Extra II

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Estos sucesos ocurren cuando Gala, Florence y Ridley tienen una pijamada sin los chicos. 💕🤣

Cuando llevan a la brujita al lado oscuro jaja.

Lean la nota de autora al finalizar. ❤

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GALA

Soy arrastrada fuera de la casa de los chicos por Florence y Ridley mientras que Aitan y Ramsés solo son simples espectadores sentados en las escaleras comiendo papitas.

—¡No quiero ir! —protesto.

—¡Vas a pasarla genial! —dice Aitan poniéndose de pie y bajando los peldaños para llegar hacia el coche —. Te lo mereces, además, ¿no te fastidia estar encerrada en esta casa con nosotros? Sobre todo teniendo que soportar a Ramsés.

—Hey, eso me ha ofendido.

—Solo será un día, Gala, mis pijamadas son lo máximo —canturrea Ridley moviendo las cejas de arriba hacia abajo como si quisiera decirme algo entre líneas.

Temo por la seguridad de esos dos inútiles humanos, luego de presenciar varios momentos fuera de lo normal, llego a la conclusión que la sombra se ha vuelto más peligrosa de lo que podía llegar a ser en Egon, es por esa razón que debo quedarme en casa.

Pero, una parte de mí quiere salir y seguir conociendo el mundo exterior con un poco de compañía femenina, bastantes problemas tengo conviviendo con dos orangutanes que le gritan a la pantalla mágica de nombre televisión sin razón.

«Humanos extraños».

—No me eches de menos, brujita —susurra Ramsés al acercarse para darme un abrazo, lo fulmino con la mirada y retrocede alzando los brazos —. Okey, rechazas mis sabrosos abrazos, luego no vengas a medianoche a dormir conmigo.

—¿Qué ella qué? —inquiere Ridey despertando su curiosidad y las alarmas se encienden en el interior de mi cabeza —. Necesito el chisme...

—¡Ya nos vamos!

Me apresuro a subirme en el coche de Ridley en la parte de atrás, Florence me regala una sonrisa de labios sellados desde el asiento de adelante.

—Cuídate, cariño —se despide Aitan de su novia de una forma empalagosa —. Te amo.

—Y yo te amo más.

—Joder, no coman frente al pobre —Ramsés plasma un puchero cruzándose de brazos y luego me mira —. Tú y yo podemos ser así, cariño, pero te freseas.

—Jodete.

—Igual voy a pensar en ti —me guiña un ojo.

—Eres un dramático, solo pasaré una noche con ellas.

—Suficiente para empezar a extrañarte.

Oculto mi sonrisa en una amarga mueca, cierro la ventana cuando Ridley enciende el motor del coche y con ello el aire frío. Estas cosas son mágicas en verdad, produce música, te lleva a todas partes y también controla el clima.

¡Es fantástico!

—¿Fue imaginación mía o está ocurriendo algo entre Gala y Ramsés?

—Yo creo que mi primito está flechado, ¿qué hay de ti, Gala?

—Que están equivocadas.

¿O soy yo la que se resigna en aceptar lo que sucede entre nosotros luego de todo lo que hemos hecho?

El talismán de Egon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora