Dark Apocrypha: Shuumatsu No Shinwa (Cancelado)

𝔹𝕖𝕤𝕥𝕚𝕒 ℕ𝕠𝕔𝕥𝕚𝕤

Bestia de la noche

Baldur se agita en las sábanas de su cama; en lo profundo de su subconsciente, estaba teniendo de nuevo pesadillas horribles de su muerte y del apocalipsis. Las visiones pasaron con rapidez: el martillo de Thor golpeando las montañas, Loki escapando de su prisión, Poseidón alborotando los mares, Júpiter gritando de dolor, Hermes y Odín descubriendo un secreto que les iluminó sus rostros, Frigg cayendo más y más en una fiebre mortal, Hades en las profundidades de los Nueve Círculos junto a su consejero Belcebú y el Señor de Mictlán haciendo nuevos experimentos con sus demonios... Son tan crípticos y confusos estas visiones que nadie en Asgard consigue entenderlos. Por ello, Baldur se volvió distante de todos, sumiéndose en su propia depresión.

Las pesadillas se hacen tan intensas que despierta. Sus hombros son agitados sacudido Bezradiel, vestido ya con toda su armadura blanca de bordados dorados, quien llevaba varios minutos intentando levantarlo.

—¿Qué sucede, maldita seas? —gruñe el Dios Nórdico, restregándose con fuerza los ojos. Lo primero que ve fue a todos los soldados bien armados y protegidos por sus exoesqueletos, y después observa, más allá del balcón, como una nebulosa negra se esparce malignamente por las calles del barrio, apagando todas las luces y sumiendo todo el vecindario en oscuridad perpetua.

—¡Algo ha estado atacándonos desde hace ya varios minutos mientras dormíamos! —exclama un ateniense en pánico, apuntando a las calles por una ventana, sus ojos en la mirilla de su espada-francotirador— A-apenas nos fueron notificados ahora.

—¿Y mis cien Asgardianos? —farfulla Baldur, asomando la temerosa vista por las calles inundadas de neblina negra— ¡¿Dónde están el resto de mis soldados?!

—¡Están allá afuera, señor Baldur! —anuncia un soldado, colocándose firme frente a él, sudoroso bajo la armadura— I-i-intentamos llamarlos d-de vuelta, pero... no responden.

El comentario pone los pelos de punta a Baldur, su corazón de inmortal bamboleándose en un terror que sólo podía ser descrito como... ¡más allá de lo divino!

ᴺᴼᵂ ᴾᴸᴬᵞᴵᴺᴳ : MURDER

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ᴠᴏʟᴜᴍᴇ : ▮▮▮▮▮▮▯▯▯▯

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De repente, los muros del apartamento donde se alojaban comienzan a repiquetear ante los gritos de los soldados que estaban allá abajo, siendo ahogados y aplastados por la impresionante presión que emitía aquella nebulosa del Hades. Los ojos de Baldur se llenan de terror al vislumbrar, por unos instantes, la veloz sombra de una criatura vagamente humanoide, cazando uno a uno a los Atenienses, Asgardianos, Ángeles y Atlanteanos. La neblina se tinta por momentos de rojo, y asoma de forma momentánea cabezas, brazos, piernas y alas desmembradas, manchando las casas de los humanos con su sangre en una demencial lluvia escarlata. El sonido de la carne arrancándose trae a Baldur las peores visiones que le impiden pensar claro.

—¡No podemos quedarnos aquí! —anuncia, sacándose de su bolsillo una capsula de color blanco con bordes negros— ¡Hay que salir de aquí!

—¡¿Pero cómo?! —exclama otro Ateniense, disparando a diestra y siniestra contra la neblina— ¡Incluso con su transporte, esa cosa nos alcanzará!