Vecindario - Tokyo Revengers

Residencia Keisuke 1.3

— ¿En qué piensas, Kei?— Le preguntó su rubio de bote novio, estando sentado al lado suyo en un bar con todos sus amigos, celebrando alguno excusa tonta para quedar antes del tan "anhelado" partido de fútbol.

—Sí Baji, ¿en qué piensas?— siguió su mejor amigo, animado con el buen ambiente que había en el establecimiento— te ves como un viejo ñoño que no ha dado un palo al agua en toda su vida.

—No proyectes tus problemas personales y tu descripción en burlas hacía mí, mi querido Kazutora. Ignorando al pelo plátano , ¿qué pasaría si perdiéramos el partido?— Cuestionó.

—Hay dos opciones; la primera que estarías tan cabreado con el mundo que incendiarías los coches de los contrincantes y la segunda opción es que el pobre Chifuyu tendría que aguantarte, mientras te ve patear el césped para luego ver la muerte de Papá Dino para relajarte.

—¡Oye! Fuyu disfruta de mi compañía siempre.

—¿Quienes van a jugar, Shinichiro-san?— Preguntó Hakkai al mayor de los Sano.

—Mikey me dijo que los capitanes de la ToMan, pero si quieres tú puedes también.

—No, yo nunca.

—¿Por qué no te gustaría jugar?— Cuestionó Angry, el gemelo menor.

—Tengo malos recuerdos de la infancia, una vez jugué de portero y todo acabó con con el árbitro tumbado en el suelo por haber lanzado el balón a su espinilla sin querer...

—Yo abucheé al arbitro.— Dijo Yuzuha.

—¿Por? Si fue tu hermano el que lo mató.

—Mi bro no hizo nada malo, era autodefensa.

—Shinichiro tampoco es bueno— comentó Emma— se unió para impresionar a alguna chica y por fin conseguirse novia, pero todo acabó en desastre porque es suplente y ninguna chica le quiere por ser un delincuente.

—Es un monstruo virgen— siguió Mikey.

—¡Eso es mentira! Hubo una chica de la facultad de Bellas Artes que me invitó a su casa, y además ya no soy un delincuente. Tengo una tienda de motos—. Retractó Shinichiro.

—Ya, pero te las compran delincuentes.

—¿Los que escogen Bellas Artes no suelen acabar en la calle?— Reflexionó Mikey en voz alta.

—Mañana tendré que traer a Mana y a Luna, así que comportaros como personas civilizadas y no como los cavernícolas que sois— advirtió Mitsuya.

—¡Ay pero que monas! Me las imagino gritando ánimos para su querido hermanito mayor y para sus fieles amigos— se burló Kazutora mientras que se echaba un trozo de pan a la boca.

—Tranquilo Takashi, Hakkai, Yuzuha y yo las cuidaremos de ellas la mar de bien—. Aseguró Emma.

—Claro, el novio gay y las titas lesbianas, esto parece sacado de película— opinó en forma de burla el peno banana, otra vez.

—No es mi culpa tener tan buenos gustos—. Contraatacó la mediana de los Shiba— además tú estás más sólo que la una.

—Eso es mentira, Baji me puede acoger en su casa cuando yo quiera.

—Eso ya veremos, porque los viernes estoy muy ocupado con Chifuyu y tú nos comes los helados del congelador— discutió Keisuke.