La felicidad

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Samantha:

— De acuerdo, dime algo que no sepa nadie más.

Llevamos media hora haciéndonos preguntas tontas en un pequeño parque cerca de la playa después de salir de la escuela.

— Creo que lo sabes todo. — contesto mirando la pequeña florecita que Caleb me entregó.

— Algo tiene que haber.

— Déjame pensar. — en realidad si había algo que no sabía pero sonaba muy tonto.

— Espero. — dijo sonriendo.

— Mi mayo sueño es entrar en la universidad de Cambridge en Londres, tiene uno de los mejores programas de literatura. — suelto rápido.

— Vaya, tienes ambición.

— Ya... — suelto una pequeña carcajada. — En uno de mis libros favoritos la protagonista se gradúa en ella y se convierte en una de las mejores escritoras del mundo. Siempre soñé ser como ella.

— ¿Por qué no lo intentas?

— Ja. — río nerviosa. — Porque es imposible que entre.

— ¿No puedes solicitar una beca?

— Caleb es algo imposible, aunque mis padres han estado guardando dinero desde que supieron que yo estaba en el vientre de mamá Cambridge es muy competitiva y nunca me aceptarían.

— Eso no lo sabes, además si estás tan segura de que no entrarás no pierdes nada con intentarlo.

— ¿Y tú? — Cambio de tema.

— Que astuta eres Samantha, pero te lo diré. — alza una ceja al darse cuenta de lo que hice. — Yo ya estoy aceptado en la universidad de arte de CampVille, un profesor de ahí vio mi trabajo y después de analizar mis expedientes y algunas cartas de recomendación de cuando vivía en Francia me dio Admisión temprana.

— ¡¿Por qué no me lo habías dicho?! — grito abrazandolo para luego darle un golpecito en el pecho.

— Fue hace solo semanas, si te soy sincero me olvidé. — No le creo.

— ¿Por qué no te creo?

— Mi abuelo falleció, esa es la razón por la que nos trasladamos a Capri. — hace una pausa. — Mi abuela quiere que estudie Negocios para que me encargue de la cadena de hoteles que poseen, me lo pidió llorando porque mi papá se negó.

— ¿Si tu padre se negó porque tienes que hacerlo tú?

— Papá me dijo que no lo hiciera, que persiguiera mis sueños.

— ¿Entonces? — pregunto descolocada.

— No quiero defraudarla.

— ¿Prefieres defraudarte a ti entonces?

— Sam es complicado...

— No, solo que me parece un poco hipócrita de tu parte que me digas que persiga mi sueño y tu dejes ir el tuyo.

— No es lo mismo Samantha.

— Claro que no, pero en parte también lo es. — me acerco tomando su cara en mis manos. — ¿Hacemos un pacto?

— ¿Cuál?

— Yo enviaré mi solicitud a Cambridge y tu estudiaras Arte en la universidad. Si algo me enseñó lo que sucedió con Hunter es que la vida es muy corta para sentirnos infelices por elección propia. Tus padres te apoyan. — sonrío. — Eso es lo importante, se feliz Caleb, se feliz haciendo lo que amas.

Caleb (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora