Dejé la música resonar por todo el cuarto de baño. Estuve más de media hora bajo el agua caliente que salía disparada de la ducha y formaba una cascada entre mi cabello y mi espalda.
Me encanta el agua extremadamente caliente, que la piel se erice.
Salí y envolví una toalla alrededor de mi cuerpo y tomé otra para mi cabello. Limpié con la palma de mi mano el empañado espejo y comencé a arreglarme.
Hidraté con lociones mi cuerpo y puse una mascarilla rápida sobre mi rostro. Fui a por la ropa que había separado para la ocasión y sonreí al ver la belleza de aquel vestido y como a mi madre le había gustado la forma en la que me quedaba.
Lo coloqué sobre mi y quedé realmente impactada. Todo negro, holgado, con la espalda descubierta, una abertura a un costado de mis largas piernas y el escote en forma de V.
Mi chico había planeado una noche especial y realmente quería pasar más tiempo con él. Entre los ensayos, las actuaciones y los problemas en casa, llevábamos casi un mes sin vernos.
Acompañé el vestido con unos zapatos altos que me hacían ver ridículamente alta, pero a mamá le gustaban.
Maquillé un poco mi rostro con una brocha y polvos, escogí un tono mate para mis labios y peiné mis cejas.
Leo: Estoy afuera amor.
Destiny: En seguida bajo guapo.
Me miré en el espejo y bastante satisfecha bajé corriendo las escaleras. Sujetándome del barandal para no tropezar. Mi chico vino corriendo hacia mi una vez estuve fuera y me besó con ansias.
Sus labios eran suaves, pero sus besos no, quería devorar hasta lo último de mi ser y nunca se lo negaría.
—Estás precioso Leo—le di una mirada lenta de arriba hasta abajo, analizando su cuerpo, recordando cada detalle de él.
—Tú también lo estás mi amor—me llevó hasta el auto y encendió el moto para ir rumbo a ese restaurant donde nos conocimos.
Aún lo recuerdo.
Mi grupo de ballet estaba celebrando el gran éxito que habíamos tenido esa noche. "La Bella Durmiente" , tras meses de ensayo y preparación finalmente habíamos estrenado nuestra adaptación de la obra.
Ser la protagonista me abriría muchas puertas.
Una familia se sentó en la mesa detrás nuestro y mi silla chocaba directamente con la de otra persona. Me excusé para ir al baño en el mismo momento que quien se sentaba detrás hizo un ademán de levantarse.
Cruzamos las miradas y quedé hechizada por esos ojos azules transmisores de paz y buena vibra.
Desde ese momento nuestros cuerpos no dejaron de intentar tocarse, a pesar de estar en direcciones opuestas.
Nos estacionamos frente a "Casanova's Ristorante" y el valet parking se apresuró a tomar la llave del auto. El ambiente era tranquilo y todos los allí presentes estaban más elegantes incluso que nosotros.
Era uno de los restaurantes gourmet más famosos del estado.
Nos tomaron la orden y nos sirvieron por cortesía de la casa una botella de champagne y yo miré el raro nombre que a kilómetros gritaba ser bastante cara.
—Hey guapa, no tienes que preocuparte, sabes que mis padres son grandes amigos e inversionistas de Casanova. Somos como de la familia—asentí y me serví otra copa.
—Hay algo de lo que quiero hablarte.
—Te escuchó amor—apreté su mano por encima de la mesa y lo miré con ternura.
—Quiero que dejes el baile—hice un movimiento brusco al quitar la mano de encima de él y el cristal de la copa se quebró en pedazos al tocar el suelo.
—¿Que quieres que haga qué?—observé varios trabajadores acercarse a ordenar todo mi desastre.
—No tiene que ser permanente. Puedes volver en unos meses—me lo pensé. No, no, esto no era una pregunta para pensar. No podía alejarme de mi pasión.
—¿Por qué tengo que separarme de lo que me gusta Leonardo? ¿A caso no sabes lo mucho que me he esforzado toda mi vida para estar donde estoy hoy?
—Por mi, porque me estás perdiendo.
—No. No entiendo. Esto no fue preocupación al principio, no sé por qué lo tiene que ser ahora. Es mi sueño Leo, estoy viviendo mi sueño.
—Me voy dos años a Canadá. Papá está abriendo una sucursal ahí y me ha enviado como gerente. Quiero que vengas por ti.
—Me alegro mucho de que finalmente tengas lo que deseas. Pero, ¿te has escuchado? No soy una maldita muñeca Leo. Tú estarías haciendo lo que te gusta y yo, quien sabe que.
—Tendremos nuestro propio apartamento, con servicio de limpieza y una empleada. Tendrás todo el tiempo libre que quieras para conocer Toronto.
—Pero has planeado todo sin saber su aceptaría o no.
—Si de verdad me amaras, lo aceptarías sin pensar.
—Si amarte, significa renunciar a mi sueño, a todos esos años que pasé rompiéndome los dedos, haciendo estiramientos, entrenando para lograr mis objetivos, entonces creo que no te amo. Pero su amarme, significa prohibirme ser feliz en lo que me gusta, no apoyarme y tomar decisiones por tu cuenta como si fueras el único en la relación, entonces creo que tú tampoco me amas—me levanté de golpe, dejando caer la silla al suelo.
—Sabes que yo solo quiero lo mejor para ambos—reí sin ganas.
—Ni siquiera lo negaste cuando dije que no me amas.
Salí de ahí corriendo.
Lo escuché llamarme pero no quería estar ni un segundo más en ese lugar.
El aire golpeó con fuerza mi rostro y cuando estuve bastante lejos, me detuve, deslicé la correa de los zapatos y los tomé en las manos.
Me senté en el borde de la calle.
Todo tan tranquilo...a veces la tranquilidad me trae un desequilibrio emocional inmenso...llegué al punto en que me acostumbré a tener problemas, a llorar, a pasar por cosas difíciles...y cuando tengo tranquilidad y silencio...solo puedo pensar en desahogar la presión que comprime mi pecho.
Después de un rato, llamé al único número que siempre me contestaría las llamadas...Daniela.
—Habla Daniela, y más te vale que sea de urgencia porque estaba durmiendo— esa chica amaba dormir.
—¿Puedes venir a buscarme?
—Dime donde estás y en cinco minutos estoy ahí.
Le dije donde estaba ubicándome por los locales cercanos y justo como dijo, en cinco minutos estaba frente a mi, en su auto, con el pijama puesto y el cabello negro revuelto.
—Traje un cuchillo por si quieres cortarle las pelotas.
Nota de la autora: *grito de emoción*
por primera vez un capítulo narrado por Destiny. ¿que mal la actitud de Leo no?CAPÍTULO DEDICADO A MI MEJOR AMIGA QUE DESDE EL PRÓLOGO HA ESTADO APOYANDOMEEEE!!!!
Te quiero rubiaaaa💙
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Detrás de sus ojos
RomanceSi estás buscando una historia rosita, con amor y cursilerías, estás en el lugar correcto. Ella es Destiny Williams y él es Greg Adams. Se conocieron en una estúpida fiesta, rodeados de vasos rojos y alcohol, pero desde entonces no han podido ol...