𝕊𝕠𝕞𝕟𝕚𝕒 𝔾𝕖𝕚𝕣

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Los sueños de Geir


Michel Nostradamus pega el suspiro de alivio más grande del día al ver que la que los grito a él y a Nietzsche fue ni nada más ni nada menos que la menor y más inofensivas de las valquirias, Geir, vestida con un pijama de color morado con formas de ositos en su superficie.

Nietzsche nada más escuchar el gemido despreocupado de Michel también. Al ver a la tierna Geir con una mueca de confusión, el alemán también despide un profundo gimoteo de consuelo. Emite risitas y toses nerviosas y se echa aire a la cara con el sombrero negro.

—Ay, mamacita, ay, mamacita... —farfulla, cubriéndose la boca con el sombrero— Casi me muero del susto. M-menos mal que es sólo la metiche esta...

Geir tuerce los labios en una mueca indignada.

—¡¿A quién le dices metiche, bigotón?! —exclama y camina a grandes zancadas hasta quedar frente a ellos

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—¡¿A quién le dices metiche, bigotón?! —exclama y camina a grandes zancadas hasta quedar frente a ellos.

—A ti es a la que te digo metiche, enana —le reprocha Nietzsche con descaro. Siendo tan alto como Brunilda, Geir apenas y podía alcanzar la cintura de Friedrich con su cabeza—. ¿Me vienes a presumir que creciste un nanómetro? ¿Por eso estás despierta?

—¡No es eso, bobo! —restilla Geir entre dientes, haciendo un puchero digno de una niña— Me desperté porque... No, más bien, ¿ustedes que hacen aquí, eh? ¡Habría sido mi hermana Brunilda y se los lleva a los dos directo a los calabozos!

—Pues que suerte que nos encontró la ratita... —murmura Nietzsche, mirando hacia otro lado y torciendo los labios hacia abajo.

—¡Uuuugh! —Geir aprieta los puños y los levanta a la altura de su cabeza— ¡Insúltame de nuevo y te muelo a golpes aquí mismo!

—Ratita tierna e inofensiva, no le haces daño ni a una mosca —Nietzsche hace un sonido con sus labios como si le hubiese lanzado un besito.

Las mejillas de Geir se tornan rojas y se hierve de la vergüenza.

la Valquiria se abalanza hacia el filósofo alemán y lo embiste contra su vientre

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la Valquiria se abalanza hacia el filósofo alemán y lo embiste contra su vientre. Nietzsche apenas y se inmuta a su intento de empuje.

—¡Lluvia de Mil Puñetazos Celestiales! —exclama Geir, y la pequeña Valquiria lo empieza a ofuscar con una lluvia de puñetazos directos en su vientre, pero Nietzsche los recibe todos sin siquiera reaccionar a ellos. Más bien, comienza a cuchichear risitas que se vuelven carcajadas.

Dark Apocrypha: Shuumatsu No Shinwa (Cancelado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora