Residencia Shiba 1.3

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—¡Taiju, para! ¡Por favor!— Se oyó un grito de súplica por parte de una chica.

Un segundo después se oyó un golpe y hubo un desvanecimiento. Cómo no, Taiju empezó con la paliza (ahora rutinaria) a su hermano.

Sorprendentemente a Yuzuha no la estaba tocando ni un pelo, porque esta vez Hakkai negoció con él, como ella hizo una vez.

Empezó con un golpe en la tripa para seguir con la cabeza, piernas, brazos y tripa (otra vez) reiteradamente.

Buscaba cualquier excusa para pegar a du hermano.

Hakkai no se resistió, sabía perfectamente que eso empeoraría la situación. Al final todo acabó cuando el menor de los hermanos escupió sangre y perdió parcialmente el conocimiento por unos minutos.

El impresentable se marchó a algún lugar cualquiera, y mientras él estaba fuera Yuzuha ayudó a Hakkai a tumbarse y tratar sus heridas.

—Perdón Yuzuha...

—No te disculpes, no es tu culpa—. Respondió la fémina mientras intentaba no llorar. Agradeció internamente que en este caso Taiju no fue tan duro como otros días, dejándole heridas superficiales que en unos días curarían.

De repente el móvil de Hakkai sonó, iluminándose y mostrando el nombre de la persona que llamaba.

—Es Mitsuya, ¿no?

—Sí.

—¿Cómo reaccionaría Taiju si se enterara que eres gay?

—Me mataría. Definitivamente. Un hombre homófobo y racista que además pega a su familia no tendría piedad por su hermano gay.

—Ya... coge el teléfono que va a colgar, yo me voy a mi habitación, ¿sí?

¿Hakkai?

—¡Taka-chan! Dime.

Hakkai procuró poner un tono de voz alegre, como solía hacer, para no levantar sospechas. De verdad no quería que nadie se enterara de lo que sucedía.

—¿Dónde estás? No te veo.

Por un momento Hakkai olvidó que había quedado con su novio. Dios mío, le iba a matar. Pero no podía ir, no con el cuerpo lleno de moratones y heridas, además de la cara. Mitsuya le volvería a preguntar por lo que le hizo a Taiju, y sabía que algún día Mitsuya le plantaría cara.

¿Hakkai?

—Ah sí, perdón Taka-chan. Hoy no puedo...

—Es por Taiju, ¿verdad?

—... Hoy no tengo el cuerpo muy favorecido, mañana quedamos, ¿sí?

—Hakkai responde.

—No tienes de qué preocuparte, tranquilo. Deberías cuidar de Luna y Mana, ¡ellas te necesitan más que yo!

—Voy para allá, y no acepto un no por respuesta.

La llamada terminó, dejando un perplejo Hakkai. Decidió lavarse un poco la cara y recoger su habitación. No podía ser visto de esa forma.

—Hakkai, me voy al cine con Hina-chan, si te sientes mal sólo llámame y vuelvo enseguida —. Dijo Yuzuha antes de salir por la puerta.

—Sí.

—Te quiero.

—Y yo.

Unos minutos después sonó el timbre, yendo a abrir se encontró con Mitsuya.

Vecindario - Tokyo Revengers Donde viven las historias. Descúbrelo ahora