Capítulo 19

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Kimberly.

Se necesita valor para muchas cosas en la vida, pero más aún para vivirla.

Reuní fuerzas y las empujé hacia afuera, me atreví a abrir la caja.

Esa caja donde la madre de Kevin había guardado algunas cosas, que me servirían de recuerdo hasta que mi pequeña o pequeño naciera.

Me tembló la mano cuando la aproximé al cartón... pero ya basta de dolor.

Ya había tenido suficiente... ya era hora de avanzar otro paso.

Dos camisetas blancas, unos vaqueros oscuros, un balón de básquet, una colonia masculina y un pequeño sobre en el fondo.

Fue lo primero que tomé y leí las palabras inscritas en la solapa.

"Kim, estaba recogiendo sus cosas y vi esta carta, no tuve el valor de leerla, hazlo por mi"

Abrí el sobre con desespero y comencé a repasar las líneas escritas con apuro.

— Para Kim y los otros. — leí en voz baja mientras comenzaba a llorar.

" Soy un cobarde, sí. Pero, ¿por qué atrasar lo que tarde o temprano va a pasar?

Todos dirán: qué dramático saltar de un edificio... ¡que les den! Me daba miedo cortarme y si me lanzaba frente a un auto seguramente correría antes de que me atropellara. ESTOY EN EL DERECHO DE ELEGIR COMO MATARME ¿OK? Los conozco y sé que se quedarán con los mejores momentos... los momentos en que nadie sabía de mi enfermedad y me consumía el bicho por dentro.

Ahora lo veré todo desde abajo, porque no me iré al cielo... eso es para los valientes.

Quiero dedicarles unas palabras, que quizás nunca les había dicho.

Mamá, te mereces descansar sin alarmas que te indiquen a qué hora debo tomar mi medicación, sin preocupaciones por si bebo o trasnocho. Te amo demasiado.

Greg, cada día que pase a partir de ahora quiero... no, no quiero... te exijo que vivas a tope. Como si no hubieses perdido lo mejor de tu vida... que obviamente era yo. No quiero que te sientas mal por echarme de casa... yo hubiese hecho lo mismo si de mi hermano se tratara...

Porque seguimos siendo hermanos, ¿no?

Destiny, gracias por hacer su vida más bonita y más feliz.

Mi Kim... perdóname ángel de la guarda pero en el infierno llamaban mi nombre... no quise decepcionarte, estabas haciendo de todo para que olvidara que me estaba muriendo... pero tarde o temprano iba a pasar y te iba a doler más verme empeorar día tras día.

Quizás no tuvimos nuestro final feliz... quizás no hubo ni un comienzo... pero gracias, porque te quedaste aquí cuando nadie más lo hubiese hecho.

Me hubiese encantado conocerte antes y sentar cabeza junto a ti... yo que sé... tener dos niños y tres perros... como en las películas.

13 de marzo, el día que el mundo perdió al increíble Kevin Kingston... quien vivió y murió siendo el rubio más sexi del planeta, los amo"

¿Alguien tiene pegamento? Necesito reparar un corazón. ¿Se podía utilizar el sarcasmo en una carta de despedida? Sí, Kevin lo hizo y aún así no dejó de desequilibrar mis emociones.

Me había llamado su ángel de la guarda y que quería una familia conmigo... con eso me bastaba.

No dejó de dolerme esa forma tan cobarde que tuvo de huir... pero me sentía más conforme, me dolía menos él no poder despedirme.

La negación y el dolor ya habían pasado... sólo me quedaba terminar de superar eso que aún me dejaba sin dormir.

Detrás de sus ojos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora