Dark Apocrypha: Shuumatsu No Shinwa (Cancelado)

𝔼𝕔𝕔𝕖 ℍ𝕠𝕞𝕠 𝕀𝕟𝕤𝕒𝕟𝕦𝕤 (ℙ𝕒𝕣𝕤 𝟚)

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ᴺᴼᵂ ᴾᴸᴬᵞᴵᴺᴳ : Behelit

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ᴠᴏʟᴜᴍᴇ : ▮▮▮▮▮▮▯▯▯▯

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Ese Hombre Loco (Parte 2)

La Valquiria y la Diosa Griega siguieron su camino hacia el noreste de la ciudad, alejándose de los disturbios y las escaramuzas nocturnas de Jerusalén para estar más cerca de su objetivo: la mezquita de Al-Aqsa y el Segundo Templo donde, según Skalmöd, se hallaron las pilas de cadáveres de dioses, semidioses y humanos Einhenjer en sus catacumbas.

Al estacionar el coche militar en un puente después de ver que la avenida estaba obstaculizada por tanquetas abandonadas, Iris y Skalmöd se bajaron del auto y obtuvieron vistas maravillosas de Al-Aqsa y, al sur, el Segundo Templo y el Muro de las Lamentaciones, ambos lugares iluminados por las farolas que aún les llegaba el fluido eléctrico. La plaza del domo de la roca era enorme, espacioso... y estaba atiborrado de cadáveres palestinos e israelíes. 

—¿Aquí no puedo utilizar mi habilidad de súper velocidad, Skalmöld? —pregunta Iris— Así llegamos a las catacumbas más rápido. ¡Puedes incluso emplear a Hofund!

—Hay que seguir siendo precavidas, Iris —argumenta Skalmöld—, quién sabe qué dioses estén en la ciudad buscando el paradero de Edain igual que nosotras.

—A veces eres un dolor de culo con eso —Iris se encoge de hombros—, pero te doy la razón. ¿Por dónde entramos, entonces? ¿Sabes el camino?

Skalmöld no responde. La Valquiria de resplandecientes ojos se queda observando los numerosos cadáveres regados por toda la plaza de Al-Aqsa. Lejanas memorias de un pasado traumático se le vienen a la cabeza, y hacen que Skalmöld frunza el ceño, se muerda el labio inferior, apriete un puño y golpee el parapeto del puente, abollando con total facilidad el hierro.

<<No ahora...>> Piensa Skalmöld, chirriando los dientes. Escucha en su mente los alaridos oníricos de valquirias siendo asesinadas a pesar de admitir la rendición. Lágrimas corren por sus mejillas. <<Qué no me asolen esos recuerdos ahora...>> La imagen de una mujer en bata blanca se le aparece. La mujer se voltea, su melena verde se agita con los vientos y revela su rostro de sonrisa afable. <<¡Freyja...!>>