Habían pasado un par de días desde aquel evento que muchos llamaron "milagroso", aquel hecho recorrió como aire cada pueblo, llegando incluso a oídos del sumo sacerdote, quien no creía en simples palabrerías de gente ignorante o que se dejaba llevar por cualquier rumor,pero uno de los otros sumos sacerdotes lo convenció para ir a verificar que tal hecho hubiera ocurrido, es así como aquel hombre inició un viaje acompañado por algunos caballeros.
Tardo prácticamente dos semanas en llegar al pueblo en donde se originó aquel rumor sobre "Él hijo de la luna" ya que así le decían muchos, aquel sumo sacerdote fue de inmediato a buscar al sacerdote del pueblo para hablar con él, después de una corta conversación este lo guió hasta el bosque de las hadas, los caballeros iban detrás de ellos, una ves llegaron el sacerdote llamó a una de las hadas que iba pasando cerca de la frontera del bosque, le pidió que llamara a su rey, esta de inmediato se fue volando a buscar a Oberon.
A los pocos minutos vieron una polilla blanca acercarse y en ella se veía que venía algo pequeño en su lomo.
El sacerdote noto que algo había saltado del lomo de la polilla y supo quien era al oír su voz.
Oberon - ¡¡Señor sacerdote!! - hablo fuerte y claro
Sacerdote - No puede ser... Su majestad - trato de atraparlo pero al hacerlo se dio cuenta de lo pesado que era
Logró atraparlo, pero el peso hizo que diera algunos pasos hacia atrás.
Sacerdote - Su majestad,¿por qué tiene este tamaño? (Es sumamente pesado y tan pequeño que se ve) - suspiro
Oberon - Al no poder volar por mi mismo me subo a Blanca para poder volar y para venir rápido cambie mi tamaño puede dejarme en el suelo, ahora mismo regreso a mi tamaño normal - dijo alegremente
El sacerdote le hizo caso y dejó al pequeño rey en el suelo, al hacerlo pudo ver como este regresaba a su tamaño habitual.
Oberon - Encantado de conocerlos caballeros - dijo con voz amable
Sumo sacerdote - ¿Este es el chico del que todos hablan? - miró detenidamente al joven que tenía en frente
Sacerdote - Si es él, es el rey de las hadas Oberon - dijo de manera tranquila
El sumo sacerdote miró al joven rey por algunos segundos, sin duda nunca antes había visto a alguien como él, su cabello, su físico, y sobre todo esas alas detrás de él, hablo con el por unos minutos acordando que vendría de nuevo dentro de unos días, y que sería necesario que este fuera al pueblo, Oberon accedió no muy convencido de ello.
Vio a los humanos alejarse y el regreso al bosque coloco una barrera mágica para proteger el bosque solo por si las dudas, se veían más mariposas de lo normal en el bosque.
Y tal como había dicho el sumo sacerdote días después regreso por el rey de las hadas, fue escoltado en un carruaje hasta el pueblo, no iba solo, con el iba Arturia, tuvo que ocultar sus alas para poder subir al carruaje por lo que iba vestido con su ropa invernal, los caballeros lo escoltaban como si fuera alguien importante.
Mientras iba de camino al pueblo uno de los caballeros converso con él, este pobre caballero quedó maravillado con el rey, su voz y carisma sin duda hicieron que le tuviera cierta devoción, al llegar al pueblo muchos vieron el llamativo carruaje, tenían una ligera idea de quien podía venir ahí.
El carruaje al llegar a la iglesia del pueblo se detuvo, uno de los caballeros ayudó a bajar al rey, su porte delicado deslumbró a todos ahí, la pequeña Arturia también bajo con ayuda de otro de los caballeros, los hicieron pasar a la iglesia en donde una persona con finas ropas, ya grande edad los estaba esperando.
Sumo sacerdote - Su majestad le presentó al Papá, la máxima autoridad de la iglesia, tal ves no sepa mucho sobre esto debido a que es un hada, pero espero esta pequeña reunión no le incomode - explicó aquel hombre al joven rey
Oberon - Esta bien, no se preocupe sumo sacerdote - dijo con voz amable
Oberon se acercó hasta el Papá e hizo una reverencia presentándose, Arturia lo imitó e hizo lo mismo.
Papá - Oh que joven tan encantador y educado - dijo aquel hombre de voz ronca - Oí que eres un hada, pero no veo tus alas
Oberon - Tuve que ocultarlas para poder subir al carruaje, en realidad mis alas son mi capa, así que puedo aparentar ser una persona normal así, si quiero - explico
Papá - Que ingenioso, bueno más tarde veremos si es cierto lo que los rumores dicen sobre ti - dijo con una sonrisa un poco maliciosa
Oberon - Si veremos... - dijo con cierta duda
Cuando la noche cayó todos se reunieron en la iglesia al igual que aquel día, el rey de las hadas se paro en medio de la iglesia como aquel día, el papá se acercó a él y le dio un objeto que a él le pareció extraño pero en cuanto lo tuvo en sus manos este se iluminó, dando un brillo cegador, pero no era lo único extraño, la luz de la luna había vuelto a iluminar al joven de cabello platinado, solo a él.
El papá no podía creer lo que veía.
Una luz blanca rodeaba al joven como si fueran pequeñas estrellas, tal y como la profecía lo decía, era algo místico e inigualable algo que nunca antes había visto, unas alas cristalinas habían aparecido levemente detrás del joven rey, la luz que lo iluminaba lo hacía ver como un ser angelical, caído del cielo.
Papá - ¡¡Ahora no hay duda, es el príncipe de la luz!! - dijo en voz fuerte
Se acercó hasta donde estaba el joven rey y se arrodillo delante de él, los demás lo imitarón, pues que el Papá se arrodillara ante el rey de las hadas no era poca cosa y menos cuando anunció que aquel joven era el príncipe de la luz.
Oberon no comprendía la situación o que era lo que estaba ocurriendo, pero admiro aquellos pequeños destellos blancos que parecían estrellas diminutas, intento tocar algunas pero no podía, la luz de la luna se intensificó en él como si buscará a cobijar al chico.
Desde ese día muchas cosas cambiarían.
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☪⃟Hเʝσ ∂ε ℓα ℓᴜɳα🌙
Fanfiction☪⃟Un chico que nació bajo extrañas circunstancias, vive solitario en un bosque en donde hay hadas, sin embargo su vida está a punto de cambiar🌙 Créditos de los personajes utilizados a sus respectivos autores.