E L E V E N

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Incluso tu silencio me hizo dar cuenta que tu amor por mi se esfumó.

Como un ciego no veré tu dolor, e ignoraré las voces de mi corazón.

"Ring. Ring. Ring"

Su celular vibró, provocando un salto repentino en el joven chico que con sutileza abría los ojos, despertando de sus recuerdos y sus más tranquilos sueños.


Con descanso, bostezó, dando paso a la tranquilidad que a través de sus fosas nasales penetró para poder ingresar a su sistema y refrescar el interior de su cuerpo.

Estiró su brazo, tomando entre sus manos el aparato que no dejaba de sonar.

"That"

Leyó por encima, deslizando al instante la pantalla y desbloqueando las contraseñas de seguridad que su celular tenía para abrir los mensajes que el menor le estaba mandando.

Ingresó al chat que mantenía con el más joven, quién le daba los buenos días y las noticias de que su vuelo saldría temprano.

---. ¿Vuelo? ---. Preguntó el mayor, tomando asiento en la cama para leer mejor los mensajes del menor. Observó la pantalla, en la cual se marcaban los cuatro mensajes que el más chico le había dejado

"Buenos días Gulf. "

Saludó con sutileza, dando los buenos días a su mayor.

"Espero hayas dormido bien y que pronto te sientas mejor"

Deseó el más joven para el mayor, esperando que su corazón ya no sangrara por nadie más. Mucho menos por su ex amor.

"Justo ahora, estoy abordando el avión que me llevará directo a mi destino. Lamento no haberte dicho nada, pero anoche fue que la decisión se tomó "

Explicó, ocultando sus motivos tras una mentira que para Gulf fue tomada como verdad.

"Espero volver a vernos, mi vuelo saldrá muy pronto, por lo tanto, deseo que el destino nos vuelva a unir. Hasta pronto P'Gulf"

Se despidió, pidiendo que el mundo los volviera a unir en un futuro, cuando él ya no sintiera nada por su mayor, y cuando el más grande pudiera amar si problemas de pensar en alguien más.

Gulf sonrió, siendo consciente de que That estaba yendo a un lugar que ayudaría en su crianza y crecimiento. Lejos de una persona que no podía corresponder sus sentimientos, pues aunque Tath pensara que Gulf no era consciente de su amor, en el fondo, el corazón de Gulf correspondía los sentimientos del menor, quien merecía ser feliz con alguien más y en otro lugar.

El entendió, y sin dudar, le deseó lo mejor a su menor, quien al otro lado contenía sus lágrimas, sintiendo un dolor que no podía explicar con palabras.

Una vez más, un amor se le iba de las manos, pero, aunque su corazón no pudiera aceptar por completo al más joven, siempre fue consciente de que había latido por el menor. Inclusive ahora que se iba, su corazón latió con el deseo de volverse a encontrar, cuando los dos fueran más maduros para aceptar los obstáculos de la vida. Sin embargo, no podía amar sin siquiera haber podido olvidar a su primer amor, quien era el culpable de que sus ojos anoche hubieran derramado lágrimas, justo como en ese momento, cuando en las mañanas lloraba por él. Por un hombre que lo hizo sentir amado y deseado, pero sobre todo, querido.

A|| MewGulfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora