El talismán de Egon

Extra I

Este extra sucede varios años después del Epílogo. Leer solo si has finalizado la historia. ❤

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GALA

El flash de varias cámaras me ciegan al traspasar la enorme puerta donde se lleva acabo un evento de agencias internacionales del mundo del modelaje. Me aferro del brazo de Ramsés que intenta cubrirme con su otro brazo de las cámaras, sabe que lo detesto, pero estoy aquí porque me gusta verlo triunfar y porque también hay toda clase de bocadillos gratis.

Debería estar en el apartamento estudiando para un examen de la universidad, esta semana ha estado pesada, llevo noches de desveladas sobreviviendo con altas dosis de cafeína que Ramsés siempre prepara para mí, ha querido limitarlo para que no me vuelva una adicta, pero ya es tarde, es lo único que mantiene despierta.

Cuando decidí entrar a la universidad no me imaginé que fuera más pesado que una en línea. Me di la oportunidad de experimentar lo que se siente y ahora estoy cursando mi penúltimo y horrible año.

¿Para qué quiero ese título?

Los humanos son... error, soy humana, carajo.

—Te necesitan en las entrevistas —le digo a Ramsés.

—Que va, no soy tan importante.

—Dijo el supermodelo que aparece en comerciales a cada rato —canturreo con sorna —. No seas tan modesto.

—Soy humilde, brujita.

—Claro, se me olvidaba señor humilde —me regala una sonrisa de labios sellados, nos detenemos donde no hay tanta marea de personas, aprovecha para escanearme.

—Luces espectacular.

—Imagínate la lencería que llevo debajo —le guiño un ojo.

—Gaaala.

—Solo era un dato para que tengas en cuenta después.

—Puedo hacerlo ahora, pero no creo que a mi jefe le guste mi ausencia.

—Una lástima, ¿verdad?

—Eres cruel, brujita —plasma un puchero fingiendo estar decepcionado —. Me has tendido una trampa.

Encojo los hombros restándole importancia. Proseguimos nuestro camino cuando un señor de uniforme rojo nos indica donde están nuestros asientos. El lugar parece que va explotar, en medio hay una pasarela y en el resto del área muchas mesas acomodadas de forma estratégica.

Recibimos otro flash que nos toma por sorpresa, cierro los ojos mientras lanzo una maldición en mis adentros.

Si tuviera mis poderes ya hubiera hecho cenizas las cámaras. Ya me he acostumbrado a esta vida, son pocas las veces que pienso en lo que fui en el pasado, ya no lo extraño.

Luego de lo acontecido en el concierto hace un par de años creí que estaría preocupada, pero no fue así, ya no es mi problema, ahora tengo una vida propia con estudios que mantener ni que decir de una boda que viene en camino.

Yo Gala estoy comprometida.

Bajo la vista hacia el pequeño anillo enroscado en mi dedo de la mano izquierda. Sonrío en automático.