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—Penelope también —se echó a reír—. Ella no cree que sea
saludable que estemos tan cerca.
—Oh, ¿has oído de ella? —Mantuve mi voz ligera.
—No desde ayer —se encogió de hombros—. ¿Por qué? —Por ninguna razón —Negué con la cabeza y nos metimos en la
cama—. Bueno, vamos a ver qué tenemos —Puse Netflix en mi TV y
hojeé las películas—. Bien, ¿qué tal una comedia?
—Eso está bien —saltó de la cama y me miraba mientras caminaba
a mi armario. —Hey, ¿me prestas una camiseta? —Me miró mientras
abría la puerta—. No estoy súper cómoda en estos pantalones vaqueros
y camiseta de tirantes —Me sonrió y asentí—. Gracias —Sacó una
camiseta blanca y me observó mientras se desabrochaba los
vaqueros—. Date la vuelta, Justin.
—Está bien. —Me giré hacia la televisión, pero no podía
concentrarme. Todo lo que podía pensar era en que ________ se
estaba desnudando en mi habitación. Nunca se había sentido así antes.
Nunca me había sentido tan tenso y rígido. De repente, esto ya no
parecía tan inocente.
—Oh, esto es mucho mejor —habló ________ y me volví para
mirarla. Me quedé inmóvil mientras caminaba hacia mí y saltaba sobre
la cama. No estaba seguro de si ella se daba cuenta, pero pude ver
claramente sus pezones a través de mi camiseta blanca. Sus pechos
rebotaban mientras se movía y gruñí para mis adentros mientras mi
camiseta subía por sus piernas mientras se acomodaba en la cama.
—Bueno, te ves cómoda. —Le sonreí suavemente y me volví hacia el
televisor.
—Lo estoy —se relajó de nuevo en la cama—. Necesitamos pasar
más días como éste —Se retorció en la cama mientras se acomodaba—
. Hecho de menos los días en que solíamos holgazanear en la cama y
ver televisión todo el día.
—Sí, yo también. —Asentí con la cabeza, moviéndome mientras me
sentía endurecerme.
—¿Te vas a cambiar también? —preguntó inocentemente mientras
me daba un codazo en la espalda.
—Por supuesto. —Salté de la cama y quite mi suéter y pantalones
vaqueros y me senté en la cama en sólo mis boxers.
—Ooh, sexy. —Se rió y me sonrió débilmente.
—Está bien, vamos a ver qué hay. —Pasé rápidamente y ella chilló.
—Ooh para. —¿Qué? —Fruncí el ceño y la miré.
—He oído que la película Nine and a Half Weeks es buena.
—¿Quieres ver Nine and a Half Weeks? —suspiré. No estaba de
humor para ver una película erótica.
—Sí. Vamos a empezar con esa.
—Está bien, entonces. —Apreté reproducir y me senté en la cama
junto a ella. Nos sentamos uno junto al otro, los hombros presionados
juntos mientras veíamos la película. Todo iba bien hasta la primera
escena de sexo.
—Oh, vaya, caliente. —________ se retorció en la cama.
—Podemos cambiarla si lo deseas.
—No, está bien —susurró y se recostó. Suspiré y me senté
rígidamente y continué viendo la película—. Vaya —________ se
volvió hacia mí—, esta película es más sucia de lo que pensaba.
—Sí, es casi una porno. —Estuve de acuerdo y me acosté para que
poder mirarla correctamente.
—¿Sabes acerca de lo que estaba pensando esta mañana? —
habló en voz baja y negué con la cabeza.
—No, ¿qué?
—Me estaba preguntando qué habría pasado si hubiera dejado
que Elliott me comiera el coño.
—¿En serio? —Fruncí el ceño y miré sus ojos—. Confía en mí, él no
valía la pena.
—No necesariamente lo quería —se sonrojó—. Sólo quería ver qué se
sentía.
—Ya veo. —Fruncí el ceño y me moví. ¿Qué me estaba haciendo?
—¿Eso suena mal? —arrugó la nariz y le sonreí.
—Por supuesto que no.
—De acuerdo, bien. —Se muerde su labio inferior y luego volvió a
mirar a la pantalla del televisor. Seguí mirándola y me di cuenta de que
estaba pensando en algo, no relacionado con la película. —¿En qué piensas, ______?
—¿Qué quieres decir? —Me miró y se ruborizó.
—Sé que estás pensando en algo. —Le di un vistazo.
—No, no lo estoy.
—________, dime lo que estás pensando. —Agarré su cadera y la
atraje hacia mí.
—Estoy avergonzada. —Se movió y la camiseta se elevó aún más.
Miré hacia abajo a sus piernas y me di cuenta de que si se movía más
arriba, vería sus bragas.
—Dime —suspiré.
—No te rías.
—No me reiré.
—Así que, cuando me hablaste acerca del sexo oral la otra noche.
—Uh huh. —Mis ojos se estrecharon y vi sus labios mientras hablaba.
—Nada. —Sacudió su cabeza y volvió a mirar la pantalla.
—Está bien. —Lo dejé pasar y me acomodé hacia atrás y vi la
película. Me acerqué más a ________ y puse mi brazo sobre su
cintura. Se recostó en mi pecho y vimos la película acurrucados juntos.
Dejó que mis manos se movieran a lo largo de su estómago suavemente
y ella se movió contra mí, así su culo estaba yaciendo contra el frente
de mis calzoncillos. Su camiseta ahora había se había subido por
completo y pude ver el rosa de sus bragas. Mi mano se deslizó por su
pierna y tracé un sendero por su muslo.
—¿Qué estás haciendo? —susurró en frente de mí.
—Nada —susurré y dejé de mover mis dedos.
—No tienes que parar —susurró a su vez y moví mis dedos de nuevo
a su estómago y la abracé. Cerré los ojos y me eché hacia atrás
preguntándome qué debía hacer. Realmente quería hacer un
movimiento con ella, pero este era un terreno desconocido. No sabía
qué hacer. Mi cuerpo dolía por tocarla, pero no quería arriesgar nuestra
amistad. Mis dedos no escuchaban la duda en mi voz y los encontré arrastrándose por su pierna de nuevo y deslizándose por el borde de sus
bragas. De repente sentí, a ________ poniéndose rígida a mi lado.
—¿Esto está bien? —le susurré al oído y ella asintió. Eso era todo lo
que necesitaba para continuar. Deslice mis dedos por debajo de su
camiseta y acaricié su estómago y la parte superior de su abdomen,
deteniéndome justo debajo de sus pechos. Podía sentir y escuchar su
respiración volviéndose más pesada mientras la tocaba y esta, estaba
haciéndome sentir caliente como el infierno. Luego empecé a mover
mis dedos un poco más arriba y tracé los lados de sus pechos desnudos.
Podía sentir mi respiración cada vez más pesada, también mientras
deslizaba mis dedos por los costados de sus pechos. Luego fui a matar.
Moví mis dedos sobre sus pezones ligeramente, frotando suavemente
con mis palmas antes de mover las puntas de mis dedos hacia ellos y
apretarlos suavemente. Al principio, ________ se quedó inmóvil y
luego comenzó a moverse contra mí lentamente. Podía oír sus gemidos
y me detuve.
—¿Estás bien? —Mis dedos se quedaron inmóviles sobre su
estómago y ella asintió.
—Sí —susurró y se detuvo—. Se siente bien.
—No quiero hacer esto, si tú no quieres que lo haga.
—Yo también te quiero —se movió hacia atrás contra mí y sentí su
mano moverse contra la mía de regreso—. Tócame, Justin —No necesitó
decírmelo dos veces, mis dedos se movieron de nuevo hasta sus pechos
y los apreté juntos, disfrutando de la sensación de sus pechos en mis
manos. Pellizqué sus pezones de nuevo y sonreí ante cuan duros se
pusieron—. Oh, Justin —Gimió mientras yo jugaba con sus pechos y me
acercaba más a ella, para que pudiera sentir lo duro que estaba. Gemí
mientras jugaba con ella y moví mi mano hasta su estómago de
nuevo—. No te detengas. —Gimió.
—¿Confías en mí? —le susurré al oído y moví mis dedos lentamente.
—Sí. —Asintió.
—¿Estás segura? —Moví mis dedos hasta la parte superior de sus
bragas y la sentí ponerse rígida.
—Sí, estoy segura —susurró y la sentí estremecerse contra mí, cuando
deslicé mis dedos en sus bragas, abajo hacia su coño. Estaba húmeda
al tacto y sorprendentemente libre de vello. —¿Te afeitaste? —le pregunté, sorprendido.
—Uh huh —Se rió y gruñí mientras cerraba las piernas sobre mis
manos. Gemí y la atraje contra mí y deslice mis dedos por su coño y
clítoris—. Oooh —Gimió y sentí sus piernas abrirse de nuevo—. Ooooh,
Justin. —Gimió mientras yo frotaba su clítoris adelante y atrás
lentamente, disfrutando de la sensación de su humedad en mis dedos.
—Estás tan mojada por mí. —Gemí en su oído.
—Se siente tan bien —Gimió ella y aumenté el ritmo de mis dedos—.
Oh mi Dios, Justin —exclamó mientras me movía más rápido. Sonreí al
sentir su coño poniéndose aún más húmedo. Me moví hacia abajo y
rápidamente saqué sus bragas. Me miró con una sonrisa dulce y se
sonrojó.
—¿Esto está bien? —le pregunté de nuevo, queriendo asegurarme
de que no hacía nada con lo que ella no estuviera cómoda.
—Está más que bien. —Asintió, me estiré y la besé. Sus ojos se
abrieron con sorpresa cuando mi lengua entró en su boca, chupó mi
lengua con impaciencia. La besé con fuerza y pasión, disfrutando de la
sensación de sus dedos en mi cabello mientras la probaba
correctamente por primera vez. Sus labios sabían dulce, suaves, sabía
que podía besarla por un millón de años y no me cansaría de eso. La
levanté ligeramente y saqué su camiseta para que mi pecho estuviera
aplastando sus pechos desnudos. Besé su cuello y luego tomé su pezón
en mi boca y lo chupé mientras jugaba con el otro. Se retorció en la
cama debajo de mí y sonreí mientras gritaba cuando empecé a
mordisquear su pezón con mis dientes.
Moví mi mano de regreso hacia su coño y abrí sus piernas, jugando
con su clítoris durante unos segundos antes de presionar el dedo índice
dentro de ella. Se congeló por un segundo y observé mientras sus ojos se
abrían ante la sensación de mí dentro de ella.
—Nunca has tenido nada dentro de ti, ¿verdad? —Gemí contra su
pecho mientras la tocaba. Su coño estaba tan mojado y sus labios
estaban acercándose a mí cuando metí un segundo dedo dentro de
ella y lo movía dentro y fuera.
Sacudió la cabeza y cerró los ojos mientras gemía en la cama
debajo de mí. —Oh —Gimió mientras movía mis dedos atrás y adelante, más
rápido.
—Vente para mí, ________ —besé su cuerpo de nuevo y susurré
contra sus labios—. Relájate y vente para mí —Gemí mientras sus ojos se
volvían locos y su cuerpo comenzaba a temblar. Sonreí mientras sentía a
su coño contraerse y luego liberarse y todos sus jugos se derramaban en
mis dedos—. Buena chica. —La besé suavemente y gimió contra mis
labios.
—Vaya. —Sonrió ante mis ojos.
—Vaya, cierto —Le sonreí y la besé fuerte en los labios—. Voy a
hacer que te corras de nuevo.
—¿Otra vez? —Sus ojos se abrieron con sorpresa y le sonreí.
—Esta vez con mi lengua.
—¿Lengua? —me sonrió y se sonrojó.
—¿Qué es, ______?
—Iba a preguntarte antes —hizo una pausa—. Ya sabes.
—No, ¿qué? —Le sonreí, sabiendo lo que iba a decir.
—Iba a pedirte que me mostraras como era. —Me sonrió y reí.
—Bueno, estoy a punto de mostrarte. —La besé rápidamente de
nuevo en los labios y luego besé su cuerpo. Metí mis dedos, entre sus
piernas y comencé a frotar suavemente de nuevo, así podría ponerla
mojada. Sonreí mientras se mojaba de nuevo inmediatamente. Abrí sus
piernas y luego besé su coño y directamente su clítoris. Mi lengua lamió
sus jugos con impaciencia y ella gemía mientras la probaba. Debería
haber sabido que su coño tendría un sabor tan dulce como sus labios.
Mi boca encontró su clítoris y lo chupó con avidez. Moví mis manos a sus
caderas y traje su coño sobre mi cara más fuerte. La lamí ansiosamente,
deseando probar cada parte de ella. Se movió contra mi cara con
impaciencia y me di cuenta de que esto era incluso mejor de lo que mis
fantasías habían sido. Se vino tan pronto como mi lengua se deslizó
dentro de ella, aunque eso no me impidió follarla con mi lengua. Me
deslicé dentro y fuera de ella con entusiasmo y fui recompensado por
mis esfuerzos al sentir su temblor corporal y estremecimiento por tercera
vez. Sus jugos fluían rápidamente y lamí hasta la última gota. Estaba tan
duro para el momento en que terminé de comerla y sabía que teníaque ir al baño y terminarme a mí mismo. No quería asustarla
masturbándome delante de ella.
—¿Lo disfrutaste? —Le sonreí mientras besaba de nuevo su cuerpo.
Asintió y pude ver que sus ojos todavía estaban aturdidos de los tres
orgasmos que le había dado.
—Oh, sí. —Sonrió y luego me sorprendió al empujarme hacia abajo
en la cama. Vi como rodaba su cuerpo desnudo sobre el mío y extendí
una mano y agarré sus pechos.
—¿Qué estás haciendo? —Le pregunté en voz baja mientras se
colocaba encima de mí.
—Nada. —Sonrió y gruñí mientras sacaba mi polla dura de mis
boxers.
—________ —gruñí y sacudí la cabeza—. No. —Agarré su cintura y
frunció el ceño.
—Vamos, Justin. —Me dio una mirada enfurruñada y sentí su coño
sobre mi polla.
—No, ______ —Gemí mientras se frotaba de un lado a otro sobre
mi polla—. No vamos a tener relaciones sexuales.
—Sólo quiero sentirlo. —Gimió y movió su coño atrás y adelante
incluso más rápido. Gemí cuando sentí sus jugos sobre mi polla mientras
se burlaba de mí. Todo lo que quería hacer era levantarla y deslizar mi
polla dentro de ella.
—______, no sé por cuánto tiempo pueda soportar esto. —Gemí
mientras me sonreía con malicia.
—Shhh. —Se rió y se inclinó hacia adelante, frotando sus pechos
sobre mi cara. Agarré su cintura y la moví atrás y adelante sobre mí más
rápido, preguntándome si podía venirme solo de frotarme contra su
coño. Podía sentir que mi polla estaba cerca de erupcionar y le permití
continuar probándome. Se estaba poniendo más y más difícil resistir la
tentación de entrar en ella y estaba bastante seguro de que ella no
tenía ni idea de lo cerca que estaba de perder su virginidad. Aunque,
no quería que fuera así. No después de que había esperado tanto
tiempo. Quería que fuera más especial.
—Esto se siente tan bien —Gimió—. Creo que me voy a venir otra
vez. —Se movió atrás y adelante sobre mí más rápido, frotando su coño contra la punta de mi polla. Sabía que estaba golpeando su clítoris
cada vez, sabía que un resbalón y estaría dentro de ella.
—________. —Gruñí mientras se estaba poniendo más y más
húmeda en la punta de mi polla. Podía sentir su clítoris palpitando junto
a mí y mis dedos agarraron sus nalgas. Cerré mis ojos y todo parecía
suceder tan rápido. Podía sentir que estaba cerca del orgasmo, pero
entonces ella alcanzó el orgasmo antes que yo y la sentí dejar de
moverse contra mí mientras se corría. Instintivamente agarré sus caderas
y la moví hacia atrás y adelante sobre mí y antes de que supiera lo que
estaba pasando, la punta de mi polla estaba entrando en ella. Sus ojos
se abrieron mientras sentía mi polla dentro y se echó hacia atrás.
Cuando se echó hacia atrás, mi polla salió de su coño y frotó su
hendidura. Se frotó adelante y atrás sobre mí dos veces más y me sentí
venirme contra ella. Se detuvo un segundo sorprendida mientras sentía
mi esperma caliente en su contra y yo rápidamente la alejé de mí a
medida que continuaba chorreando sobre las sábanas. Gemí cuando
llegué y mi cuerpo se estremeció por alrededor de un minuto, mientras
mi orgasmo descendía.
—Increíble. —habló finalmente ________ cuando abrí mis ojos y la
miré.
—Increíble en verdad. —Le sonreí y bajé su cara hacia mí y la besé.
—Te viniste. —Sonrió y bajó la mirada hacia mi polla ahora flácida.
—Igual que tú. —Le guiñé un ojo y se sonrojó.
—Entraste en mí —Pasó su dedo por mi mejilla—. ¿Significa eso que
ya no soy virgen ahora?
—No —Sacudí la cabeza, alargué la mano y jugué con sus pechos—
. La punta de mi polla apenas entró. Sigues siendo virgen. Toda mi polla
habría tenido que haber entrado en ti, para que hayas perdido tu
virginidad. —Hablé como si supiera que eso era verdad, aunque
realmente no tenía ni idea.
—Oh está bien —deslizó sus dedos sobre mi pecho. —Tu esperma
era cálido —sonrió—. Creo que lo rociaste sobre mí.
—Lo siento, no fue mi intención hacer eso. —Está bien —se echó a reír—. No es que me embarazaras. —Jugó
con mis pezones y me puse rígido ante sus palabras—. No te viniste
dentro de mí, así que está bien.
—No lo hice. —Gemí al sentir mi polla endureciéndose. Todo en lo
que podía pensar era en las paredes de su coño apretando mi polla
desnuda. Cerré los ojos y traté de ignorar el impulso de levantarla y
ponerla sobre mi polla. Incluso si ella era virgen, esa era una idea tonta.
Nunca follé sin condón. Y sabía que ella no estaba tomando la píldora.
Sería un riesgo estúpido. Aunque cada parte de mí quería follarla y
explotar dentro de ella.
—¿Qué? —se acurrucó junto a mí.
—Nada —La abracé y pasé los dedos por su espalda—. ¿Cómo te
sientes?
—Me siento bien —sonrió—. Incluso increíble.
—Bien —Sonreí y la sostuve cerca de mí—. Esto no fue mi plan, por
cierto, cuando te pedí que vinieras.
—Está bien —sonrió—. Me alegra de que hiciéramos esto.
—Yo también —Jugué con su cabello y le sonreí. Aunque una parte
de mí ya estaba empezando a preocuparse. ¿Esto cambiará nuestra
relación? Traté de ignorar las señales de alarma en mi cabeza mientras
la abrazaba.
—¿Por qué no querías hacer el amor conmigo? —susurró contra mis
labios y fruncí el ceño.
—No tenía un condón. —Mentí, pensando en el paquete que tenía
en mi cartera y en mi cuarto de baño. La verdad del asunto era que no
quería ser el que tomara su virginidad. En realidad no. Era algo
demasiado grande para hacerle frente. Y pensé que no era lo
suficientemente bueno para ella.
—Oh que triste —Gimió, su mano bajó y tocó mi polla—. ¿Quién fue
la última persona con la que tuviste sexo?
—Ni siquiera puedo recordar —respondí con honestidad—. Ha
pasado un tiempo.
—¿Quién fue la última persona que tocó tu polla? —susurró contra
mis labios y me congelé. No había alguna maldita manera, de que fuera a decirle que Penelope me había tenido en su boca la noche
anterior.
—No estoy muy seguro, eso fue hace tiempo. —Mentí.
—¿Qué? —sonrió felizmente hacia mí—. ¿Un jugador como tú?
—No soy así de genial como un jugador. —Sonreí.
—Dejas que las mujeres se pongan sobre ti al azar, sin embargo —
suspiró y me miró a los ojos—. No me digas —negó con la cabeza—.
Realmente no quiero saber.
—______, nunca ha sido tan especial con ninguna otra persona,
como ha sido contigo —besé su nariz—. Confía en mí, la única persona
que quiero sosteniendo mi polla ahora mismo eres tú.
—Eso es tan cursi. —Gimió y rodó los ojos.
—Es cierto. —Me reí.
—Oh, Dios mío —se estremeció—. Nos convertimos en esos amigos.
—¿Qué amigos? —Le pregunté con curiosidad.
—Los amigos que follan.
—No hay nada malo con eso. —La besé suavemente.
—Siento que los amigos que follan siempre se pelean. —Hizo una
mueca.
—Esos son los amigos que tienen sexo —respondí rápidamente—. Los
amigos que tienen sexo son más fáciles de pelearse, pero los mejores
amigos que follan, están bien. Es normal, incluso.
—¿Es normal? —Arqueó una ceja hacia mí y me reí.
—Bueno, quiero decir que, está bien —Y se echó a reír también—.
Ahora, quédate tranquila, así puedo recuperar mi energía y hacer que
te corras de nuevo.
—Nosotros nunca vamos a querer ir a cualquier parte de nuevo —
________ jadeaba después de que estuviera sobre ella por segunda vez—. ¿Qué podría ser mejor que esto? —me sostuvo en sus brazos y
sonreí mientras mordisqueaba sus labios.
—Chuparías mi polla —Le guiñé un ojo y gimió.
—Nunca he hecho eso antes. —Se mordió el labio inferior.
—Si no quieres hacerlo, está bien —Aparté su cabello—. No necesito
que hagas eso ______, no quiero que hagas nada con lo que no te
sientas cómoda.
—Lo sé —Asintió con la cabeza y se mordió el labio inferior—.
¿Puedo preguntarte algo Justin?
—Por supuesto. —Le sonreí.
—Quiero que vengas a un lugar conmigo mañana.
—Por supuesto —me encogí de hombros—. Donde quieras.
—Quiero que vayamos a visitar a tu madre. —habló en voz baja y
me congelé.
—Mi madre. —Fruncí el ceño y me aparté de ella.
—Por favor —mordió su labio inferior y pude ver que su expresión era
de dolor—. Si confías en mí como yo confío en ti, vendrás.
—Realmente no quiero ir a verla —Sentí mi cuerpo tensarse sólo de
pensar en ella—. En verdad no quiero ir, ______.
—Te prometo que no tenemos que quedarnos si no estás cómodo —
agarró mi mano—. No estoy haciendo esto para lastimarte, Justin.
—Lo sé —suspiré y cerré los ojos—. Es sólo que no quiero ir a verla.
—Va a ser sólo por una tarde —se inclinó y me besó—. Por favor, por
mí.
—Estás pidiéndome mucho, ________ —Sacudí mi cabeza y
suspiré—. Y quiero decir mucho. Esto es aún más que pedirme lamer tu
coño.
—Tú querías lamer mi coño. —Se sonrojó.
—Sólo porque tú nos hiciste mirar esa porno. —Me burlé de ella.
—No sabía que era una película erótica. —Se sonrojó y me detuve. —________ O'Hara, creo que me estás mintiendo —Mi respiración
se cortó mientras estudiaba su rostro—. Sabías que esa película era
erótica, ¿no es así?
—No. —Sacudió la cabeza y apartó la mirada de mí.
—Sabías muy bien que esa película era erótica —Me reí—. Intentaste
seducirme.
—No traté de seducirte. —Me hizo una mueca y gimió.
—________, dime la verdad, e iré contigo mañana.
—Está bien —enterró su cara en mi pecho—. Sí, había oído que esa
película era erótica y sí, de alguna forma quería saber como era que un
chico lamiera tu coño. Y sí, quería que el chico fueras tú. Después de
que me hablaste de eso la otra noche, he estado pensando en eso —
hizo una pausa—. Estoy tan avergonzada.
—No estés avergonzada —La atraje hacia mí y la besé—. Creo que
eso es impresionante. —La sostuve cerca de mí y cerré los ojos. Una
parte de mí se sentía como si estuviera volando alto y la otra parte se
sentía como si estuviera a punto de dar un paso en falso e irme directo
al infierno. —Hey, hey, hey —Cantó ________ con la radio mientras yo
conducía por la carretera de camino a Beaufort.
—¿Crees que quieres que te lleve a las audiciones de American Idol
en su lugar? —le sonreí mientras seguía cantando lo más alto que podía.
Me devolvió la sonrisa e intenté no hacer una mueca de dolor mientras
sacaba su teléfono del bolsillo. Cada vez que su teléfono sonaba o
recibía un mensaje, tenía miedo de que fuera a ser de Penelope. No es
que pensara que estaba completamente en lo incorrecto. No es como
si ________ y yo fuéramos oficiales o yo hubiera hecho algo para
romper su confianza, pero simplemente no sabía cómo reaccionaría.
Sabía en lo profundo de mí que lo que había hecho era un poco turbio.
—Bueno, ya sabes. No quiero que Simon Cowell se enamore de mí y
me aparte de ti —Dejó salir una risita y sacudí mi cabeza.
—Espero que no seas capaz de dejarme por Simon.
—Ugh —Miró su teléfono y cambió el tema.
—¿Qué pasa? —le di un rápido vistazo y vi que le estaba haciendo
una cara al teléfono.
—Elliott quiere hablar de lo que pasó —suspiró—. Dice que me debe
una disculpa.
—Ignóralo —Niego con la cabeza—. Es tan predecible.
—Sí —Sonó vacilante—. ¿Estás emocionado por ver a tu mamá?
—Yo no diría emocionado, no —Mi tono cambió y sentí a mi corazón
endurecerse—. Sabes que no la quiero ver.
—Es tu mamá, Justin —Su voz fue suave mientras tocaba mi brazo
ligeramente.
—¿Y? —Te arrepentirás si nunca la ves.
—No estoy de acuerdo —Encendí la radio y miré fijamente la
carretera frente a mí. No estaba seguro de por qué había aceptado
venir a Beaufort para ver a mi mamá. Ni siquiera había sabido que
había vivido tan cerca. Ni siquiera supe cómo ________ sabía. No me
importaba. No quería que me importara. También estaba molesto por
que me hubiera convencido de venir. Sabía que había aceptado
solamente porque todavía me estaba sintiendo elevado por mi
orgasmo. La única cosa era que tampoco quería pensar en el orgasmo.
No quería pensar en tocar a ________. Tenía vergüenza de haberla
tocado y disfrutarlo, sabiendo que nunca podría darle lo que quería.
—Justin —extendió la mano y bajó el volumen—. No la puedes
ignorar por el resto de tu vida.
—Nunca me contactó —escupo amargamente—. Ni una vez desde
que se fue. No cartas. No presentes. No visitas. No nada. ¿Por qué

JustinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora