Popurrí

289 52 25
                                    

¿Por qué me traicionas así corazón, es que las noches de insomnio y las bebidas en el bar no te enseñaron nada?

¿Por qué lates con tanta fuerza queriendo salir de mi pecho para volver a él?

¿Por qué tiemblas como un niño asustado dejándome completamente indefensa?

Me traicionaste corazón aún después de prometerme que lo dejarías ir, me traicionaste y eso nunca te lo perdonaré, nunca me lo perdonaré.

Estas llorando porque sabes que le perteneces y que durante todos estos años intentaste crear una coraza que el amenaza destruir con una sola mirada.

¿Tan poco me quieres corazón como para emocionarte por primera vez en cinco años ante el hombre que te destruyó?

Me quedé en silencio sin saber que decir, todos estos años evité este momento y ahora sin previo aviso Caleb estaba aquí, a mi lado.

Su olor, mierda ese jodido y delicioso olor estaba tal y como lo recordaba, no quería mirarlo porque si lo veía terminaría de derrumbarme. Odio ser esta persona débil, odio serlo cuando se trata de él.

- Mírame por favor. - pidió tomando mi mano que ardió ante su contacto.

- No. - conteste rotunda. - Me tengo que ir.

Me di la vuelta decidida a irme sin verlo cuando Caleb tomó mi mano con fuerza y me posicionó frente a él.

- Sam.

- No.

- ¿No?

- Para ti soy Samantha.

No sé porque dije eso, creo que el hecho de verlo me había afectado demasiado. Su cara seguía siendo la misma que besé tantas veces solo que se había tornado más madura, propia de una persona de veinticuatro años, estaba más guapo y eso debería considerarse ilegal, había crecido y ahora para verlo mi cabeza tenía que inclinarse aun más hacia arriba. Su cuerpo también había cambiado, estaba más musculoso y el traje que llevaba, todo de negro, marcaba cada uno de sus atributos.

Sus manos seguían conservando los anillos de plata, su muñeca lucia un elegante reloj, ya no habían manchas de pinturas en el cabello, ahora estaba perfectamente peinado hacia atrás.

Caleb era todo lo que imaginé cuando pensaba en el con el paso del tiempo.

- Samantha.

- Me puedes soltar, por favor. - pedí mirando mi brazo que aún sostenía el suyo.

- Claro, lo siento. - se disculpó con una sonrisa alejándose de mi.

- Gracias. - digo una vez me suelta.

- Haz regresado.

- Solo vengo por trabajo, en un par de meses volveré a Londres.

- ¿Te quedarás a vivir allá? - pregunta.

- Si, es mi hogar ahora, irme fue la mejor decisión que he tomado.

Si soy sincera lo había dicho también para ver su expresión y lo había conseguido. Caleb me miró como si le hubiera dado un golpe bajo. ¿Por qué eso me había hecho sentir tan bien?

- Se que te debo una disculpa. - murmura mirando hacia todos lados.

- No, todo lo que tenías que decir lo dijiste aquel día, ya han pasado los años y eso esta más que superado.

¿Lo estaba? Claro que no tonta.

- Entiendo.

Mis pies no le hacían caso a las órdenes que enviaba mi cerebro para que comenzaran a moverse y me sacaran de ahí. Su magnetismo, ese que siempre me atrajo a él estaba presente. Me repetía a mi misma que no le mirara a los ojos, que sería mi mayor error porque ahí sabría exactamente lo que estaba sintiendo ahora, lo que había supuesto para mi volver a verlo.

Caleb (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora