Extra III

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Último extra de esta maravillosa historia, que se diviertan. ❤

[Sucesos ocurridos luego del Extra I]


...

RAMSÉS.

Me alegra estar en casa amigo mío, nos veremos pronto.

-A.

He releído el mensaje varias veces los últimos trea días y no he tenido el valor de responder de vuelta. Sigo asustado, ¿okey? Todavía no logro procesarlo.

Es obvio que se trata de él, Aitan.

Que esté de regreso logra causarme escalofríos, mi cabeza rememora el día que estuvimos en el desierto de Nevada donde fuimos emboscados por una horda de sombras dentro del cuerpo de oficiales y por supuesto, le lavaron el cerebro a mi amigo engendrandole miedo si no nos entregaba.

Todavía me duele.

Tomo una bocanada de aire mientras mis pulgares están sobre las teclas dudando en si es buena idea responderle o esto es una trampa. Debería avisarle a Gala, pero los dos estamos en el trabajo, por lo que no me queda remedio que intentar averiguar de que se trata.

Ramsés: ¿Hola?

Ramsés: ¿Quien eres?

Vale, debo empezar con sutileza haciéndome el tonto.

Mis cejas se disparan hacia arriba al ver que me responde de inmediato.

A: ¿Podemos dejar de fingir demencia? Sabes muy bien quien soy.

Vale, creo que me ha leído la mente.

Y me llega otro mensaje.

A: No, no leo mentes, pero es posible que lo estés pensando ahora mismo con cara de espanto.

A: Te conozco. O te conocía, a menos que no hayas cambiado nada.

Ramsés: ¿Cómo puedo estar seguro que eres tú y no alguien haciéndose pasar por un amigo?

A: Me imaginé que esto pasaría. 🙄

A: Es una lástima que no pueda llamar, con mensajes es más seguro explicarte.

A: No me queda remedio que escribirlo por acá.

Ramsés: Pues va.

Comienzo inquietarme, siento que el corazón se me saldrá del pecho.

A: ¿Quién más parte de mí, Vanian y Knox se enteraron que Gala era una hechicera? ¿Quien fingía no escuchar los gemidos que salían de tu habitación cuando andabas de caliente? ¿Quién más usaba productos de belleza para cuidar su piel?

Mi mandíbula por poco se cae al suelo al leer toda esa información, paso saliva con dificultad removiendome de la silla. Tengo media hora de descanso antes de pasar a otra sesión de fotos, así que intento sacudir la cabeza con tremenda información, cabreado.

El talismán de Egon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora