Desde lejos te observé, y en silencio lloré. Sufrí por aquello que fue y no volverá a ser.
Te deseo lo mejor.
Las grandes puertas del consultorio se abrieron para el, dándole el paso directo hacia el corredizo que le resultaba familiar. La acogedora calidez y tranquilidad del consultorio, fue lo primero que lo recibió, logrando que se sintiera cómodo y seguro de estar ahí una vez más.
La recepcionista lo esperaba, archivando información de los pacientes que habían terminado sus sesiones, así como los que apenas las recibían.
Con delicadeza, observó el largo y vacío pasillo del consultorio, el cual estaba siendo utilizado por tres personas aparte de él, quienes pocos lo saludaron, deseándole suerte en su sesión, así como otros pasaban de largo, no interesados en entablar una conversación con un desconocido. El agradeció los buenos deseos, sintiéndose entusiasmado de tomar su sesión, sin embargo, su intención no sólo era tomarla tranquilamente y hablar de sus problemas, en realidad, el hombre de apariencia elegante tenía otra cosa en mente."Es un buen momento para tomar un café"
Su corazón latió, entusiasmado de sólo imaginar que volvería a ver a su primer amor, quien probablemente rondaría los pasillos del consultorio, teniéndolo tan cerca, pero tal lejos a su vez.
Con más seguridad, se encaminó a la recepcionista, dándole los buenos días para proceder a registrarse.
---. Bienvenido Señor Suppasit ---. Saludó ella con una sonrisa, creando un Wai con sus manos. Un saludo que mostraba respeto hacia sus mayores o superiores ---. Firme aquí, por favor ---. Con calma, le entregó la lista donde tenia que poner su firma para archivar su asistencia en la computadora
---. ¿El joven Brook ya se encuentra en la sala? ---. Preguntó Mew, observando la hora que su reloj marcaba
"Diez minutos tarde"
Pensó con inquietud, sintiéndose ansioso de saber que había llegado diez minutos tarde a su sesión.
---. Lo lamento señor Suppasit, por inconvenientes en el camino, el Licenciado Brook aún no ha llegado ---. Respondió Yiwhaa con amabilidad, explicándole al mayor que su cita se retrasaría unos minutos más por la fuerte lluvia de nieve que había comenzado a caer, y que retrasaba la salida de la mayoría de los docentes. Mew asintió, haciéndole entrega de la lista una vez terminó de firmar
---. Entiendo, muchas gracias ---. Contestó con una pequeña reverencia, dándole su momento a la recepcionista mientras él tomaba asiento en los sillones de la sala de espera
"Son suaves, y muy acogedores"
Suspiró, dejándose llevar por la comodidad que los sillones negros le permitían disfrutar.
Cerró los ojos, esclavo del cansancio que sentía en sus párpados, los cuales pesaban desde hace algunos días, cuando el frio y la lluvia comenzaron a llegar, trayéndole con ello, el recuerdo de su amor."¿Tienes frío? Yo sí, ¿ya estarás aquí, o apenas saldrás de casa? Quiero verte, Gulf"
Se recargó en la pared, disfrutando del acogedor momento que el sillón le estaba otorgando, permitiéndole olvidar - por un instante - la mirada de decepción que su mujer le dio en la mañana cuando salió del hogar. Aunque en el fondo le doliera, la solución de librarse de sus preguntas siempre la había conocido. Solo bastaba darle un abrazo, jurandole su pronto regreso y dejándole un beso plasmado en los labios y otro en el cuello.
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A|| MewGulf
De Todo"-. No me importaría hacerlo a escondidas de mi esposa -. Susurró Mew, deslizando su lengua por el cuello de Gulf, erizando al instante la piel del contrario -. Mew -. Jadeo Kanawut, sintiendo el calor que sus cuerpos emanaban -. Nunca se enteraría...