Capítulo 2°: Arco I parte II

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Arco I: Parte II

Me acuerdo que me perdí al mes de junio sin haberlo perdido; que falta un mes en mi vida por una desmemoria; busco una solución a este problema y escucho cómo se llueve; el concierto número dos para piano cómo me moja de toda preocupación; cómo el diálogo se vuelve asunto de tres.

Poema Rachmaninov en el libro La escritura de arcilla; Paula Einöder.

Jeon Seokjin había sentido toda su vida que algo hacía falta.

Quizá no falta como una extremidad perdida o como un abuelo que fallece o una mascota que se escapa, solo...falta.

Pero tenía quince años y era una persona muy racional. Racional del tipo: Oh, este niño parece un pequeño adulto. Ya no era un niño, todavía no era un adulto, pero era muy racional. Así que se tranquilizaba a sí mismo y se decía las mismas palabras que Jungkook hyung repetía, a pesar de que no era muchísimo mayor que él: "cuando crezcas, lo entenderás"

Le daba la sensación de querer crecer y a la vez no. ¿Cuándo se suponía que sabría que había crecido? A su parecer, quince años parecía mucho tiempo, pero quizá no lo era. No era lo suficiente.

Así que esperaría y entonces, entendería.

¿Entender qué? Ya no estaba muy seguro de querer saber qué quería, tan desesperadamente, entender.

Ah. La sensación de echar en falta algo.

Quizá él sabía qué hacía falta, pero no entendía.

Había sido muy inteligente y muy...analítico, desde pequeño, todo el mundo le decía cosas por el estilo, pero él no se sentía demasiado diferente, no muy inteligente tampoco, solo le gustaba pensar demasiado, calcular, racionalizar cada pequeña cosa y luego...luego nada. Solo era eso, no había mucho qué decir ahí.

Quizá esa fue la razón por la que decidió irse por la beca en la escuela de artes y no la de ciencias, podía pensar demasiado, pero él, en sí mismo, no hacía mucho, no era mucho. Estaba incompleto, de una forma metafórica. Le gustaba el arte, al contrario de la ciencia, porque no tenía que ser perfecto, tenía...su propia definición de perfección, su propia escala de belleza.

Él era rígido, la ciencia era rígida, no había necesidad. Lo pensó mucho, no había necesidad.

Caminaba por la acera desde la dirección del mini mercado y pensaba en su propia vida porque eso era lo único que hacía mientras no tenía nada más que hacer. Tenía un montón de personas que podía considerar amigos y era especialmente bueno en hacer sentir cómoda a la gente y en divertirse, si era el caso, pero eran todas las cosas que hacía para no sentirse solo. Sin embargo, a pesar de todo, el trayecto entre el mini mercado a su casa, de su casa a la escuela, de la escuela al estudio, todos los caminos que tomaba, siempre eran transitados por su sola figura individual.

No se quejaba, tenía quince años, cuando creciera...lo entendería.

Caminó un poco más rápido, el compañero de clase de Wonwu hyung seguro llegaría pronto y él tendría que decirle que su hermano era un irresponsable, porque por alguna razón siempre era Seokjin sacando la cara por su hermano mayor.

Era estúpido, Jin debería tener algo qué decir al respecto, pero era el niño abandonado, el niño adoptado, el niño recogido, el niño indeseado. Levantar la voz en la casa de los Jeon era un no, no para él.

Tampoco había sido así en la casa de los Kim, él podía recordar vagamente, pero al menos había sentido que era su casa, su familia, pertenecía.

All The Lights We Can Not See | M. YG - K. SJDonde viven las historias. Descúbrelo ahora