Residencia Tachibana

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1ºB

⁎⁺˳ Para mejorar la experiencia os recomiendo escuchar esta canción, ya que es la que voy a narrar en esta historia: "El fin del mundo" de La la love you. Creo que pega mucho con Hinata y Takemichi<3.

"Hola, yo venía a decirte que bailaras a mi lado, que esta noche estás tan guapa y yo estaba más guapo callado."

La música resonaba por toda la casa, mientras que todas personas bailaban y se la pasaban bien. Bueno, todas no.

Takemichi Hanagaki fue invitado por el novio de uno de los amigos. Estaba sentado en un sofá, viendo a las demás personas, en especial a una chica de pelo naranja claro, mientras que ella bailaba con alguien más. La amaba profundamente; era guapa, amable y de buen corazón. A cualquiera le gustaría una chica como ella, Hinata Tachibana.

"Lo siento, no sabía que ya había quien se muere por ti."

Observó quién era con quien ella bailaba: Kisaki Tetta. Ese chico canijo y bajito que tanto detestaba. No era porque tenían el mismo interés amoroso, sino porque él le hacía la vida imposible y tenían una rivalidad desde que eran fetos.

Veía dolorosamente como sus cuerpos se apegaban y reían, bailando al son de la música. Le dolía saber que nunca sería alguien importante para ella, sólo un compañero de clase que la conoció al espantar a unos matones de barrio y que hablaba de vez en cuando de tonterías. Le dolía saber que no sería el causante de sus sonrisas. En cambio Kisaki era el amigo de la infancia, el "amor de su vida", el que cambió por ella, el que conocía desde siempre.

"Pero no me compadezcas porque asumo la derrota, y es que tú eres tan perfecta y yo sólo un perfecto idiota, que se vuelve tan pequeño, diminuto, casi nada por ti."

Aún así con la rabia y dolor en su corazón, Takemichi no lucharía por Hinata, si ella era feliz eso era suficiente para que él se contentara. Perdería la guerra por la felicidad de la otra persona.

Dejaría ser matado por su rival, seguro que Kisaki la trataba mejor que él la podía tratar. Según lo que él había oído la compraba joyas y regalos, por cada pequeña cosa la idolatraba. Talemichi no podría ni hacer un regalo decente. Seguro que si él la daba una sorpresa se tropezaría con sus propios pies y se caería.

Quizá el por qué de su baja autoestima se debía a que se solía comparar con ambos; eran sociables, trabajadores y coherentes.

Se quedó observando disimuladamente a la chica mientras que bebía de su Coca-cola.

"Y tú bailando, bailando, bailando. Y yo llorando, llorando por ti. Me voy muriendo mientras bailas."

Joder, de verdad que no quería llorar pero al ver la mierda de vida que tenía no podía evitarlo. La belleza de Hinata era inmensa, tanto que tampoco podía evitar soltar lágrimas no notorias al no tenerla como novia. No sólo quería tenerla para presumir de por fin tener pareja. Quería compartir momentos juntos, ver películas juntos, salir a ver el atardecer juntos, envejecer juntos. La trataría como mejor pudiera, sin importar lo que pasara.

Hanagaki daba gracias a Dios porque su llanto pasaba desapercibido por todos, se moriría de vergüenza si alguien se diera cuenta.

"Que paren la puta orquesta porque creo que me muero. Porque tú estabas de fiesta pero yo estaba de entierro. De mi amor, porque ha acabado aniquilado y enterrado por ti."

Dios, necesitaba salir de esa casa para no volver más. Desconectar y no volver a esa pareja. O al menos a uno de ellos, el puto Kisaki Tetta. Ese sentimiento era repulsivo, como si sentía que iba a vomitar.

Las únicas interacciones que tenía Takemichi con Hinata eran conversaciones, y a veces la acompañaba a casa por petición de la fémina. Solían hablar de cosas sin sentido, o preocupaciones sin sentido. El chico se acordó de su cumpleaños, cuando la chica le regaló un pañuelo bordado por ella misma. Recordó que ella iba a decir algo, pero lo dijo tan bajo que ni se la oyó.

"Y hago que no pasa nada, y me pierdo entre la gente. Mientras tú te vuelves loca yo me vuelvo transparente."

Harto de ésta situación Takemichi se levantó dispuesto a irse del piso, dejando a todo ser atrás. La gente se acumulaba cada vez más en ese espacio. Todos ahí no se daban cuenta de su existencia, y normal, para la mayoría era un extraño.

Mientras que él se perdía entre la gente y salía de la casa podía ver como la silueta de su amor no correspondido se perdía también.

Ya estaba a las afueras del edificio, apoyado en las paredes de éste escuchando música.

"Oye mira, sí que pasa, pasa mucho y lo que pasa eres tú."

¿Takemichi?— Se oyó una voz femenina.

—¿H-hina? ¿Qué haces aquí? ¡Deberías estar con el capull... es decir, Kisaki!

—¿Qué? Pero si yo he venido a la fiesta porque oí que tú venías a la fiesta...

—¿Ah sí?— Preguntó atónito.

—Sí, Kisaki-kun me dijo de bailar un rato y al ver que te fuiste me preocupé, ¿por qué estabas llorando? ¡Tienes que estar feliz! — exclamó poniendo sus dedos índices en los extremos de los labios del contrario, moldeando una sonrisa.

—¿Yo? Esto... nada, sólo me siento mal.

—¿Por?

—Penas de enamorado.

—¿Sí? ¿De quién estás enamorado?

—De ti...— susurró sin que ella supuestamente lo pudiera oír.

—¿De mí?

—¿Qué?

—¿Qué?

El chico se sonrojó hasta más no poder. ¡Lo había dicho sin querer! ¡Y susurrando! ¿Cómo ella pudo oírla?

—¿Entonces saldrías conmigo si yo te pidiera salir, Takemichi-kun?

—¿Yo? bueno... esto...sí, definitivamente sí.

—Sal conmigo, Takemichi-kun.

—¡¿Pero tú estás saliendo con Kisaki?!

—¿Yo? Nunca, es mi amigo. ¿Quién te ha dicho eso?

Ouch, golpe bajo. En las pelotas.

—¿Saldrás conmigo o no?

—¡Sí! ¡Definitivamente sí!

—Entonces volvamos a la fiesta a bailar y celebrar nuestra victoria, Takemichi-kun— terminó para agarrar la mano de su ahora novio.



Holis<3

Gracias por las 6 mil lecturas, lo aprecio mucho(><).

Por fin he introducido a Hina y Takemichi, tenía muchas ganas de escribir esto.

Estos capítulos estarán ambientados en la fiesta que dijo Mikey capítulos atrás. Las cosas saldrán bien para los chicos,  ¿o no?

Sin nada más que decir,
¡Adiós!💖

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