☪⃟Un chico que nació bajo extrañas circunstancias, vive solitario en un bosque en donde hay hadas, sin embargo su vida está a punto de cambiar🌙
Créditos de los personajes utilizados a sus respectivos autores.
El joven rey salió del bosque, debido a los constantes ataques de los monstruos de las tinieblas tenía que ir en persona para eliminarlos, y tal como había dicho encontró una forma de eliminarlos, era capaz de crear lanzas las cuales usaba para destruir al enemigo, pero estas solo se podían usar una vez, pues una ves estas llegaban a su objetivo lo eliminaban y estas se desvanecían, era lo mejor que podía hacer en ese momento, se esforzaba por ayudar.
Le habían asignado un ejército propio, en el cual había caballeros y sacerdotes los cuales eran capaz de mantener a estos monstruos a raya, pero a diferencia del rey no podían matarlos ya que no tenían el poder que él si tenía, si había demasiados de estos el usaba un ataque masivo que se podría decir que era hermoso.
-Su majestad hay demasiados, no creo que podamos con tenerlos por más tiempo - dijo preocupado el sacerdote
Oberon - Me haré cargo de ello - sonrió amablemente y paso al frente de batalla con jurando un hechizo que solo el podía usar
Oberon - Lo que puedo hacer, es esto... Lo que tú sin ser tocado por el amor, anhelas infantilmente en una noche de verano, la historia de un sueño retenido sobre ti, ¡Wry rhyme goodfellow!
Era difícil de explicar sus alas parecían desaparecer, pero estas formaban algo diferente una especie de bosque, mariposas había en el ambiente, desprendía una luz que iluminaba todo, sin duda algo digno del príncipe de la luz.
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-Como se esperaba de nuestro príncipe, sin duda no importa que ya lo haya visto pocas veces, verlo de nuevo me regresa la esperanza de que todo estará bien - dijo un caballero
-Tienes razón... Sin duda... Él es el príncipe perfecto de la luz, lo que el mundo espero por siglos - dijo un sacerdote
Oberon - Lamento haberlos hecho esperar - dijo el rey algo cansado
-No se preocupe su majestad, se ve agotado - dijo un caballero preocupado
Oberon - En realidad lo estoy... - respiraba algo rápido y su cara se veía roja
-Su majestad, creo que lo mejor será que descanse por unos días, lleva luchando ya algo de tiempo - dijo otro caballero
Oberon - Tienen razón...-iba a decir algo más, hasta que empezó a ver borroso, apenas si podía mantenerse de pie
-¡Su majestad! - el caballero que le era más fiel se acercó rápido a él para poder atraparlo
Él joven rey respiraba muy rápido, sus mejillas estaban teñidas de un color rojizo claro, el caballero tocó su frente, dándose cuenta de que estaba enfermo, y eso no era bueno, pues si él príncipe que podía eliminar a los monstruos estaba indispuesto no habría quien pudiera hacer su trabajo.
Debido a que el joven rey estaba enfermo tuvieron que retirarse al menos los monstruos de la zona habían sido eliminados pero... Sabían que habría más tiempo después, la única forma de eliminarlos por completo era que el príncipe usará ese hechizo especial en todo el mundo, pero actualmente solo podía usarlo a lo mucho contra 100 enemigos no más, y que ese hechizo cubra todo el mundo... Era complicado por el momento.
Lo llevaron hasta una base temporal que tenían, ahí lo acostaron en una cama y lo dejaron descansar, aquel caballero seguía a su lado, pues desde que lo conoció había quedado maravillado con el rey, Sir. Laian era un caballero de alto rango, uno de los mejores con el manejo de la espada, y alguien que creía en la justicia, un caballero que admiraba al rey que tenía ahora mismo enfrente, cuando se unió al ejército del rey le juro lealtad, incluso daría su vida por él, poco le importaba morir si era por salvarlo a él, iba dispuesto a todo.
Y ahí estaba el joven caballero cuidando del rey, no se despegaba de él ni un segundo, y así estuvo por unos cuantos días, hasta que el rey abrió los ojos, tenía un mejor semblante, incluso se veía más animado y con más energía, al parecer todo lo que necesitaba era descansar bien.
Oberon - ¡Bien, ahora que estoy de vuelta tenemos muchas cosas por hacer! - dijo animado y saliendo de la base
Sir. Laian - Su majestad no debería de sobre esforzarse - dijo preocupado
Oberon - Vamos Sir Laian, estoy bien, además esas creaturas no se eliminarán solas - dijo algo serio - tengo un deber... Además esto lo hago por Arturia, quiero que ella tenga un mundo en donde pueda ver todo lo hermoso que este le puede ofrecer
Sir Laian - Su majestad... - no tenía palabras para aquello que había oído
Oberon - Reúne a los demás caballeros partiremos ahora mismo - dijo mientras volaba levemente
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Sir Laian - Su majestad... Esta volando... Creí que usted no podía volar.... - dijo sorprendido
Oberon - Ja ja ja puedo mantenerme volando a solo unos cuantos centímetros del suelo, pero no puedo volar más alto... Un hada que no puede volar libremente es un hada inútil - dijo con una sonrisa
Sir Laian - ¡Su majestad, usted no es un hada inútil!, ¡es un gran rey y es sin duda el príncipe perfecto de la luz, es la esperanza de todos e incluso la mía!, así que no vuelva a insinuar que usted es alguien así... - dijo algo triste
Oberon - Ya veo, con que así me ves... - dijo con una expresión algo triste - Sir Laian... Sigamos tenemos que salvar a las personas - empezó a caminar
Sir Laian - Iré a reunir a todos su majestad - se retiro buscando a los demás caballeros y sacerdotes
Oberon - ¿Me pregunto como estarán todos en el bosque otoñal? - dijo más para si mismo, mientras caminaba
Vio que a lo lejos venía un caballero montado en un caballo, se notaba que venía lo más rápido posible, este se detuvo en la base del ejército de defensa, bajo del caballo llevaba malas noticias para el joven rey de las hadas.
Oberon - Debe de ser una mentira... - el sabía que aquel caballero no mentía, ya que era capaz de saber cuando alguien le mentía - ¡¡¡Debes de estar mintiendo!!! - dijo en voz fuerte llamando la atención de todos los presentes
-Lo siento su majestad, pero es lo que sucedió... De verdad lo siento... - dijo con voz triste y lamentando tener que llevar aquella noticia
El Rey cayó al suelo de rodillas, con los ojos llorosos, no podía pronunciar ninguna palabra... Nada podía salir de su boca, solo había algo que quería en ese momento y era morir...