Vecindario - Tokyo Revengers

Residencia Sano

3ºB.

Un grupo de chicos iban subiendo las escaleras del edificio en donde dos de ellos vivían, uno junto con su hermana.

Pasaron por el primer piso.

—Mitsuya, ¿no es aquí donde te tiras a uno?— Preguntó burlón Draken intentando sacar de las casillas al mencionado.

—Cállate la puta boca Draken. Y no me lo tiro, estamos saliendo.

—Como sea.

Subieron al segundo piso.

—Kenchin estoy cansado— se quejó el más pequeño— cógeme.

—Puto vago...

—Aquí es donde vive el novio de Baji—. Soltó Kazutora.

—¡Oye!

—¿Eh? Pero si en este piso viven solo una vieja, una pareja y un piso está alquilado—. Mencionó Mikey.

—Él se mudó hace un mes aquí, era de su tía pero porque estaba más cerca del insti se mudó. Aunque aún no es mi novio, pero lo será tenedlo por seguro imbéciles.

—¡Ya sé quién dices! Muchas veces lo veo al bajar las escaleras.

Y finalmente llegaron al 3er piso.

—¡Emma! ¡Hemos llegado!

Los cinco entraron en el apartamento y se sentaron en el salón, algunos en el sofá y otros en el suelo.

—¿Pah no ha venido?— Emma apareció en escena saliendo de la cocina.

—Nop, se ha ido con su novia a la playa.

—Lo que daría por un helado ahora mismo...— murmuró Mikey— ¡Kenchin!

—¡No!— Terminó Draken cogiendo un mando de la consola, iniciando una partida.

—Yo queriéndote y me sales mamón.

—Si queréis yo os compro algunos, no me importa—. Añadió nuestra pequeña ángel.

—Tranquila Emma, no hace falta. ¿Quieres jugar?— Le ofreció Mitsuya.

—Vale.

Después de un buen rato de partidas en las que hubo traiciones, gritos y disgustos los chicos se cansaron de jugar, para luego estar hablando en el balcón, con los pies puestos en un tipo de mini bañera con agua fría.

—Bueno, me voy a comprar helados—. Espabiló Draken saliendo del balcón poniéndose unas chanclas.

—Espera, voy contigo—. Emma apareció am lado del tatuado, para irse con él.

En el trayecto hablaron de cualquier cosa que se les viniera a la cabeza, no les importó gastar el tiempo. En un abrir y cerrar de ojos ya estaban en la tienda de conveniencia (o chino, en España) buscando entres los pasillos algunos helados de su agrado.

—Por cierto, estás muy guapa hoy—. Draken apartó la mirada de ella intentando ahorrarse vergüenzas.

—¿No lo soy todos los días?— Bromeó Emma sonrojada con una risita.

—Pues claro que sí.

Emma se sobresaltó ante la respuesta y se quedó inmóvil.

—¿Te ha comido la lengua el gato?

Ella vio cómo du novio se reía por lo bajo, haciéndola sonrojar más, pareciendo un tomate viviente.

De repente Draken la pilló por sorpresa, besándola en los labios. No le importó que estuviera en los pasillos de un chino, ni que sus amigos les estuvieran esperando.

Al separarse cogió los helados y arrastró a la menor a la caja.

—Son 329 yenes.

—Aquí tienes.

El trayecto de vuelta fue silencioso, con el cielo atardecido dándoles de lleno en la cara. Iban con las manos cogidas y mirando cualquier cosa que se les cruzara.

—¡Oye! ¡Cuánto habéis tardado! ¡Kenchin te extrañé!—Reprochó Mikey.

—Perdón, había un señor que pagaba con monedas de 5 yenes—. Mintió Emma.

Un poco flojo pero el siguiente que subiré será mejor, lo prometo:)

Por cierto, necesito vuestra opinión: ¿queréis un capítulo en donde chapan o no?

Si es así decidme personajes akbdnd.

Recordatorio que en esta historia ya tienen 16/17/18 años.

Bueno, sin nada más que decir,
¡Adiós!