—Pero, ________ —grité tras ella—. Te amo. Ella ni siquiera se detuvo. No miró hacia atrás ni vaciló cuando lo
grité. Era como si mis palabras no significaran nada para ella. Era como
si, después de todos estos años, a ella ni siquiera le importaran. ¿Cómo
no iba a importarle? Había pensado que era todo lo que necesitaba oír.
Pensé que mi declaración de amor sería suficiente. Pensé que iba a
cambiar todo, pero no significaba nada. Ya era demasiado tarde.
Había imaginado que sería demasiado tarde.
Seis Semanas Después
Hay un dicho, solo sabes lo que tienes una vez que lo has perdido.
Estoy aquí para decirles que eso es cierto. Las últimas seis semanas de mi
vida han sido una mierda. Tengo una barba gigante. Mi cabello está
desordenado, mis ojos están enrojecidos. He perdido peso. Me veo y me
siento como la mierda. Supongo que algunas personas llaman a lo que
yo estoy pasando, sufrimiento. Estoy aquí para decir, se siente más
como la extracción del corazón. Mi corazón ha sido poco a poco y
dolorosamente sacado de mi cuerpo. Y es por eso que hoy, sabía que
tenía que ir a verla. Necesitaba arreglar las cosas. El rechazo de
________ me había hecho darme cuenta con cuántas cosas no
había estado tratando en la vida.
Me detuve en la entrada y tomé una profunda respiración mientras
salgo del auto. Esta vez no lo dudé. No sentí lástima por mí mismo. No
recordé mi infancia. Ni siquiera me sentí triste. Sabía lo que realmente
era el dolor ahora. Me acerqué a la puerta principal con los hombros
cuadrados y llamé a la puerta. Oí a alguien corriendo a la puerta y
luego se abrió lentamente.
—Justin. —Sus ojos se abrieron por la sorpresa y acarició su cabello
bajándolo.
—Mamá —asentí—. ¿Puedo entrar?
—Oh, por supuesto. —Dio un paso atrás—. Perdón por el desorden.
No sabía que ibas a venir. Limpié la última vez porque tú amiga dijo que
ibas a venir, pero no me lo dijo esta vez.
—Ella no lo sabía. —Entré y miré alrededor. Estaba
sorprendentemente limpio y acogedor. Se veía mejor de lo que pensé
que sería—. Se ve bien aquí. —Gracias. —Sonrió—. Trato de mantenerlo bien, por si alguien
aparece.
—Sí. —Fruncí el ceño cuando vi todas las fotos de la pared—. ¿Ese
soy yo? —Me acerqué a las fotos y comencé a mirarlas en shock. Había
fotos de mí, yo y ________ de niños hasta hace unas semanas. —¿De
dónde sacaste esas?
—Tu amiga ________ me las envió. —Sonrió—. Esa es mi favorita.
—Se acercó a una foto de su repisa sobre la chimenea y me la entregó.
—Ambos se ven tan felices.
Era de la graduación de secundaria. Los dos estábamos haciendo
muecas a la cámara. Nuestros ojos estaban brillando y nuestras cabezas
presionándose entre si mientras manteníamos nuestras lenguas hacia
fuera. Mi brazo estaba alrededor de su hombro y ella estaba sonriendo.
Nos veíamos felices. Realmente felices. Mi corazón duele mirando la
fotografía.
—No sabía que las envió. —Fruncí el ceño.
—Ella y su Nanna solían venir a visitarme, una vez cada dos meses. —
Se encogió de hombros—. Asegurándose de que estaba bien y me
daban noticias sobre ti.
—Ya veo. —Fruncí el ceño—. Nunca supe eso.
—Decían que querían noticias mías para ti, pero sabía que era para
asegurarse de que yo estaba bien. Querían contactarme contigo. —Se
sentó en una silla—. Me dijeron que me extrañabas y necesitabas, pero
nunca supe qué decir.
—¿Te pidieron contactarte conmigo? —Mi respiración se atrapo—.
No puedo creer que hicieran eso.
—Ellas te aman. —Me dio una sonrisa débil—. Querían verte feliz.
—Siempre he sido feliz. —Mentí.
—No tienes que mentirme. Sé que no he sido la mejor mamá. —
Cerró los ojos y cubrió su rostro—. Traté de mantenerme sobria, ya sabes.
—Sí. —Asentí, sin saber qué decir.
—Me enviaron flores cada día de las madres también. —Suspiró—.
Trataron de decir que eran de ti, pero lo sabía. —Sí. —Aparté la vista. ¿Cómo no había sabido nada de esto?
—Esa ________ te ama. —Me miró—. Solía pensar que era
estúpida. Haciendo tanto por ti. Tú ni siquiera lo sabías. Solía sentirme
mal por ella. Estaba atrapándose en el dolor. —Suspiró. —¿Pero
supongo, que esa es la belleza del amor, no? Hacer cosas para hacer
feliz a las personas, sin que ellos alguna vez lo sepan.
—Supongo que sí.
—Es hermosa. Realmente se convirtió en una hermosa chica. —Me
sonrió—. Yo solía ser hermosa también.
—Aún eres hermosa.
—Apenas dices eso. —Suspiró—. No amo tan desinteresadamente
como ella lo hace. Toda su vida te ha amado.
—Sí. —Miré hacia abajo. ¿Cómo no vi eso? —¿No entiendo porque
nunca me lo dijo?
—Creo que ella no quería hacerse ilusiones, yo nunca lo hubiera
superado. Tengo la costumbre de rescatar por las personas.
—¿Por qué te fuiste?
—Amaba el alcohol más que a mí. —Lágrimas brotaron de sus ojos
mientras me miraba fijamente—. Cada día que estoy sobria, me
pregunto lo que podría haber sido.
—Papá aún no hubiera estado contigo.
—Quiero decir, si me hubiera quedado para ti. —Me ofreció una
pequeña sonrisa—. Si te hubiera criado. Si hubiera estado allí para ti.
¿Qué hubiera sido la vida?
—Escogiste un camino diferente.
—Nunca he dejado de amarte. —Comenzó a llorar—. Todos los días,
pienso en ti. Veo tu rostro como un pequeño niño. Veo tu rostro
pidiéndome un helado. Te siento abrazarme. Veo tus grandes ojos
azules. La jodí Justin. Te amo mucho. Ni siquiera puedo soportar el dolor
que te he causado. El dolor que me he causado. Cada noche me
acuesto y rezo para verte de nuevo. Sostenerte de nuevo. —Lágrimas
salían de sus ojos mientras sollozaba. —¿Sabes lo que es arruinarlo y seguir arruinándolo? Creo que no puedo hacerlo bien. No quiero ser esa
persona. No quiero decepcionarte. No quiero que me odies.
—No te odio —dije en voz baja y en este momento sabía que era
verdad. No la odiaba. Nunca la había odiado. Había sufrido, asustado,
rechazado, confundido, pero nunca la había odiado. Compadecido de
ella, sí, me sentía mal por ella misma y por mí, sí, pero odiar. Nunca.
—Eres un buen chico. —Asintió y tocó la parte superior de mi
cabeza—. Tienes un buen corazón.
—No estoy seguro de cómo. —Bromeé.
—________. —Deslizo sus dedos por mi barba—. Su alma es
angelical. Es natural que te haya tocado.
—Ella me odia ahora. —Suspiré—. Me odia.
—Ella nunca te odiara, Justin. —Sus ojos me sonrieron—. Esa chica te
ama más que la vida misma.
—Yo... —Mi voz se quebró y desvié la mirada. —La jodí.
—Esa es la belleza del amor. —Su voz sonaba melancólica—. Yo
estaba equivocada antes, cuando le dije que era como yo. Cuando le
dije que estaba amando en vano. Estaba equivocada. ¿Tú la amas,
cierto? Realmente la amas. Tu rostro es diferente cuando hablas de ella.
Ella está en tu corazón.
—¿Porque... como... —suspire.
—No sé lo que pasó con ella, Justin, pero no dejes que se mache —
susurró—. Te arrepentirás por el resto de tu vida.
—No sé qué hacer.
—Sigue tu corazón, Justin.
—No sabía que tenía uno hasta hace poco.
—Siempre toma a los hombres un poco más de tiempo averiguarlo.
—Lo siento por papá, sé que debe haber dolido.
—No lo sientas. Yo soy la que lo siente.
—Me tengo que ir ahora. —Salté, mi corazón latiendo y mi cabeza
repleta de ________—. Necesito hablar con ________. —Lo sé. —Se lamió los labios—. Y Justin... —Se detuvo y me miró con
ojos esperanzados.
—Aquí —abrí mi billetera—. Tengo $40 para darte. —Saqué los
billetes y se los entregué.
—No. —Sacudió la cabeza y rechazó el dinero—. No lo quiero. Volví
a rehabilitación. —Medio sonrió. —Es difícil, pero estoy tratando.
Realmente estoy tratando.
—Bien por ti mamá. —Dejé el dinero sobre la meza—. ¿Que ibas a
decir?
—¿Vendrías a verme otra vez?
—¿Quieres que lo haga?
—Nada me gustaría más. —Se puso de pie y caminó hacia mí—. No
hay nada que me gustaría más, excepto tal vez un abrazo.
—Ven aquí, mamá. —La tiré a mis brazos y la abracé fuerte. Me
devolvió el abrazo, aún más fuerte y podía sentir su llanto sobre mi
pecho. Froté su espalda y nos quedamos allí durante diez minutos solo
abrazándonos.
—Te amo, Justin. —Sollozó contra mi pecho—. Te amo tanto.
—Yo también te amo, mamá. —Le susurré al oído—. Te prometo que
volveré a verte pronto. Lo prometo.
Salí de la casa de mi madre sintiéndome como un hombre
completamente diferente. Me avergonzaba de mí mismo. Realmente
avergonzaba de mí mismo. ________ había tenido razón. Toda mi
amistad con ella había sido egoísta. Completamente egoísta. Solo
había escogido ignorar todas las señas de mi completa y absoluta
idiotez. Saber que ______ y Nanna habían venido a ver a mi mamá
todos estos años me hizo darme cuenta de lo importante que era para
ambas. Ambas me amaban más de lo que yo merecía. Recordé una
conversación, que había tenido con ________ hace muchos años.
Me dijo que solo le daría su virginidad al hombre que amaba, pero por
supuesto yo había elegido olvidar ese hecho cuando la había tomado.
Había estado ciego durante tantos años a sus sentimientos y los míos
propios. Ella había sido de hecho mi novia. Había hecho todo conmigo.
Solo que yo no había querido reconocer la verdad de mis sentimientos
hacia ella. Me metí en mi coche, listo para llamar a ________ y rogarle
vernos. Necesitaba hablar con ella. Sin embargo, sabía que una
conversación a solas no iba a ser suficiente. Necesitaba hacer un gesto
grandioso. Saqué mi teléfono y llamé a Nanna.
—Nanna, soy yo Justin.
—Justin —su voz era alegre—. He estado esperando por tu llamada.
—¿En serio? —Sabía que sonaba sorprendido.
—He estado esperando a que vuelvas a tus sentidos.
—¿Qué? —mi mandíbula cayó.
—¿Supongo que has vuelto a tus sentidos?
—La amo, Nanna —susurré.
—Sí, volviste a tus sentidos. —Sonaba satisfecha—. Estaba
preocupada de que fueras a ser terco.
—¿Hace cuánto tiempo lo sabes?
—________ te ha amado desde que era una niña, Justin. —Se
echó a reír—. Yo sabía que estabas enamorado de ella cuando tenías
13.
—¿Qué? —Mi mandíbula cayó. —¿De qué estás hablando?
—Una abuela sabe esas cosas, Justin.
—Ella me odia ahora.
—No te odia. —Su voz era firme—. A pesar de que yo estaba lista
para golpearte cuando empezaste a dormir con ella.
—Lo siento, Nanna.
—Está bien. —Suspiró—. Ustedes los jóvenes hacen cosas tan
retorcidas estos días.
—No me refiero a tomar...
—Justin, no vamos a discutir esto. —Rió—. Todavía soy una señora
pasada de moda, ya sabes. Me alegro de que hayas entrado en razón.
—¿Que si ella no me acepta? —Suspiré—. La cagué. —¿Te refieres al problema con esa Penelope?
—Sí. —Suspiré. ¿Por qué Nanna tenía que saberlo todo?
—No te acostaste con ella, ¿cierto?
—No. —Era firme y ella rió.
—________ solo está siendo melodramática. Le rompiste el
corazón, Justin. Ella te ha estado amando por años y justo cuando
piensa que estás dentro de su alcance, la traicionas con su mejor
amiga.
—No la traicioné. No estábamos juntos aún.
—No importa cuando sucedió, Justin. —Suspiró—. Los celos y el amor
tienen mente propia.
—No he pensado en otra chica desde que estamos juntos.
—Dile eso a ella.
—No me habla.
—Bueno, eso definitivamente es un problema.
—¿Puedo ir este domingo? Quiero decirle cómo me siento.
—¿En frente de la familia? —Sonaba sorprendida.
—Sí.
—¿Un gran gesto, entonces? —Sonaba satisfecha.
—Sí. Quiero que el mundo lo sepa.
—Bien. —Sonaba feliz—. Ven a eso del mediodía.
—Ah, y Justin.
—¿Si, Nanna?
—El domingo es su almuerzo de despedida. Ella se mudará a
Cambridge la semana que viene.
—Oh. —Mi corazón cayó—. ¿No es eso rápido?
—La vida se va rápido, querido. Es debido a eso que hay que
aprovechar todas las oportunidades y vivir la vida al máximo —Sí, gracias Nanna. —Colgué el teléfono, sintiéndome entusiasmado
y deprimido. Una parte de mí se preguntaba cuál era el punto. Si ella se
iba de todos modos, ¿qué más daba? Pero sabía en ese momento que
siempre tendría importancia. Ella siempre importaría. Tenía que decirle la
verdad.
El domingo llegó rápidamente. Sentía como si toda mi vida estuviera
en juego. Este era el día más importante de mi vida y tenía miedo de
joderlo.
—¿Seguros que saben lo que tienen que hacer? —Miré a Tomas,
Brody y Jake en mi asiento de atrás.
—Si —dijeron al unísono y sonrieron.
—No lo arruinen. —Los fulminé con la mirada, sintiéndome agitado.
—No lo haremos. —Jake sonríe—. Me alegro de que finalmente estés
admitiendo que estas caliente por mi hermana. No estaba seguro de
cuánto tiempo podría tomarte.
—Muy gracioso. —Me quejé y le devolví la sonrisa—. Está bien, sshh.
Voy a llamar a Nanna. Ella va a traer a tus padres y ______ afuera. —
Me detuve y aparqué algunas casas arriba—. Hey, Nanna. Soy yo.
Llévalos afuera. —Miré a los chicos y limpié mi frente. Estaba sudando a
tiro limpio de miedo.
—Vas a estar bien, Justin. —Tomas me sonrió.
—Me siento mal del estómago. —Gemí y ajusté mi corbatín—. ¿Me
veo como un tonto?
—¿Honestamente? —Rió y lo fulminé con la mirada—. Te ves bien
hermano.
—Argh. —Miré mi reflejo en la ventana. Mi pelo fue cortado
recientemente y parecía tan perfecto como podría ser. Me veía como
un lio nerd en el disfraz, pero todo era parte del acto—. Brody, Jake,
Tomas, ¿todos ustedes saben lo que tienen que hacer? —pregunté de
nuevo.
—Sí —dijeron al unísono y suspiré. —Solo compruebo. —Miré a Jake y sonreí—. Ese traje te queda.
—Nunca me hubiera vestido como un caballo blanco si no
estuvieras cortejando a mi hermana. —Hizo una mueca—. Me veo
como un idiota.
—Te ves bien. —Sonreí—. Brody, ¿tienes la cámara lista?
—Sí —asintió.
—¿Estás listo para luchar? —Le sonreí a Tomas, él asintió y jugó con
su espada.
—Sí, Príncipe Encantador. Vámonos.
—Están afuera —exclamó Jake y me congelé—. Vamos a hacer esta
mierda.
—Está bien, chicos. Vamos. —Tomé una respiración profunda y
agarré las riendas sobre el traje de Jake. Golpeé su hombro y él fingió
galopar por el camino. Fingí que lo montaba y mi corazón latía con
fuerza cuando llegamos a la casa de Nanna. Nanna y los padres de
________ se echaron a reír cuando me vieron, pero la expresión de
________ permaneció estoica.
—¿Alguien ha visto a la bella, Princesa ________? —grité mientras
caminábamos hasta la entrada.
—¿Alguien preguntó dónde estaba mi ________? —Tomas llegó
corriendo hacia la entrada con su espada falsa.
—Ella no es tuya —grité—. Lucharé contigo por su mano.
—¿Quién te crees que eres, Príncipe Encantador? —Tomas llegó
cargando contra mí y sacó la espada.
—Mi nombre es Justin Encantador —grité y pude ver los labios de
________ curvarse. Eso me dio el impulso que necesitaba y me metí
en el personaje aún más—. Estoy aquí para ganar a la Princesa
________. He venido a demostrar mi amor y probarme a mí mismo. —
Me volví hacia ________—. He venido a cortejarla, Princesa
________. Déjeme probarme.
—¿Qué está pasando, Justin? —Miró sorprendida.
—Hace mucho, mucho tiempo, había una chica llamada
________. Ella tenía un mejor amigo que se llamaba Justin. Él era unidiota y por muchos, muchos años, no se dio cuenta de lo mucho que la
amaba, hasta que fue demasiado tarde. Entonces un día, Justin
despertó y recordó lo que su amor había dicho. Ella dijo que quería
romance. Dijo que quería un príncipe azul. Dijo que quería su alma
gemela. Dijo que quería a alguien que la amara más que a la vida
misma. Estoy aquí porque yo soy esa persona. Nunca quise o soñé que
podía ser esa persona porque nunca creí en él. Sin embargo, tú has
estado aquí a mi lado todo este tiempo. Nunca creí en él, porque era
un estúpido. No me di cuenta de lo que teníamos todo este tiempo.
________ O'Hara, tú eres el ancla de mi barco, el fuego en mi sol, el
agua en mi océano. Eres el amor en mi corazón, el aliento en mi aire, la
voz en mi sueño. Eres mi todo y yo ni siquiera lo sabía. Lo eché a perder
y casi me alejé, pero tú nunca te diste por vencida conmigo y yo no voy
a renunciar a ti y tu amor. —Entonces tomé una respiración profunda.
Pude ver a Nanna sonriéndome y llorando. Hubo silencio en el patio,
aparte del sonido de los latidos de mi corazón. Me acerqué a
________, tomé sus manos y caí de rodillas.
—Ruego por tu perdón. Yo era joven y tonto, inmaduro e infantil. —
Me mordí el labio inferior—. Te amo ________, por favor puedes
darme otra oportunidad.
—Oh, Justin. —Sus ojos estaban llenos de amor—. No puedo creer
que estés haciendo esto. —Negó con la cabeza y me levantó para
unirme a ella—. Simplemente no puedo creer que seas tú, Justin.
—Me diste alas, ________. Me dejaste volar. No quiero retenerte
de cualquier cosa en la vida. Siempre estaré aquí para apoyarte. No
quiero que pienses que solo estoy diciendo esto porque no quiero que
vayas a Harvard. No quiero retenerte. Quiero que vayas a Harvard.
Quiero que hagas lo que tú quieras. Incluso si eso significa salir con otros
chicos. Esperaré por ti. Esperaré sin importar el tiempo que eso tome.
Todo lo que quiero es a ti. No quiero que pienses que estoy haciendo
esto por mí. No quiero detenerte de hacer algo. Esperaré por ti, para
siempre, ________. Necesito que sepas que estoy aquí para siempre.
Te amaré por siempre. Cuando estés lista para mí, estaré aquí. Todo lo
que quiero es a ti.
—Oh, Justin —dijo de nuevo y me atrajo hacia ella—. Te amo.
—No puedo esperar eternamente, ________. Tú eres mi hogar. No
voy a ninguna parte. —Te amo, Justin. —Me besó suavemente y todos alrededor de
nosotros aplaudieron. Miré a mí alrededor en estado de shock. Había
olvidado por completo de que no estábamos solos—. Te amo tanto.
—No sabes lo mucho que eso significa para mí. —La abracé con
fuerza hacia mí, mi corazón rebosando con alegría.
—Estoy muy sorprendida. ¿Por qué hiciste esto? —Sus ojos buscaron
los míos.
—Porque una vez me dijiste que querías un hombre quien te diera las
estrellas. —Hice una pausa—. Pero yo quiero hacer más que eso. Quiero
darte la luna, las estrellas, la galaxia entera. Te amo con cada latido de
mi corazón. No puedo vivir sin ti.
—Yo también te amo, Justin. Siempre te he amado. —Ella se acercó
y tocó mi rostro cautelosamente—. No quiero estar con nadie más que
tú. Nunca he querido estar con nadie, excepto tú. —Entonces me besó,
tomé la parte posterior de su cabeza y deslicé mis dedos a través de su
cabello mientras la besaba tiernamente. Podía oír a todos a nuestro
alrededor aun alentándonos y cuando Nanna dijo "Finalmente" ambos
nos separamos y comenzamos a reír.
—Esto es para siempre —le susurré al oído—. Espero que lo sepas.
—Siempre lo he sabido. —Me sonrió ligeramente—. Siempre lo he
sabido, Justin.
—Supongo que tú ________ O'Hara pronto tendrás que decirle a
todos que tienes novio. —Le sonreí.
—¿Está seguro? —Me guiñó un ojo. —No quiero que nadie piense
que estas siendo serio con alguien.
—Mejor asegúrate que todos lo sepan. —La agarré por la cintura y le
di la vuelta—. Quiero que todo el mundo sepa que ________ O'Hara y
Justin Madison están juntos y nadie va a separarlos. —La puse cerca del
suelo, ella tomó mi rostro entre sus manos y me besó suavemente.
—El mundo ya lo sabía —susurró contra mis labios y los dos nos
quedamos allí tomados de la mano, sonriendo como idiotas. Me sentí
como el hombre más feliz del mundo. No estaba seguro de lo que iba a
venir ahora, pero sabía que lo que sea que pasara, ________ y yo lo
superaríamos. Podríamos superar cualquier cosa juntos. Eso es lo que significaba el amor al final del día. Significaba pasar la vida juntos y
apoyarse mutuamente, sin importar lo que pasara.
Epílogo
—¿Irías a Big Brother? —________ mordisqueó su lápiz mientras se
sentaba delante del televisor haciendo una lista.
—No. —Negué con la cabeza y miré la pila de ropa en frente de
mí—. ¿Tú lo harás?
—Tal vez. Si es que pensaba que fuera divertido.
—¿Piensas que sería divertido?
—Tal vez. —Sonrió. —¿Cómo vas?
—No muy bien. —Suspiré—. No sé qué empacar.
—¿Quieres que te ayude? —se puso de pie, se acercó a la mesa y
miró mi pila de ropa.
—Si dejo que me ayudes, jamás me dejaras olvidarlo. —Reí—.
Siempre me dices que eres mi sirvienta.
—Tengo el atuendo de French Maid ahora. —Sonrió con picardía.
—¿Estás tratando de hacerlo para que no nos vayamos mañana? —
Levanté una ceja. —Porque te tomare en el dormitorio justo ahora y no
habré terminado contigo hasta mañana por la mañana.
—Nos vamos a las 6 de la mañana.
—No si te pones ese atuendo de sirvienta.
—Justin. —Se rió y me besó—. Eres un tonto.
—Un tonto que está enamorado de ti.
—No puedo creer que estemos haciendo esto. —Sus ojos se
abrieron—. No puedo creer que vayas a venir a Massachusetts
conmigo. —Ey, no logre entrar a Harvard, pero Boston College es igual de
bueno. —Sonreí—. Le diré a todo el mundo que mi novia es más
inteligente que yo.
—No soy más inteligente que tú. —Se sonrojó, la agarré y la tiré hacia
mí.
—Hmm, ¿puedo decir más sexy entonces? —le guiñó un ojo y ella
presiona su cuerpo contra el mío—. Definitivamente más sexy.
—Creo que tú eres muy sexy. —Se rió y pasó sus manos por mi pelo—
. Todas las chicas se van a volver locas por ti.
—No podría importarme menos. Soy un hombre de una sola mujer.
—Me alegro de oír eso. —Me besó suavemente—. Esperemos que
todos esos frikis de Harvard no estén detrás de mí.
—No van a llegar a pasar de la puerta principal. —Sonreí y la besé
con fuerza—. Así que ni siquiera pienses en traerlos a casa. No me
importa si los llamas un amigo o un compañero de estudio.
—Oh, Justin. —Negó con la cabeza hacia mí—. Esto va a ser una
locura. No puedo creer que vayamos a vivir juntos.
—Lo sé. —Sostuve sus manos en las mías—. Es un gran paso.
—Me sorprende que mis padres hayan dicho que sí. —Hizo una
mueca. Pensé que su papá iba a tener un ataque al corazón cuando se
lo dije.
—Sí, gracias a dios por Nanna. —Sonreí—. No estoy seguro que ellos
hubieran estado tranquilos con eso, si ella no hubiera dicho algo.
—Ella está tan feliz de que por fin estemos juntos. —________
comenzó ordenar mis camisetas—. Creo que casi se había convencido
de que nunca iba a suceder.
—Sin embargo finalmente entre en razón. —Negué con la cabeza—.
Aunque, tengo que admitir, tu sensualidad ayudó.
—Me preguntaba cuántos sujetadores tendría que quitarme para
llamar tú atención. —Sonrió y la miré con sorpresa.
—¿Dormías sin sujetador para encenderme? —gruñí y pasé mis
dedos sobre sus pechos. —¿Sabes cuántas veces mire tus pezones y
tuve que alejarme porque me sentía como una basura? —No. —Rió y gimió cuando apreté sus pechos en mis palmas.
—Pequeña provocadora. —Negué con la cabeza—. Lo sabías
totalmente.
—Bueno, no es como si alguna vez hayas tratado de quitar tu
erección mañanera de mi culo. —Estiró una mano y agarró la parte
delantera de mis pantalones—. Me despertaba con tu dureza cada
mañana que me quedaba a dormir.
—No sabía que la sentías. —Hice una mueca—. Nunca dijiste nada.
—¿Qué iba a decir? Justin tu pene se encuentra duro contra mi
trasero, ¿puedes moverlo o hacer algo más con él? —se rió.
—Podrías haber extendido la mano y tocarlo. —Reí—. Me hubiera
gustado eso.
—Apuesto a que sí lo habría hecho. —Susurró contra mis labios y
luego chupó mi labio inferior.
—Pero no te preocupes. Tendré un montón de sorpresas mañaneras
para ti una vez que lleguemos a Boston.
—¿Lo prometes? —ella sonrió y gemí cuando me sentí cada vez más
duro.
—¿Estás cansada por el increíble sexo de la mañana? —Le guiñé un
ojo y se sonrojó. Justo esta mañana me había despertado con
________ chupando mi polla. Tan pronto como me había
despertado, ella se había subido sobre mí y no puedo decir que estaba
completamente despierto hasta que empezó a montarme duro.
—Siempre y cuando tú lo estés.
—Lo estaré cuando quieras, en cualquier segundo del día. No me
importa dónde estemos. —Le acaricié el pelo—. Estoy muy emocionado
de que estemos empezando la siguiente parte de nuestras vidas juntos,
________. No pensé que la vida podría ser mejor, pero creo que este
nuevo viaje va a ser el comienzo de una maravillosa nueva vida juntos.
—Yo también. —Susurró, con sus ojos brillantes—. No estamos locos,
¿cierto?
—Esa es la única forma en que estamos. —La retuve entre mis
brazos—. Estamos locos de amor y eso es todo lo que podría pedir. —Te amo, Justin Madison. Nos tomó un tiempo para por fin llegar
hasta aquí, pero por dios estoy feliz de haberlo hecho. Gracias por venir
conmigo a Boston. Gracias por amarme. Gracias por darme una vida
increíble que esperar.
—Gracias a ti, ________ O'Hara. No puedo esperar para el
próximo paso en nuestra vida. Sé que va a ser maravilloso. Te amo mi
maravillosa hermosa, Big Bertha. —Sonreí y ella empezó a reír.
—Eres un idiota, Justin.
—Y me amas. —La besé y abracé cerca de mi corazón. Nada
nunca se había sentido tan maravilloso o tan nuevo. Estaba
emocionado de ver donde el viaje nos llevaba. Estaba entusiasmado
de reinventarme. Estaba ansioso por nuestro nuevo comienzo. No tenía
ni idea de lo que este viaje sería, pero sabía que todo lo que se nos
pusiera nuestro camino, seríamos capaces de reírnos de ello.