me
preocuparía por ella?
—Tal vez tuvo sus razones.
—Tal vez sí. No me importa —Suspiré y extendí la mano para volver a
subir el volumen, pero ________ agarró mi mano y me detuvo. Sus
dedos se sentían cálidos sobre mí y me encogí y alejé mi mano. No
quería que me tocara, intentando hacerme pensar cosas que no quería
pensar.
—Lo siento —su voz sonó herida y simplemente mantuve mis ojos
mirando hacia adelante—. Puedes volver a subir el volumen si quieres.
—Está bien. Podemos mantenerlo apagado —Me encogí de
hombros y tragué saliva—. Vas a tener que darme direcciones en un
momento. No tengo idea de a dónde estamos yendo.
—Lo puse en el GPS en mi teléfono —suspiró—. Déjame ver.
—Bien —murmuré.
—Está bien, cuando salgamos, tenemos que tomar la primera a la
derecha.
—Bien —ignoré la repentina sacudida en mi estómago mientras me
daba cuenta de que estaba cerca de ver a mi mamá otra vez. ¿Cómo
luciría? ¿Me reconocería? ¿Lloraría o intentaría abrazarme? Me
estremecí mientras pensaba en ella tocándome. Daría un paso hacia atrás. No quería que me tocara. En absoluto—. Mi papá estaría
sorprendido de saber a dónde estaba yendo —me reí amargamente.
—Debería haber manejado todo de una manera diferente —dijo
suavemente—. La engañó y luego la echó. Él sabía que ella tenía un
problema con el alcohol. Podría haber manejado las cosas de modo
diferente.
—Así que es su culpa de que mi madre sea una borracha.
—Ya no es una borracha —suspiró.
—Entonces ahora estás de su lado.
—No estoy de su lado. Simplemente entiendo cuán devastador
debió haber sido para ella descubrir que su marido había estado
engañándola.
—Pasa —puse los ojos en blanco—. Todo el que es engañado no
recurre al alcohol o a las drogas.
—Un corazón roto es una cosa difícil para que alguna gente lo
supere.
—El sexo es el sexo. No tiene nada que ver con el amor.
—Alguna gente sólo tiene sexo con gente a la que ama.
—Eso es lo que se dicen a sí mismos para no sentir culpa. La gente
tiene sexo porque se siente bien. Quieren tener un orgasmo. Quieren
volar alto por un par de minutos.
—El sexo significa más que eso, Justin —su voz fue suave y podía
decir que se estaba sintiendo molesta.
—El sexo es poner un pene en una vagina —dije sin rodeos—. Y lo
que sea que hagan las lesbianas y los gays.
—Justin —suspiró.
—No me digas, ¿necesitas que te diga lo que hacen?
—No. No lo necesito —Sus palabras fueron bruscas y supe que se
estaba enojando.
—Simplemente no lo retuerzas, ________. El sexo no es igual a
amor. Mierda, la mitad de los chicos que conozco en la escuela follarían
a cualquier chica que quisiera. —Gracias —murmuró.
—No actúes como si estuvieras sorprendida —suspiré—. Y no actúes
enojada. No te follé porque sé que necesitas que sea todo especial y
esa mierda.
—Tuviste sexo oral conmigo —dice rígidamente y me siento volver
cálido por el recuerdo de su cuerpo flexible bajo el mío.
—Como coños bien. ¿No?
—Eres un cerdo —jadeó.
—Sólo estoy siendo honesto.
—Sé que no significó mucho para ti, Justin, pero significó algo para
mí —Su voz se rompió y mi corazón se detuvo por un segundo.
—Lo siento —le di una rápida mirada y extendí la mano y toqué su
hombro—. También significó algo para mí. Ignórame. Estoy siendo un
idiota.
—Me lastimaría si descubriera que has estado con alguien más —
suspiró—. No antes, obviamente, pero ahora.
—¿Qué quieres decir? —Las palabras saliendo de mi boca sonaron
distantes a mis oídos.
—Quiero decir, si fueras y durmieras con una chica mañana, me
lastimaría.
—No voy a dormir con una chica mañana —Le di una sonrisa
rápida—. A menos que seas tú.
—Esto es difícil —suspiró y mordió su labio inferior—. Toma la próxima
a la izquierda, a propósito.
—Está bien —me metí en el carril de la izquierda y encendí mi
indicador—. ¿Qué cosa es difícil?
—¿Cómo navegamos esto? —suspiró y pude verla mirarme
fijamente.
—¿Navegar qué? —Podía sentir mi rostro volviéndose rojo. No se
estaba volviendo esa chica ya, ¿no?
—Sé que no tienes relaciones —dijo suavemente—. No espero que
cambies por mí. ¿Simplemente no sé qué hacemos después? ¿Perdemos el tiempo y seguimos siendo amigos? ¿Nos enganchamos y
vemos qué pasa?
—¿Qué quieres decir y seguimos siendo amigos? —Estacioné a un
lado de la carretera y apagué el encendido y me giré para
enfrentarla—. Vamos a seguir siendo amigos, tiempo. No hay opción
donde no sigamos siendo amigos. ¿Entiendes eso?
—Sí —asintió y me miró con ojos amplios. Pude ver el miedo en sus
ojos marrones. Ella ya estaba teniendo dudas sobre lo que habíamos
hecho. No podía decir que la culpara. Yo no habría querido que se
enganchara con alguien como yo.
—Sólo veamos lo que pasa —Me encogí de hombros y agarré sus
manos—. No mucho tiene que cambiar. Simplemente haremos lo que
siempre hicimos, pero cuando durmamos ahora, no tenemos que usar
ropa —le sonreí y me dio una pequeña sonrisa.
—Crees que va a ser así de fácil —Lamió sus labios rápidamente y no
pude evitar moverme hacia adelante y besarla. Sus ojos se ampliaron
mientras mi lengua se deslizaba en su boca y mis labios chupaban su
lengua. Retrocedí después de algunos minutos y asentí.
—Será así de fácil —sonreí—. No tengo problema en dormir desnudo
contigo.
—¿Qué hay del... —balbuceó e hizo una pausa.
—¿Qué hay de qué? —fruncí el ceño e incliné la cabeza.
—¿Qué hay del sexo? —Bajó la mirada y se sonrojó.
—No tenemos que hacer nada que no quieras hacer —Agarré su
barbilla y alcé su rostro para que me mirase—. Iremos a tu ritmo.
—¿Por qué creo que normalmente no dices eso? —Me sonrió y me
eché a reír.
—Tal vez porque no lo hago —Me pasé las manos por el pelo y
suspiré—. No quiero que nada cambie entre nosotros, ________.
Simplemente quiero que esto sea otra ventaja de nuestra amistad.
—Ya veo —Asintió ligeramente.
—Amigos con beneficios, si quieres —Asentí, satisfecho con la
conversación—. O más bien, mejores amigos con beneficios. —No vas a perder el tiempo con alguien más, ¿no? —Frunció el
ceño y empecé a sentirme enfermo otra vez. No estaba seguro de por
qué ella quería tener esta conversación ahora mismo, pero no podía
simplemente alejarme e ignorarla.
—No voy a engancharme con alguien más.
—Bien —sonrió—. También me hace sentir mejor saber que no has
estado con nadie en un tiempo. Sé que suena cursi, pero ayuda que no
me sienta como segundo plato.
—Nunca podrías ser segundo plato —Corrí mi dedo hacia abajo por
su mejilla y suspiré interiormente. Sentía que debía contarle de
Penelope, pero no estaba seguro de cómo reaccionaría. Fue antes de
que nos hubiéramos enganchado, pero no mucho antes. Y Penelope
era su amiga. No sentía que ella apreciaría el hecho de que casi
habíamos tenido sexo.
—Me alegro de que no te estés volviendo loco y entrando en el
modo de pánico de Justin —Sonrió y se inclinó hacia adelante y acarició
el pelo por mis orejas. Sus ojos eran cálidos y lucía feliz y contenta—. Sé
que esto es nuevo para ambos, pero realmente creo que podría ser
bueno para los dos.
—Ya no hablemos de ello —me incliné hacia adelante y la besé otra
vez—. Preferiría estar haciendo otra cosa —extendí la mano y ahuequé
su pecho y sonreí mientras se retorcía contra mí.
—Justin —gimió contra mis labios mientras pellizcaba su pezón.
—Sí, ________ —lamí sus labios mientras mis dedos se movían
hacia su otro pecho.
—Quiero salir de este auto —gimió mientras intentaba moverse en el
asiento.
—Podemos volver a casa —Mordisqueé su labio inferior—. Puedo dar
la vuelta ahora.
—No —gimió y se apartó, sus ojos llenos de lujuria—. No, vamos a ir y
ver a tu mamá.
—Bien —suspiré y arranqué—. Tu pérdida.
—Tal vez más tarde —mordió su labio inferior y apartó la mirada. —¿Tal vez más tarde, qué? —Me congelé y la miré. Pude ver su
rostro enrojeciéndose y mi polla se endureció mientras miraba fijamente
sus pezones duros.
—Tal vez podemos movernos al siguiente nivel —Se giró hacia mí y
sonrió tímidamente.
—¿Siguiente nivel? —Mis ojos se entrecerraron mientras la miraba—.
¿Estás diciendo lo que creo que estás diciendo?
—Tal vez —sonrió y asintió ligeramente—. Pero tenemos que ir a un
hotel. No quiero hacerlo en tu casa.
—¿Por qué no?
—No quiero hacerlo en algún lugar donde lo hayas hecho con
alguien más.
—Oh —Intenté no poner los ojos en blanco—. Ninguna de esas
chicas significó algo para mí.
—Lo sé —alejó la mirada de mí, su rostro poniéndose rojo—.
Simplemente no quiero ser una más.
—Nunca podrías ser una más —Fruncí el ceño y me moví. Todo mi
cuerpo estaba zumbando con anticipación. No estaba seguro de que
fuera una buena idea, pero sabía que no podía decirle que no.
—Me alegro de escuchar eso —dijo suavemente y extendió la mano
y corrió sus dedos hacia abajo por el bulto en mi pantalón—. Se siente
como si estuvieras emocionado, también —Se rió mientras agarraba su
mano y la hacía apretar mi polla.
—Estoy duro como el infierno —le guiñé un ojo—. Y sí, tú lo hiciste —la
sentí apretarme otra vez y gemí mientras ella apartaba su mano—.
Acabemos con esta reunión. Estoy listo para ir y encontrar un Marriott.
—Ni siquiera quieres ver a tu mamá, ¿no? —me miró con una mirada
triste en sus ojos y sacudí la cabeza. Al final del día, ________ me
conocía mejor de lo que yo me conocía a mí mismo, y no iba a mentir y
pretender que pensé que este iba a ser algún tipo de momento que
cambia la vida.
—Terminemos con ello —Arranqué el motor otra vez y retrocedí en la
carretera. Mis pensamientos se alejaron de ______ y fueron hacia mi
infancia. Podía recordar el día en que volví de la escuela y me di cuenta de que algo era diferente. Había sido lo suficientemente joven
para no realmente entender lo que estaba pasando inmediatamente,
pero lo suficientemente grande para sentir el grado total de pérdida y
soledad. Mi padre no había sido de ayuda. Todo lo que había dicho fue
que mi madre nos había dejado por el alcohol. No pareció afectarlo en
absoluto. Cada noche había esperado que mi mamá volviera a casa o
que me llamara, pero no lo hizo. No había entendido lo que había
pasado hasta que cumplí diez años. Y entonces mi corazón ya estaba
bastante vacío y cansado. El amor no existía para mí, aparte de
________ y su familia. Ellos me habían aceptado, cuando a nadie
más le había importado. Ellos eran como ángeles en mi vida y si no
fuera por ellos, no estoy seguro de qué camino habría tomado.
________ era el equilibrio en mi vida. Era tan amorosa, tan atenta, tan
abierta, tan honesta y auténtica sobre todo. Había estado callada
cuando necesité silencio, hablaba cuando necesitaba ruido y llenaba
el espacio vacío que había tomado control. No quería ver a mi mamá.
No quería reconocer que todavía había un espacio vacío allí. No quería
entender o perdonar. Simplemente quería olvidar.
—Estará bien, Justin.
—Veremos —suspiré.
—Estaré contigo —tocó mi brazo—. Lo prometo, estará bien.
No me encogí ante su toque esta vez. Le di la bienvenida al hecho
de que ella estaba aquí. Como mi amiga. No quería pensar en todas las
otras cosas. Era casi demasiado. Demasiado cerca de casa. Demasiado
atemorizante. No quería reconocer cómo estar con ________
íntimamente me había hecho sentir. Me había mostrado un lado que no
había pensado que existiese. Un lado que dejaba entrar al dolor, que
dejaba entrar al miedo. No quería dejar entrar a esas emociones. No
quería amarla como nada más que una amiga. Todo en mi vida estaba
cambiando demasiado rápido. Estaba en la rotonda de la vida y sólo
quería que se detuviera. Quería revertir el tiempo y volver a seis meses
atrás. Quería volver a cuando ________ estaba ocupada estudiando.
Yo estaba ocupado trabajando y ambos hacíamos tiempo para pasar
el rato y simplemente ser. Pero entonces nunca la habrías probado.
Una pequeña voz susurró en mi oído. Era verdad que mientras una parte
de mí estaba asustada de todos los cambios en mi vida, otra parte de
mí anhelaba el cambio. Otra parte de mí ya estaba lista para ver qué
más tenía para ofrecer la vida. Nos detuvimos en una pequeña casa en ruinas y me giré hacia
________ con el ceño fruncido.
—¿Estás segura de que esta es la dirección correcta?
—Estoy segura —asintió.
—Hmm —Me senté en el auto por unos pocos segundos más y luego
salí lentamente y miré alrededor. Al techo le faltaban tejas y lucía como
si estuviera en seria necesidad de ser reemplazado. El frente de la casa
tenía pintura descamada blanca y el patio estaba descuidado. Esto no
era donde esperaba que mi madre estuviera viviendo. No estaba
seguro de por qué había dejado a mi padre y su mansión en Charleston
para venir y vivir en un basurero en Beaufort, alcohol o no. Mi padre me
llevó a creer que ella se había preocupado más por el alcohol y sus
pagos conyugales que yo. Mi padre era rico, realmente rico y no podía
imaginar que ella podía haber gastado todo el dinero que él le dio en
alcohol. No tenía sentido.
—¿Estás listo? —________ caminó hacia mí y me dio una sonrisa
optimista—. Va a estar bien.
—Veremos —suspiré, de repente sintiéndome aprehensivo—. No sé
sobre esto, ______ —Estaba a punto de volver a la camioneta,
cuando escuchamos la puerta principal abriéndose y un gran labrador
negro salió corriendo hacia nosotros.
—Jimbo —gritó una voz y me congelé. Reconocí su voz
inmediatamente. No había cambiado en nada. Era mi mamá.
—Hola, chico —Acaricié el rostro del perro mientras éste lamía mi
mano ansiosamente. No quería levantar la mirada y ver a mi madre. No
quería reconocer que ella estaba aquí.
—¿________? —Mi mamá habló otra vez—. Justin, Justin, cariño,
¿eres tú? —Su voz se elevó mientras se acercaba y mantuve mi rostro
abajo.
—Hola, señora Madison —la voz de ________ fue dulce y quise
decirle que parara de ser tan agradable. —Justin —Mi mamá habló de nuevo y finalmente alcé la mirada. Me
giré hacia mi madre y sentí que todo el mundo desaparecía a mi
alrededor. Todo pareció congelarse mientras la miraba fijamente. Me
sentí como si hubiera sido transportado a otro planeta y las únicas dos
personas que existieran fuéramos ella y yo. Todavía tenía el mismo
aspecto. Su rostro hermoso, y sus ojos brillantes y azules. Tenía una
pequeña sonrisa en su rostro y la miré fijamente, preguntándome cómo
podía sonreírme, como si todo estuviera bien. Como si no hubiera
estado fuera de mi vida por más años de lo que había permanecido en
ella.
—Justin —dijo de nuevo y sus ojos se abrieron de alegría, la sonrisa
en su rostro era aún más hermosa que hace unos minutos—. Estás tan
guapo.
Aun así me quedé en silencio. Los colores en el mundo seguían más
vívidos que nunca. Y los sonidos aún más distantes. No podía dejar de
mirarla. Caminó hacia mí y mi corazón se detuvo cuando se acercó y
pasó su mano por mi cara—. Mi hermoso hijo.
Quería preguntarle cómo sabía que era yo. Quería preguntarle por
qué me dejó. Quería preguntarle si me amaba, pero no podía hablar. Al
verla de cerca también vi varias de sus imperfecciones. Sus ojos no eran
tan azules, estaban borrosos e inyectados en sangre. Su cara estaba
desfigurada por líneas. No estaba seguro si fueron causadas por el estrés
o la vida dura. Sus labios estaban agrietados y temblando. Su pelo, que
antes era tan rubio y hermoso, ahora era canoso y frágil. Mi hermosa
madre ya no era tan hermosa como lo había sido, sin embargo, parecía
más real.
—He estado esperando este día —dijo, sus ojos buscando en los míos
una respuesta.
—¿En serio? —Mis palabras sonaron amargas y llenas de
incredulidad.
—Suenas como un hombre —Sonrió de nuevo, esta vez su confianza
vaciló notablemente.
—¿A diferencia del niño que dejaste atrás? —Le devolví la mirada
con una cara seria.
—No fue fácil —Miré hacia abajo y vi que sus manos temblaban. —Claro —Miré hacia otro lado entonces, de alguna manera siendo
capaz de romper su mirada. Mis ojos se cruzaron con los de ________.
Me miraba con una expresión llena de amor y esperanza. Quería que
esto continúe así. Ella quería que obtuviera mi felices para siempre con
mi madre. Podía leerlo en sus ojos. Podía oírlo en su cerebro. Eso era
todo lo que quería para mí. Quería irme y nunca mirar hacia atrás de
nuevo, pero sabía que ________ quería que le diera a mi madre una
oportunidad—. Entonces, ¿dónde has estado? —Me volví hacia mi
madre y le hice una pregunta. A pesar de que ya no estaba mirando a
______, sabía que estaba sonriendo, feliz de que estuviera haciendo
un esfuerzo.
—Me perdí un poco cuando tu padre me engañó —La cara de mi
madre parecía la de un niño pequeño—. Me fui de casa... —Su voz se
apagó.
—¿Para beber?
—Entre otras cosas —Asintió, con los ojos muy abiertos—. Pero estoy
sobria.
—¿Estás sobria?
—Fui a Alcohólicos Anónimos. Y un amigo mío pagó la rehabilitación
—Tocó sus labios y luego los lamió furtivamente—. Él me quería limpia.
—¿Un novio?
—No, no era un novio —Sacudió la cabeza y sus ojos se abrieron de
nuevo—. Así que fui a rehabilitación. Ellos me hicieron dejar la cocaína
—Asintió y me sonrió de nuevo, como si estuviera esperando un elogio.
—Eso es bueno —Me mordí el labio inferior y traté de mantener la
calma, pero estaba empezando a sentirme enfermo.
—No he tomado ninguna droga en mucho tiempo.
—Eso es realmente bueno, señora Madison —________ se acercó
a nosotros y me dio una sonrisa—. Eso demuestra que realmente ha
estado tratando.
—Quería verte —Mi madre me miró y pude ver una luz tenue de una
emoción desconocida en su expresión—. Siempre fuiste mi niño
pequeño. Me amabas tanto.
—La mayoría de los hijos aman a sus madres. —Mi niño de ojos azules —Me miró y me palmeó el cabello—. Pensé
que una vez que tuviera mi niño de ojos azules, mi vida sería perfecta —
Hizo una pausa y suspiró—. Sin embargo, eso no evitó que tu padre se
aleje.
—Debiste haberlo dejado.
—Sólo quería que me amara —Entonces miró a ________—. Ya
sabes cómo es. Sólo quieres que te amen. Que vean lo perfecta que
eres. Saber que no hay nadie para ellos, excepto tú. Pero simplemente
no lo ven. Nunca lo verán. No pierdas tu tiempo como yo lo hice. No
seas una tonta.
—¿De qué estás hablando? —Mi voz fue fuerte y enojada mientras
hablaba con mi mamá—. No trates de proyectar tu vida en
________. ________ no es una borracha.
—Está bien, Justin —________ me tocó el brazo y negó con la
cabeza.
—No está bien —Le dije con rabia, un volcán burbujeando en mi
estómago cuando volví a mirar a mi madre.
—Estás enojado conmigo —Los ojos de mi mamá se estrecharon y vi
sus labios temblorosos—. No te enojes conmigo, Justin. No quise decir
que... —Hizo una pausa y trago—. Siempre he amado a mi niño de ojos
azules.
—¿En serio? Por lo que puedo ver solo amabas papá.
—¿Te habló alguna vez de mí? —preguntó esperanzada.
—No —Lo dije enfáticamente—. No —le dije otra vez, queriendo
plantarle el rechazo como su abandono lo plantó en mí.
—Por lo menos te tengo a ti —Extendió la mano y tocó mi brazo—.
Viniste a ver a tu vieja mamá.
—¿Qué te pasó? —Esta vez mis palabras eran tan sinceras como el
dolor en mi corazón.
—¿De verdad quieres saberlo? —Sus ojos se enfocaron y se veía
lúcida—. No es una bonita historia.
—Quiero saber —Asentí. —¿Tienes algo de dinero? —preguntó en voz baja y luego miró a
________—. Es sólo que salí corriendo y realmente necesito una
botella de... —Se detuvo y jugó con sus dedos—.Me ayudará a contar la
historia —Sentí a ________ tensarse junto a mí. Yo sabía, al igual que
ella, que mi madre no estaba limpia, no completamente. Ni siquiera le
respondí. Me dirigí directamente a mi coche, me metí en el lado del
conductor y encendí el motor. Puse el coche en marcha y estaba listo
para salir, con o sin ________. La oí dar golpecitos en la ventana
mientras me detenía y esperaba a que entrara en el coche y luego
arranqué de nuevo. Manejamos en silencio durante unos cinco minutos
y luego habló.
—Lo siento —susurró—. No lo sabía.
—No tenías por qué saberlo —No la miré. No me importaba. No me
importaba. No me importaba. El latido de mi corazón se sentía como el
aguacero constante de la lluvia contra la ventana de un dormitorio.
Golpeteo, golpeteo, golpeteo. Era continuo, no paraba y no me
importaba, ya que me impedía pensar demasiado.
—Pensé que iba a ayudar —suspiró y oí a su voz romperse—. Quería
que obtuvieras respuestas. Quería que entendieras por qué... —Se
detuvo—. El amor no es siempre algo malo.
—Tampoco es siempre algo bueno —Hice una mueca—. El amor
significa ver lo que puedes obtener de alguien. Nunca es acerca de
hacer lo que puedas por la otra persona sólo porque sí, siempre se
trata de hacer algo por alguien y esperar que le pagues por lo que
hicieron.
—No siempre es... —Comenzó y la corté.
—Se trata de amar a alguien tanto que esperas que te paguen con
regalos o dinero, o incluso con amor. Cuando las personas dicen que el
amor es desinteresado, es un montón de mierda. La gente ama porque
les hace sentirse bien, ya que obtienen algo de él. Las personas que no
creen en el amor son más honestas. Te dejan saber la verdad. Quiero
esto o quiero eso. No mierda. No un: Te amo, así que por favor dame tu
virginidad. O te amo, y préstame $10.000 O, mejor aún, te amo, por eso
cuídame ahora que estoy enfermo. Cuida de mí ahora soy un
alcohólico, un tramposo o una jodida perra —Mi voz se alzó mientras
gritaba—. No digo te amo porque no quiero hacerlo. Cuando se lo digoa alguien, quiero algo, es verdadero y válido, no es porque quiero otra
cosa.
—El amor no tiene por qué ser así —Su voz era suave—. Puede ser
desinteresado. La gente puede amar y mantenerlo dentro sin querer
nada de esa persona solo para verlo feliz.
—Estúpida —Me reí—. Esa gente es estúpida. ¿Cuál es el punto? ¿Tal
vez porque se sienten solitarios? ¿Cuál es el punto de amar a alguien
que no da ni una mierda por ti? Una pérdida de tiempo, si me
preguntas.
—Tu mamá te ama, ¿sabes? —________ me tocó el hombro—.
Ella no te dejó porque no te ama.
—Sí, ella se fue porque me amaba tanto. Es por eso que tampoco
llamó —Mi voz era sarcástica—. Tanto amor para su niño de ojos azules.
—Creo que había estado bebiendo —Suspiró.
—Nunca —Puse los ojos.
—Lo siento —Su voz se quebró—. Esto no era lo que quería.
—Lo sé —Le di un vistazo rápido—. Pero tal vez esta es una lección,
________. Pocas veces conseguimos lo que queremos en la vida, así
que tal vez es mejor no ir persiguiendo el arco iris y las mariposas. Tal vez
lo mejor es vivir la vida que tenemos y simplemente tratar con ella.
—¿Te acuerdas cuando nos conocimos? —________ cambió de
tema.
—¿Vagamente? —Me encogí de hombros—. ¿Por qué?
—Querías conseguir tanto esos dulces —Sonrió—. Todos los días la
profesora hacia un pequeño examen y todos los días lo intentabas tan
duro porque los querías tanto.
—Sin embargo no los obtuve — Me reí—. Había alguien que era un
poco más brillante que yo.
—Sin embargo igual los conseguiste —Se echó a reír—. Te hiciste mi
amigo, así que los obtuviste a través de mí.
—Eso es verdad —Asentí—. Supongo que los conseguí de una