D i e c i s i e t e

144 17 0
                                    

Dedicatoria a @habdbdbd1672
PD: thank you por seguir
leyendo este intento de historia <3

CORREGIDO

N A R R A ________

Subo las escaleras saltándome algunos escalones. Hoy me siento energética, y la verdad, le echó la culpa a Cinco y Diego, ya que estando en la cocina —algo raro para nosotros tres— decidieron mesclar varias cosas para preparar algo. Así que cinco había hecho una crema de café con chocolate —pensé que iba a saber horrible, pero en realidad no estaba nada mal— y Diego una mezcla suave de leche y creo que arequipe, yo solo triture algunas galletas y las puse.

Habiamos creado algo delicioso, y de hecho habíamos hecho muy poco para nosotros tres y terminamos peleando por la bebida. Después de todo, el tener café en casa es casi un milagro —gracias a Pogo, posible— pues Reginald detesta por completo, el color, el olor y el sabor del café.

Al final, todos quedamos desanimados porque no habíamos preparado más, y tampoco teníamos más de los ingredientes para prepararlo, pero con una energía e hiperactividad desbordante. Mientras me acerco a una de las estanterías veo a Allison con una sonrisa corriendo en mi dirección.

Me giro y comienzo a alejarme. Ella me toma del brazo haciéndome detenerme, su sonrisa es inmensa, lo que me hace mirarla con desconfianza, ella solo comienza a jalarme.

—Oye, oye —le digo, frenándola, ella se gira hacia mi—, ¿qué pasa? ¿A dónde me llevas?

Ella sonríe aún más.

—Hay un chico —comienza, frunzo el ceño—, no recuerdo como se llama, ¡pero vino a buscarte! —chilla—. ¡A ti!

Me quedo procesando, ella continua jalándome. ¿Un chico? ¿Buscarme? ¿A mí? Debe ser una equivocación.

Llegamos al primer piso donde se encuentran, Grace, Pogo y el cuarto de mis hermanos, junto a ellos un joven —apuesto, valga la aclaración— de cabellos negros y ojos del mismo color. Sus ojos hacen contacto con los míos y yo hago una mueca de confusión e incomodidad. Allison me hace parar frente a él y con una sonrisa más grande que su cara, me presenta.

—Ella es número ocho, mi hermana —dice con nerviosismo, me pega un codazo en las costillas haciéndome reaccionar.

—Hola —respondo dudosa.

—Ocho, nos volvemos a ver —dice haciéndome confundir a un más, me acerco un poco a él y digo.

—Te voy a ser sincera, no sé cuántas "Ocho" hay en el mundo ni cuantas conoces, pero te aseguro que no soy yo —le miro de pies a cabeza y hago otra mueca—, porque nunca te he visto.

Él sonríe de manera ladeada, y por un momento se me hace familiar, pero no, yo a este no lo conozco.

—Te sorprendería saber que estas equivocada —luego sin esperar mi respuesta continua, esta vez hablando más bajo, para que solamente yo escuche—, pero, ¿qué tal si primero damos un paseo?

Niego con la cabeza inmediatamente.

—Oh, no, no, nada de eso —digo incrédula, pero al ver que no me cree, me cruzo de brazos—, ni te conozco.

—Si me conoces.

—Bueno, aunque fuera así, no tengo permitido salir de la academia —respondo achicando los ojos—. Menos con desconocidos sacados de la nada.

—En realidad, Señorita Ocho, su padre dijo que estaba bien —interrumpe Pogo disculpándose con la mirada.

Y si estuviésemos en una serie animada mi boca hubiese tocado el piso.

Nuestra historia real [Cinco y tu] ✔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora