Narrador omnisciente.
Después de una larga hora de besos y toques picantes en la ducha, cuando ambos estuvieron a niveles increíbles de calor, Greg envolvió a Dest en una toalla y la cargó como si fueran una pareja de recién casados.
La dejó con delicadeza en la cama y la ayudó a liberarse de la tela.
Él estaba duro como piedra desde que se metieron en la ducha.
Ella quería sentirlo... disfrutar de eso que hacía mucho no hacía y que Greg estaba dispuesto a darle.
El chico rebuscó en la gaveta un par de condones y los dejó al alcance... no quería solo una vez... quería hacerlo hasta que no quedara piel que los separara.
La chica estaba ansiosa... en más de un año se pierde práctica.
Él se abalanzó sobre ella y esta lo recibió con placer... se besaron con lujuria mientras la entrepierna de la chica comenzaba a humedecerse cada vez más.
Él bajó sus dedos hasta chocar con su humedad... movió hábilmente y la hizo retorcerse placenteramente.
Con la otra mano disponible acarició los pequeños pechos y pellizcó con poca delicadeza aquel lugar tan sensible.
La chica buscó el miembro de Greg y lo encontró duro y listo para adentrarla.
Movió su mano sobre este y él entreabrió los labios y de su garganta salió un gemido.
— Hazlo ya, por favor. — le pidió y él sonrió.
— Pídelo Destiny, pídeme que te haga mía.
En parte fue el orgullo, y por otro lado que estaba gozando con el trabajo de sus dedos, pero no dijo una palabra más y él, al ver que la chica no hablaba, la quiso torturar un poco más.
Sacó de su interior los dedos y colocó la punta de su miembro en la entrada de la chica... quien se estremeció con solo sentirlo.
— No juegues más Greg, por favor.
Trató de moverse, pero él le agarró los brazos con una mano y con la otra siguió jugando con sus pechos.
Lamió, chupó y mordisqueó con deseo cada parte de aquella chica.
Se mordió el labio, le rogó y cuando estuvo a punto de explotar de deseo, el chico se apartó rápidamente y deslizó el látex de un condón por su entrepierna, preparado para hacerla suya.
Él sabía cómo hacerlo, y ella lo estaba disfrutando al máximo... él se sentía más excitado al verla gemir... al ver sus cabellos contrastando con el blanco de las sábanas y sus ojos color ámbar entrecerrados de placer.
Con ella era diferente, no era solo sexo... con él era diferente, sí habían sentimientos.
La tomó de los hombros y la giró, hizo que se apoyara en los antebrazos e inclinara su trasero.
Se hundió nuevamente en ella y la sensación era increíble.
— Te quiero Greg.
— Te quiero Dest.
Explotaron juntos... se fusionaron en uno solo... cayeron débiles sobre las sábanas y se besaron.
Envolvió el condón y lo dejó a un lado... estaban exhaustos pero no lo suficiente como para detenerse.
Esta vez ella se subió encima... comenzó a restregarse sobre él y a besar su cuello...dejando un camino de besos húmedos por todo su torso hasta llegar al miembro del chico... él la ayudó para que supiera el lugar exacto donde tocar, donde lamer.
Se lo llevó a la boca y él jamás se había sentido así.
Succionó, besó y lamió.
Cuando ya estuvo duro se colocó otro condón y ella lo cabalgó hasta que otra vez se corrieron...
Ninguno jamás olvidará la primera vez que lo hicieron... lo bien que se sintió estar dentro de ella... lo bien que se sintió su miembro en su boca y sus dedos en su interior.
Él había estado con cientos, pero nadie como ella.
Ella solo había estado con un imbécil en el pasado, pero nunca le había dado en toda su relación, ese placer que Greg en una sola noche le había regalado.
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Detrás de sus ojos
RomanceSi estás buscando una historia rosita, con amor y cursilerías, estás en el lugar correcto. Ella es Destiny Williams y él es Greg Adams. Se conocieron en una estúpida fiesta, rodeados de vasos rojos y alcohol, pero desde entonces no han podido ol...