Capítulo 16|Excelente servicio.

4.3K 587 740
                                    

Caer desde cuatro pisos sobre los contenedores de basura fue la mejor opción antes de ser atacados por un gran número de agentes dispuestos a abrir fuegos creyendo que somos personas peligrosas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Caer desde cuatro pisos sobre los contenedores de basura fue la mejor opción antes de ser atacados por un gran número de agentes dispuestos a abrir fuegos creyendo que somos personas peligrosas.

Miro a través del espejo la oscura calle que dejamos atrás al montarnos en un coche para escapar de las llamadas balas que lograron romper los vidrios de atrás. De soslayo observo los nudillos rojos de Ramsés al sujetar el volante con fuerza, los nervios todavía viajan por su cuerpo después del susto que le di al empujarlo de la cornisa. Desvio los ojos hacia mi regazo donde descansa aquella arma que él trajo consigo. Tengo que aprender a usarlo.

Ramsés está cabreado conmigo por no avisarle de mi plan improvisado. Era un momento de desesperación o nos detenían o nos arriesgábamos y no iba a permitir que se lo llevaran para utilizarlo con fines maquiavélicos.

Llegamos a casa varios minutos después inmersa en un silencio abrumador, creo que escucharlo cantar no hubiera sido una mala idea. Habíamos estacionado la camioneta negra en un sitio lejos de los límites de South Park en caso de que nos siguieran rastreando. Tomamos de nuevo el metro que por suerte estaba vacío y aquí estamos, frente a la puerta.

El interior se mantiene en calma con las luces apagadas, Newton es el único que nos recibe meneando la cola y frotando su cabeza contra mi pierna. Subimos las escaleras arrastrando los pies, siento las cervicales y el coxis adolorido. Aterrice en la orilla del contendor propinándome un golpe que hasta ahora he tratado de disimular al caminar, siento todos mis músculos exigiéndome descanso.

La vista me falla en un parpadeo, uso mi mano al sentir que me voy para adelante de forma involuntaria apoyándome contra la pared. Necesito respirar y una ducha fría.

—Si todavía la propuesta del «Ramsi Resorts» sigue en pie, me gustaría un maldito masaje, por favor. Sobre todo, si es bajo la ducha, me urge quitarme la pestilencia.

M regaño a mí misma por unos segundos ante la tontería que he soltado. Llevé toda la noche haciendo a un lado sus insinuaciones y ahora que me duele todo, no me vendría mal una recompensa por salvarnos, ¿verdad?, ¿qué tan malo puede ser?

Se detiene en medio del pasillo girando con lentitud el torso para terminar mirándome con una ceja arqueada de manera inquisitiva.

—¿Sabes lo que significa tu petición?

—No, pero me gustaría averiguarlo de inmediato —inflo las mejillas huyendo de sus orbes zafiros. Me dirijo en dirección al baño, empujo la puerta y le miro sobre mi hombro —. ¿Vas a venir?

Justo ahora siento un hormigueo invadirme cada célula de mi anatomía. Aprieta su mandíbula con fuerza resaltando las venas verdes de su cuello, da un paso hacia adelante, suficiente para sentir la tensión emanando de ambos. Me da un empujoncito para que entremos por completo al baño cerrando la puerta tras su espalda.

El talismán de Egon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora