A|| MewGulf

S I X T E E N

Con paciencia te esperé e impacientemente te pensé.
Ahora estoy dispuesto a dejarte ir para ser feliz.

(disculpen error de ortografía, espero entiendan y les guste el capítulo.)

Los rayos del sol penetraron contra sus sensibles ojos. Al instante, su mano muy suavemente se posó frente a su rostro para cubrirlo del picante ardor que la luz contraria le otorgaba.

En su espalda, la textura de algo que humedeció su ropa, se logró sentir. Con ello, el olor a tierra mojada por los aires deambulaba, deslizándose por su sensible nariz hasta ingresar por su sistema, quien disfrutó de aquel conocido olor.

Sus latidos muy suavemente retumbaban, provocando que una sensación inexplicable lo sacudiera.

"Huele bien"

Sus ojos muy lentamente se abrieron, permitiendo que todo fuera claro ante su mirada. La rama de unos árboles fue lo primero que sus ojos observaron.
Confundido, tomó asiento para admirar mejor el recinto, pero instantáneamente, sus ojos se deleitaron ante la imagen que las flores alrededor del angosto y vivo campo otorgaban.

Grandes y pequeñas mariposas adornaban los girasoles que a él tanto le encantaban; girasoles que por todo el lugar se dispersaban, dándole una imagen llena de vida y alegría. Los pájaros con su canto lo tranquilizaban, y el olor a tierra mojada lo relajaba.

"Es como, sí estuviera... en el paraíso"

A unos cuantos metros de él, una mariposa de color amarillo se posó encima de un girasol. Sus delgadas alas creaban un suave movimiento, provocando que los ojos de Gulf brillaran al ver la belleza que desprendía con su delicado acto.

---. Tus alas son hermosas ---. Susurró con suavidad, deslizando sus manos por el húmedo pasto. La textura de la tierra en la palma de su mano se posó; era suave y fresca. Tal y como él siempre lo imaginó.
El pasto de un color verde era, dándole vida al campo lleno de flores, y al chico que con interés de la vista disfrutaba

"Ya no siento dolor"

Suspiró con libertad, observando con atención alrededor de su panorama.

El aire contra su rostro se chocaba, el canto de los pájaros en sus oídos muy suavemente resonaban, y el adictivo olor que la tierra mojada desprendía, provocaban un sentimiento de calidez y seguridad en el joven chico.

"¡Gulf!"

Alguien repentinamente lo llamó, pasando a desapercibido por Kanawut.

---. ¡Oye! ---. La voz de un hombre a lo lejos se escuchó. Pensativo observó a los costados, en espera de encontrar a dicha persona.

"Esa voz..."

El latido de su corazón pronto retumbó en su interior, provocando que su atención se posara en dicho sentimiento.

Tocó su pecho, sintiendo por encima de su delgada y fresca ropa, el acelerado latir de este.

"Este sentir tan acelerado...."