El joven rey había salido por petición del sumo sacerdote, ya que tendría una reunión con el Papá, así que había dejado el bosque otoñal a cuidado de los caballeros, había dejado a la pequeña Arturia para que descansará ya que en los últimos días había estado entrenando mucho, ya que quería aprender magia.
Al volver el joven rey noto que las hadas estaban reunidas en un lugar en específico así que se dirigió para haya, pero había algo que no se esperaba.
Oberon - Eh vuelto, ¿ha pasado algo?, ¿porque sus caras tristes? - no comprendía que pasaba
-
Su majestad... Ocurrió una tragedia... - dijo una de las hadas
Oberon - ¿Pasó algo malo? Dígame que ocurrió
-Una de las hadas.... Fue atacada por un halcón, ella no...
Oberon - Déjenme ver... - se acercó hasta donde estaba el hada
Oberon - Lo único que puedo hacer por ella es que tenga un buen sueño... Y pedir que este bien haya en el cielo
-Su majestad....
Oberon - No dejen que Arturia vea esto, si pregunta por ella díganle que se fue de viaje a uno muy largo.... - dijo con voz triste
Después de eso procedió a darle un buen entierro era lo único que podía hacer por aquella pequeña hada, se había manchado las manos de sangre, se sentía culpable por ello ya que el había prometido protegerlas sin embargo no pudo hacer nada por ella.
Fue al río a lavarse las manos con desesperación, no quería tener sangre en sus manos, se sentía mal por ello, aún así evito llorar... No quería llorar enfrente de nadie, sentía que había decepcionado a las hadas del bosque, porque no hizo nada para protegerlos, Blanca se acercó a darle una flor para la tumba de aquella hada, el rey sonrió no quería que pensaran que le había afectado lo ocurrido.
Oberon - Estoy bien Blanca, no tienes por qué preocuparte, vamos llevemos esa linda flor, estoy seguro de que a ella le hubiera encantado - sonrió amablemente queriendo disimular no quería llorar
Arturia - ¡Oberon volviste! - grito contenta
Oberon - ¡Arturia! - abrió los brazos para recibirla, le hizo una señal a Blanca para que se fuera con la flor
Arturia - Supe por las hadas que Vivían se fue de viaje, se me hizo raro no verla, le había hecho una nueva corona de flores, ya no pude dársela - dijo un poco desanimada
Ella ignoraba por completo lo que había pasado, y el joven rey lo único que pudo hacer fue tratar de distraer a Arturia para que ya no hablara más del hada, en el fondo le dolía aquella situación, pero sentía que tenía que sonreír por el bien de las demás hadas y por la pequeña Arturia.
Oberon - Sabes Arturia hoy voy a enseñarte un nuevo hechizo, ¿sabias que puedes hacer fuego usando magia? - dijo tratando de cambiar el tema
Arturia - ¿De verdad? - estaba curiosa
Oberon - Claro, ven vamos a practicar un poco, pero vayamos cerca de la cascada ahí no suelen ir las hadas - tomo de la mano a la menor
Arturia - ¿Sabias que vi un halcón hoy?, fue raro ya que los halcones no suelen venir por acá, pero yo vi uno
Oberon - ¿De verdad?, si que es raro, yo solo he visto uno pocas veces, pero suelen irse rápido
Arturia - Oberon, ¿Puedo tener una mascota?, es que quisiera tener una
Oberon - Mm... Tienes muchas, todos los animales del bosque son todos tuyos - dijo bromeando
Arturia - ¿De verdad? - sus ojos brillaban
Oberon - Ja ja no, como crees - río levemente
Arturia - ¡Que malo!, ya me había ilusionado - inflo sus mejillas molesta
Oberon - Ja ja vamos no te enojes conmigo
Arturia - Oberon malo... No me dejas tener una mascota... - dijo haciendo un puchero
Oberon - Mmm... Tal vez te deje tener una cuando seas más grande
Arturia - Aja... - soltó su mano y se adelanto dejando atrás a Oberon
Oberon - Espérame, no debes de ir sola - empezó a caminar más rápido para poderla alcanzar
Después de la reconciliación con la pequeña Arturia se pusieron a practicar magia, el sabía cuanto adoraba eso la menor, gracias a ella es que el pudo con aquello, aún así se seguía sintiendo mal, pero ver a Arturia sonreír y gritar con emoción por que había podido hacer el hechizo en sus primeros 20 intentos le hizo feliz.
Se quedaron ahí incluso cuando había anochecido, Oberon prendió una fogata para que hubiera algo de luz, el y la mejor se sentaron al rededor de esta y el le empezó a contar historias sobre caballeros valientes, sobre viajes increíbles, sobre princesas, la pequeña oía todo con atención, estaba sumergida en aquellos mundos de fantasía relatados por el joven rey.
Cuando menos se dio cuenta la menor se había quedado dormida en su regazo, el la brazo y la cubrió con su capa.
Oberon - Duérmete mi niña, duérmete ya, por que hoy viene la luna a cantar ~🎶
Oberon- La noche cae y el sol se va, si hoy duermes mañana podrás ver el sol brillar ~🎶
Aunque sabía que la menor ya se había dormido canto una canción de cuna, había estado aguantando un buen rato, siguió cantando aunque su voz se fue quebrando poco a poco.
Oberon - La luna t-te a-a-acompaña hoy, no estarás sola... A partir de hoy ~
Oberon - De verdad lo siento, lo siento Vivían... - soltó en llanto
Sólo pudo abrazar a la pequeña, a quien tenía en brazos, así estuvo un buen rato hasta que cayó dormido en el pasto, alado tenía a la pequeña a la cual había tapado con su capa para evitar que pasara frío, nadie más había sido testigo de aquello, aunque si hubo uno y era la luna.
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☪⃟Hเʝσ ∂ε ℓα ℓᴜɳα🌙
Fanfiction☪⃟Un chico que nació bajo extrañas circunstancias, vive solitario en un bosque en donde hay hadas, sin embargo su vida está a punto de cambiar🌙 Créditos de los personajes utilizados a sus respectivos autores.