Residencia Sano 1.6

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Ahí estaban los cuatro, sentados en la habitación de Emma y esperando a que alguien abriera la boca para empezar a hablar de lo que estaba pasando y podría pasar. Ninguno hablaba, sólo se miraban entre ellos.

Emma estaba sentada en su cama, mientras que los dos chicos estaban en el frío suelo y Yuzuha estaba sentada en una silla, abrazando un peluche y observando detenidamente la habitación de la fémina. Era modesta pero bonita; con los típicos adornos de una chica quinceañera que ama Disney, fotos con sus hermanos, cuadros de paisajes, ropa almacenada en una silla, con estanterías que tenían libros y maquillaje. Realmente no se parecía a la suya; la Shiba tenía la habitación pintada de negro, sin mucha decoración excepto un espejo de pie en donde tenía pintado con acrílico varias nubes y en la cama unos peluches de Marvel.

—Supongo que si nadie habla empezaré yo, ¿no?— Empezó Emma tomando aire.— Recapitulemos un poco hacia donde todo empezó. Draken y yo empezamos a salir pero- — fue interrumpida.

—Pero a mí me gusta Kenchin—. Siguió Mikey— y de verdad.

—Exacto— concordó la Sano. — Y quieres intentar salir con él.

—Sería lo idóneo.

—¿Eso no tendría que decidirlo Draken?— Cuestionó la menor.

—Esa es otra, porque aquí hay otra personita que le gustaría conocerte— respondió el rubio cenizo.

—Y por eso estoy yo aquí—. Concluyó Yuzuha.

—Espera Yuzuha, ¿tú eres...?— Murmuró buscando una respuesta Emma.

—¿Lesbiana? Desde que descubrí a Melanie Martinez.

—¿Y que parte del cuerpo te gusta? Tipo culo, pechos...— Preguntó.

—No lo sé, depende de la situación, pero todo lo que tienen las chi-

—Bien, bien, ahora que ya tenemos claro las orientaciones sexuales y preferencias de todos podemos ir al grano. ¿Qué hacemos?— Interrumpió el tatuado.

Por segunda vez se hizo el silencio. Intercambiaron miradas sin saber qué hacer ni cómo seguir.

—Creo que deberíais primero hablarlo Emma-chan y tú. Ya a partir de ahí veremos cómo lo hacemos.— Dijo Yuzuha, haciendo asentir a todos los presentes.

—Bueno pues...— se volteó hacia la chica— ¿tú quieres romper?

Se sentía incómodo. Aparte de por la situación en la que se encontraba, si no porque dos pares de ojos le clavaban la mirada expectantes y ansiosos esperando una respuesta, rezando para que fuera la que ellos querían. Depende de la respuesta tendrían que trabajar definitivamente su cara de póker.

—Yo tendría que pensarlo, es algo importante...— respondió Emma jugando con sus manos— además de lo que diga dependen otras personas— al fondo de la habitación se podía ver a dos personitas asentir con mucha ímpetu.

—Podríamos ver que pasa y dar una oportunidad a estos dos cenutrios— río el calvo al oír los reproches de la pareja espectadora.

—Supongo que sí...

—Porque tú la quieres, ¿no?— se dirigió a Yuzuha.

—Fue un flechazo a primera vista, lo juro por Arturo.

—¿Por la raja de tu culo?— Siguió el juego Mikey.

–Emma, fuiste la mejor novia que he tenido— acarició el pelo de la rubia tranquilo.

—Por no decir la única— rió por lo bajo.

–Entonces en qué quedamos, ¿puedo invitarte a una copa o no?— preguntó Yuzuha ya cansada.

Vecindario - Tokyo Revengers Donde viven las historias. Descúbrelo ahora