Por siempre, amor

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Caleb:

Rabia, ira desmedida y un instinto salvaje fue lo que pasó por mi mente mientras Samantha me contaba su historia.

Lo disfruté, disfruté sentir mi puño partir la piel de su cara. Disfrute mis manos mancharse de sangre mientras lo golpeaba.

No soy sádico, no me gustan los problemas pero con ese maldito hijo de puta perdí los estribos, podía haberlo matado en ese mismo momento y no me arrepentiría.

¿Abusar de una chica? ¿Golpearla como un cobarde y amenazar a su hermano pequeño con tal de que no se descubra tu podrida realidad?

¿Con qué derecho te crees, maldita sabandija, para herir algo tan puro y salir impune?

Trato de respirar controlandome para no despertarla ahora que finalmente ha logrado dormir.

Me duele en el Alma sus lágrimas, me duele tanto que siento un dolor gigantesco en el pecho cuando aprieta mi mano en sueños y suelta un gemido de dolor.

Vuelvo a abrazarla respirando su aroma mientras paso mis dedos por su cabellera castaña.

La quiero, joder por supuesto que lo hago.

¿Qué otra explicación tengo para esto que me hace sentir?

¿Si esto no es amor entonces que lo es?

Samantha se calma y vuelve a respirar tranquilamente mientras la abrazo colocando mienten sobre su cabeza.

Decidimos quedarnos en casa de Hunter para evitar problemas y preguntas. Me duelen los nudillos además de que los tengo destrozados, si mis padres me ven así comenzarán a orquestar un tercer grado y finalmente terminarían sacandome información con sus eficaces tácticas, pero esa información no me pertenece, no soy quien para compartirla.

Espero una hora aproximadamente antes de levantarme para ir a la cocina, necesito beber agua.

Me encuentro con Hunter que está despierto mirando a la nada con su muñeca debajo de la cabeza.

— ¿No puedes dormir? — pregunto después de tomar el vaso con agua y sentarme a su lado en la mesa.

— No, la noche de hoy fue algo agitada. — contesta con una pequeña sonrisa mientras se pasa la mano por la frente y suspira.

Me cae bien Hunter, en este mes habíamos hecho una buena relación y sabia que era de los buenos, en realidad todos lo eran, incluso Zed, aunque debo aceptar que lo he atrapado mirando a Sam de una forma no muy inocente sin que nadie se de cuenta, o al menos eso cree él.

— Ni que lo digas. — respondo enseñándole la mano.

— Espera. — se levanta y va por algo en la nevera, cuando llega de nuevo veo que es hielo y con una bolsa lo pone en mi mano izquierda.

— Gracias. — suelto aire cuando el frío hace contacto con mi mano. — Samantha no quiere ir al campamento. — cambio de tema.

— ¿No?

— No, dice que ahora mismo no tiene cabeza para eso.

Hunter asiente y se queda en silencio, se que tiene curiosidad por lo que pasó hoy.

— ¿Qué paso Caleb?

— No es mi ocupación decírtelo, no puedo.

— ¿Tan malo es?

— ¿Creés que hubiese reaccionado de esta forma sino lo fuera? — le sonrío amargamente.

Vuelve a asentir soltando aire.

Caleb (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora