de atrás del Mustang
si quería. Sería tan fácil como una tarta, tenía la certeza de que Jenny
era incluso más fácil que eso. —¿Lista? —Le di una corta sonrisa, ya listo para llevarla a casa. No
tenía interés en sexo o en enrollarme con ella. Sus besos habían sido
bastante débiles y mojados la primera vez y no había estado realmente
interesado en tener una segunda cita con ella.
—Creo que sí. —Pestañeo—. Aunque estoy sintiendo bastante frio. —
Se sostuvo de mi brazo—. Mantenme caliente, Justin. —Se abrazó a mí y
apretó su cuerpo a mi lado. No respondí mientras entrabamos en el
restaurante, aunque no estaba en mi normal yo exultante.
—Una mesa para dos, por favor. —Le pedí a la anfitriona
educadamente y le di una gran sonrisa—. Y tú número. —Le guiñé el ojo.
—Jaja. —La pelirroja me sonrió cuando hicimos contacto visual. Sentí
a Jenny soltar mi brazo y tensarse a mi lado. Sonreí para mí mismo. Este
era el truco más fácil que conocía para dejarle saber a una chica que
no me interesaba. Sólo las desesperadas se quedaban alrededor para
otra cita cuando abiertamente coqueteaba con otra chica en frente
de ellas—. Va a tomar unos diez minutos, ¿está bien? —La anfitriona
continuó mientras jugaba con su cabello.
—Está bien. —Asentí—. Mi nombre es Justin, por cierto.
—Soy Candy. —Me devolvió la sonrisa.
—Me encanta chupar caramelo2. —Lentamente lamí mis labios y vi
como Candy se sonrojó. Entonces escuché a Jenny jadear y volteé
hacia ella frunciendo el ceño—. ¿Estás bien? —le pregunté con apenas
un tono preocupado.
—No, no estoy bien. —Me miró—. Usted Señor, es un grosero, un…
—Hola, una mesa para dos, por favor. —Reconocí la voz de Elliott de
inmediato y me congelé. Volteé lentamente y vi a Elliott y ________
de pie detrás de mí. Vestía una falda corta y una blusa ajustada. Mis
ojos se estrecharon mientras me fijaba en su apariencia. Se veía sexy
como el infierno y eso me puso aún más molesto.
—________ —dije su nombre suavemente y vi sus ojos abrirse en
sorpresa y felicidad por un breve instante mientras me sonreía.
—Justin. —Se acercó y me dio un abrazo—. Que gusto verte aquí. —Noche de cita. —Asentí hacia Jenny y ______ le dio un pequeño
saludo.
—Lo mismo aquí. —Sonrió—. Somos tan maduros ahora. Yendo en
noches de citas.
—Ajá. —Asentí, pero no me sentía tan feliz al respecto como ella
parecía—. Hola Elliott. —Saludé al otro tipo mientras me daba una
pequeña inclinación de cabeza—. ¿Por qué no tenemos una cita
doble? —le pregunté de forma rápida y luego volteé hacia Candy
antes de que ________ pudiera responder—. Oye, Candy, haz que
esa mesa sea para cuatro, por favor —le sonreí—. Todos vamos a
sentarnos juntos.
—Claro. —Candy me dio una débil sonrisa. Podría decir que ella se
dio cuenta de que yo parecía ser cercano a otra chica.
—Eso está bien, ¿no? —Miré a ________ y asintió.
—Sí, muy divertido. —Me sonrió y tuve un repentino deseo de
alcanzar y pasar mis dedos por su rosada mejilla—. Eso está bien
contigo, ¿cierto Elliot?
—Por supuesto —respondió él, viéndose de todo menos bien con
esto.
—Hola, soy ________ y te presento a mi amigo Elliott. —______
se presentó ante Jenny.
—Soy la novia de Justin, Jenny. —Jenny entrecerró los ojos y le sonrió
falsamente a ________.
—Oh, no sabía que tenía novia. —Me sonrió ________—. Astuto.
—Jenny no es mi novia. —Me reí y Jenny me miró—. No te ofendas,
Jenny, pero no vamos a apagar la cita con un falso pretexto.
—Eres un idiota —murmuró y pude verla dándome una mala mirada.
—Confía en mí, él lo sabe —le respondió ________ y la pellizqué—.
Oye.
—Eso es lo que obtienes por llamarme idiota. —Le sonreí y los dos nos
reímos. De repente, me sentí mejor de lo que me había sentido en días.
Sabía que la tensión incomoda se había ido de nuestra relación yestábamos de vuelta actuando como lo habíamos hecho antes de que
el tonto drama hubiera empezado.
—Pagarás por eso. —Sus ojos brillaban en los míos y me incliné hacia
ella y le susurré al oído.
—¿Lo prometes? —Soplé ligeramente mientras le susurraba y rió. Era
sensible al aire en sus orejas y siempre la hacía reír.
—Sólo espera, Justin Madison.
—Estaré aquí toda la noche.
—Te tendré cuando menos te lo esperes. —Me guiño el ojo y miré
fijamente la larga extensión de su cuello y luego por debajo de su
reluciente pecho y senos.
—¿Que tienes puesto? —hablé suavemente mientras miraba su sexy
traje.
—Ropa.
—Apenas. —Levanté una ceja y se sonrojó.
—Entonces, ¿cómo has estado, Justin? —Elliott dio un paso hacia
nosotros y trató de afirmar su masculinidad.
—Bien, ¿y tú? —Le di una mirada superficial.
—Bien, aunque no también como tú. —Él miró a Jenny—. En una cita
con otra chica, ya veo.
—Buena vista. —Le di una amplia sonrisa y di un paso más cerca de
él, de modo que miraba hacia mí.
—Gracias. —Me sonrió de nuevo, pero podía ver por el brillo en sus
ojos que sabía que no me agradaba y podía decir que yo no le
agradaba tampoco.
—Justin, estoy hambrienta. —Jenny se acercó a mí y bateó sus
pestañas.
—Nos sentaremos pronto.
—Pensé que íbamos a sentarnos nosotros solos. —Le dio a ______
una mirada de reojo agria y luego volvió a mirarme—. Pensé que
podíamos tener una buena cena privada. —Sera más divertido con amigos. —Le sonreí y luego miré de vuelta
a ________ quien nos miraba con interés. Le di una rápida sonrisa y
me guiñó.
—Tú mesa esta lista, Justin —nos llamó Candy y yo ignoré el número
que trató de entregarme mientras otra chica nos guiaba a nuestra
mesa.
—Esa chica trataba de darte su número —me susurró ________
mientras caminábamos a la mesa.
—Sin embargo, no lo tomé.
—Eres todo un jugador. —Sacudió la cabeza y frunció el ceño—. No
sé cómo puedes salir con tantas mujeres.
—No sé cómo puedes salir con un perdedor.
—Justin. —Frunció los labios y suspiré.
—Lo siento, no es un perdedor. —Rodé los ojos mientras me
disculpaba.
—Está bien. —Sonrió y nos sentamos. Tomé el asiento a su lado en la
cabina y Jenny y Elliott se sentaron en el otro lado. Pude ver que los dos
parecían fuera de lugar por la asignación de asientos, pero no me
importó.
—¿Quieres dividir un chuletón y un filete? —le pregunte a
________ mientras estudiamos el menú.
—Por supuesto. —Asintió—. Vamos por las cebollas en flor también.
—Suena como un plan para mí. —Sonreí.
—Está bien, entonces. —Elliott nos miró y frunció el ceño—. Supongo
que ustedes dos son un equipo.
—Oh, lo siento. —Se sonrojó ________—. Lo siento, Justin y yo
siempre venimos a Outback y dividimos las comidas.