Él joven rey de a pasibles ojos azules miraba a la distancia los árboles y flores que lo rodeaban, se encontraba en el río lavando su ropa y la de las hadas, estas iban y venían con pequeños canastos en donde llevaban su ropa para ponerla a secar, estaba cansado, pues anoche casi no había dormido, temía que el haberse acercado a esa niña ocasionará algún problema a su tranquila vida, llevaba viviendo ahí casi 10 años, no quería que la paz de su hogar fuera perturbada por sus acciones.
Tomó un descanso de sus deberes, quería tomar una siesta, tenía calor e incluso se había abochornado.
Se sentó en un tronco y las mariposas le intentaron recoger su cabello, de alguna manera siempre estaba rodeado de mariposas, lo seguían a donde fuera excepto de noche que es cuando estas se iban a dormir. Pero ahora que era medio día, estaban rodeándolo, respiraba algo agitado hacía mucho calor ese día, quería meterse al río y sentir el agua fresca sobre su piel.
Pero aún debía de terminar de lavar ropa y aprovechar el calor para que esta se secara rápido, así que regreso a su labor, un hada se acercó a él llevándole un cuenco con agua, este era pequeño del tamaño de un vaso, el agradeció aquel gesto amable del hada y bebió aquella agua que estaba fresca, le había caído bien, seco su frente y siguió lavando.
Al terminar de lavar se tiro en el suelo, cayó justo donde había hojas caídas ensuciando así sus alas, y la ropa que llevaba puesta, pero eso poco le importo quería dormir solo un poco, y así fue se quedó dormido, las hadas lo rodearon acostándose cerca de él, tomando así todos una siesta.
Cuando despertó noto que ya era tarde, así que se levantó con cuidado evitando despertar a los demás, y prendió el fuego para hacer la comida, recogió hongos y algunos otros ingredientes para hacer una sopa, quería tener todo listo para cuando las hadas despertarán. Preparo con alegría la comida, cuando la tuvo lista fue a buscar a las demás hadas quienes ya estaban despiertas jugando entre las flores, estas al verlo lo siguieron sabían que ya era hora de comer, cada hada llevó su plato para que les sirviera la comida, hicieron una fila y así cada hada pasó por su porción de comida, formaron un círculo alrededor de su rey y comieron felices, sin duda el adoraba aquellos momentos en donde podía estar en paz rodeado de sus seres queridos.
Es así como otro día en aquel pacífico bosque había pasado, como cada anochecer acompaño a cada hada hasta su hogar para que fueran ya a dormir, una ves le deseo las buenas noches a cada una el se fue a su tronco favorito y empezó a cantar bajo la luz de la luna, una canción que no sabía de dónde había sacado pero que aún así el cantaba cada que tenía ganas de cantar.
Recordó a la pequeña, su instinto le decía que fuera verla que no la dejara abandonada, pero por otro lado tenía miedo de que por ir a ver a esa niña pusiera de alguna manera en peligro el bosque de las hadas, sabía que los humanos no se acercaban a este porque se decía que estaba maldito, algo de lo que se encargaron las hadas de propagar para evitar que los humanos destruyeran su hogar, pero aún así el de alguna manera quería ayudar a esa pequeña.
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☪⃟Hเʝσ ∂ε ℓα ℓᴜɳα🌙
Fanfiction☪⃟Un chico que nació bajo extrañas circunstancias, vive solitario en un bosque en donde hay hadas, sin embargo su vida está a punto de cambiar🌙 Créditos de los personajes utilizados a sus respectivos autores.