Para siempre (Final)

422 59 22
                                    

Cuando estás en una habitación de hospital tienes mucho tiempo para pensar, sobre todo si acabas de pasar por una situación traumática como la mía. Te preguntas: ¿Por qué me pasó esto a mí? ¿Por qué no esperé a que llegara el taxi en el apartamento de Caleb? ¿Por qué no trace un mejor plan para evitar la paliza?

Por qué, por qué, por qué, odio eso. Odio culpabilizarme por los actos de una desequilibrada mental que acabo con la vida que crecía dentro de mi quitandome toda la potestad para decidir traerla al mundo.

La vida es tan frágil como el cristal y cuando se rompe nunca volverá a ser el mismo, no importa cuanto tratas siempre seguirá teniendo esa rotura que le impedirá ser completo.

A lo largo de mi vida he pasado por una serie de acontecimientos que me han roto por dentro y siempre están ahí para recordarme que los he experimentado. Desde William hasta Felice, desde la humillación hasta el dolor.

Limpio la lágrima que cae con una sonrisa triste en mis labios mientras toco mi vientre con pesar. Un bebé... el cual no sabía que cargaba hasta hace unas horas. La vida es jodida ¿Cómo puedes extrañar algo que nunca tuviste, algo que ni siquiera sabías que querías?

Pongo mi cabeza de lado para observarlo, está dormido a mi lado compartiendo la pequeña cama del hospital. Es gracioso porque casi esta fuera de esta pero el hecho de que no se haya separado de mi ni un solo momento me llena de seguridad.

— Yo también te veo dormir de vez en cuando. — su voz me sorprende, es apenas un susurro.

— Pensé que estabas dormido.

— Estoy descansando los ojos. — bromea sin aún abrirlos.

— Gracias por quedarte conmigo. — la vista se me nubla pero hago un esfuerzo por no derramar las lágrimas.

Caleb finalmente me mira con gesto de preocupación tomando mi mano sin dejar de observarme.

— No me agradezcas, hicimos una promesa ¿Recuerdas? — claro que lo hago.

— Para siempre. — cito las palabras.

— Para siempre.

Deposita un dulce beso en la palma de mi mano y se la lleva a su pecho, justo sobre su corazón que late desbocado.

— No ha dejado de latir así desde que supe lo que estaba pasando. — me explica. — Nunca he tenido tanto miedo en mi vida.

— Estoy bien. — digo para tranquilizarlo poniendo su mano sobre el mío. — ¿Ves?

Sus fuertes latidos se compensan con los de mi corazón, ambos tocamos el pecho del otro.

— Si algún día tenemos un hijo espero que sea tan amable como su padre. — mi voz se quiebra dejándome indefensa y por su mirada puedo ver lo mucho que le afecta.

— y tan valiente como su madre.

— No soy valiente Caleb. — niego suavemente. — Estoy haciendo lo posible para no romperme en este momento, temo no parar nunca si empiezo a llorar.

— Llorar no es de débiles Sam. — sonríe con compresión.

Asiento no muy convencida.

— Ya nada volverá a ser lo mismo. — susurro.

Caleb no dice nada, solo se aferra a mi mano como el ancla que me mantiene a flote. Lo conozco muy bien como para saber lo que está pensando. Se que piensa que no debe hablar como alguien que sabe por lo que estoy pasando porque en realidad solo una persona que ha pasado por una situación similar conoce a fondo esto que estoy sintiendo.

Caleb (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora