Capítulo 23 Flores para ella💐

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Era una tarde tranquila sin nada que hacer, un día flojo en donde ninguno de los tenía ganas de nada, a pesar de que se avecinaba una tormenta inevitable ellos estaban muy tranquilos, Oberon sabía bien que tal vez en un tiempo más tendría que enfrentarse a una amenaza inevitable la encarnación de las tinieblas, no tenía ni idea de cómo sería, sólo podía ver como eliminar tal amenaza, fue cuando salió de sus pensamientos que se dio cuenta de que Arturia lo veía fijamente.

Era una tarde tranquila sin nada que hacer, un día flojo en donde ninguno de los tenía ganas de nada, a pesar de que se avecinaba una tormenta inevitable ellos estaban muy tranquilos, Oberon sabía bien que tal vez en un tiempo más tendría que enfr...

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Sus miradas se cruzaron y aunque estaban ambos avergonzados disfrutaron de aquel insignificante momento en donde estaban a solas sin interrupciones de nadie, él solo puso su mano en la mejilla de ella y hablaron felizmente como si de toda la vida hubieran estado destinados a estar juntos.

Estando los dos en el suelo se giraron mirando el cielo en su bello atardecer, fue cuando de la nada flores cayeron en ambos, eran las hadas que habían llegado a ver a su rey, volando alrededor de ambos tiraron las flores que habían recogido para ambos, el solo sonrió amablemente al ver aquel gesto por departe de las hadas.

Un remolino de emociones revolotean en su pecho, haciendo que se cuestione su vivir y propósito, él sabía porque había nacido, y a diferencia de días atrás que poco le importaba morir por un bien mayor, ahora se cuestionaba si debía de morir por salvar un mundo tan podrido, pero muy aparte de eso, era más por aquellas emociones que no sabía como interpretar, sus pensamientos se vieron interrumpidos por una pequeña que se subió arriba de él trayendo un libro en sus manos, queriendo que él joven rey le leyera aquel libro.

Él accedió y tomó asiento, le pidió el libro a la pequeña y ella se lo entregó, él empezó con aquella historia, una historia que parecía narrar de cierta manera lo que sentía y su vida, el título de aquel libro era "Él elegido", una historia en donde un niño nace para salvar el reino, de cierta manera se veía reflejado aunque el protagonista tenía menos peso en sus hombros a diferencia de él, ya que el en lugar de salvar un reino tenía que salvar todo el mundo que el conocía. Lamentando tener aquel destino, uno que nunca deseo, siempre pensó que su vida sería tranquila, que viviría para siempre en aquel bosque para siempre recordando como pasaba sus días ahí, haciendo sus deberes como rey e incluso jugando con las hadas.

Recordando aquellos bellos momentos en donde podía jugar, estar libremente por el bosque sin preocupaciones, sin ver lo podrido que todo estaba a fuera de su hogar, siendo sacudido para traerlo de vuelta, mirando con cierto desconcierto a la peque...

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Recordando aquellos bellos momentos en donde podía jugar, estar libremente por el bosque sin preocupaciones, sin ver lo podrido que todo estaba a fuera de su hogar, siendo sacudido para traerlo de vuelta, mirando con cierto desconcierto a la pequeña Nursery y a Arturia, recordando su actual realidad y cayendo resignado a lo que era su vida,continuando así con aquella historia la cual apenas si podía seguir leyendo, sin querer aventar aquel libro y salir huyendo de ahí, pero no todo podía ser malo, tenía personas  que lo querían tal y como era, gracias a su curiosidad conoció a Arturia, gracias a algunas decisiones conoció personas que lo apreciaban, tanto gente buena como mala, no todo era tan malo como parecía.

A pesar de que había caído la noche y que debía de descansar no lo hacía, se había encargado de que todos los demás se fueran a dormir, así que paseo por el bosque mientras la luna estaba en lo más alto, planeo en hablar con su madre aunque sea un poco y tener así algo de compañía, pero una idea le vino a su cabeza, recordó que Arturia le había dicho que este año esperaba que en el prado hubiera tulipanes, ya que los había visto en el Reino del Valle Coliseus y le habían gustado mucho, así que fue al prado y usando su habilidad de crear objetos creo algunos utensilios de jardinería pues sembraría semillas de tulipanes para Arturia, quería darle una bella sorpresa por ello a pesar de a verse ensuciado no le molestaba estaba feliz por estar realizando dicho esfuerzo,pues quería ver una bella sonrisa en el rostro de ella.

Cuando se dio cuenta la luz del sol le dio de golpe en el rostro, dándose cuenta de que había estado ahí toda la noche, pero sonrió muy orgulloso al ver dichos tulipanes en todo el prado, eran de diferentes colores, había usado magia para hacerlo crecer aún más rápido y no tener que esperar demasiado para verlos florecer, cambio su ropa y fue a buscar a Arturia para mostrarle lo que había hecho.

Camino despacio pues se sentía algo cansado pero de verdad quería mostrarle aquello a su princesa, al llegar a su hogar la vio a fuera como si estuviera preocupada por algo, se acercó y le juego una pequeña broma, solo quería molestarla un poco, esta pequeña broma provocó que Arturia se enojara con él y empezará a perseguirlo y el huía de ella mientras reía, su objetivo era llevarla hasta el prado de flores y estaba funcionando se detuvo una ves llegó a su destino, ella en cuanto llegó y lo vio no sabía que decir estaba sorprendida, recordaba que le había dicho a Oberon que quería ver esas flores en el prado pero nunca pensó que el realmente lo haría.

Oberon - Estas flores son para ti Arturia - sonrió ampliamente

Arturia - No debiste... - sus mejillas estaban rojas de la vergüenza - g-gracias por las flores

Oberon - ¿Qué dijiste? - se hizo el que no la había oído, cuando en realidad si la había escuchado bien

Arturia - ¡Gracias por las flores! - dijo avergonzada

Oberon - De nada mi princesa, de verdad me hace feliz que te haya gustado mi regalo - dijo con sinceridad

Arturia - Tonto... (Su detalle fue lindo, sin duda cada día me gusta más, además de que es muy lindo cuando sonríe ) - miro de reojo a Oberon notando aquel rubor escandaloso que tenía en su rostro - ¿Qué sucede?, ¿te sientes bien?

Oberon - ¿De verdad te parezco lindo? - dijo con cierta pena

Arturia - Aah... Este yo... Yo olvida eso - salio corriendo del lugar - (Había olvidado que Oberon podía ver más haya de la verdad, ¡que vergüenza!)

Oberon - Le parezco lindo... - aun tenía sus mejillas rojas

Laian - Señorita Arturia, ¿esta bien? - pregunto ya que se había cruzado con ella

Arturia - Si estoy bien - aun tenía las mejillas levemente rojas por la vergüenza - ¿que haces por aquí Sir Laian?

Laian - Iba a ver al rey para darle esta carta que llegó desde el reino de Tales, solicitan que vaya para haya con urgencia - dijo mostrando aquella carta

Arturia - Ya veo... Así que tendrá que salir de nuevo - dijo un poco triste

Laian - ¿No irá con él señorita? - pregunto algo extrañado

Arturia - Tal ves no pueda ir, ya que piden que vaya rápido, y yo no puedo montar a Blanca e ir con él

Laian - Entiendo, bueno señorita nos vemos luego, iré a entregar esta carta al rey - siguió con su camino

Arturia - Esta bien... Por cierto él esta en el prado de flores

Laian - Gracias por decirme donde esta el rey - camino algo apresurado para poder llegar lo más rápido posible con el rey

Oberon estaba sentado en medio de aquel lugar lleno de tulipanes perdido en sus pensamientos, cunado Sir Laian se acercó a él para darle la carta, en cuanto la leyó se levantó y camino de manera  apresurada para buscar a Arturia pues los dos tendrían que salir hacia el reino de Tales.

☪⃟Hเʝσ ∂ε ℓα ℓᴜɳα🌙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora