D i e c i s e i s

167 25 0
                                    

CORREGIDO

N A R R A  _______


Empujo a Luther y el me empuja de vuelta. El muy atrevido. Le miro mal cruzándome de brazos.

—Si, serás —digo, negando con la cabeza—, ¿en serio crees que no me iba a dar cuenta de que hiciste trampa?

—Claro que no —bufa él.

—Luther, tu no tenías un A's era obvio. ¡No seas tan tramposo! —exclamo, el alza las cejas con desaprobación.

—Tu no seas tan mala perdedora.

—Mira, Luther, espero que algún día te envíen a la luna y se les olvide que dejaron allí —le maldigo, el hace una mueca de confusión.

—En serio maldices de esa manera? —cuestiona, le miro mal.

—Es eso o maldecirte en cada uno de los idiomas que se, puedo iniciar por el... —el me corta levantando la mano y estrellándola contra la mesa. Luego estira la otra mano en mi dirección.

—Ya no hay nada más que hablar, yo gane tu perdiste, not big deal (nada del otro mundo) —termina en inglés.

Y ugh, si no hubiese por Diego que me detuvo, le parto la cara. Por eso prefiero no jugar con ellos, aunque sin duda no volveré a jugar con Luther. Es un tramposo y mentiroso de primera, le advertiré a Allison sobre tales comportamientos.

Usualmente paso más tiempo en mi habitación, pero Grace básicamente me arrastro fuera de esta, diciendo que no era bueno para la salud el estar tanto tiempo encerrada. Aunque sin duda no me esperaba esto, mucho menos, cuando sin mi consentimiento, Diego comenzó a arrastrarme fuera de la academia.

—Diego, ¿estás loco? —pregunto, luego miro al rubio junto a él y me corrijo—. ¡¿Están locos?!

—Que exagerada —bufa el de herencia Latina, abro la boca ofendida.

—Exagerada? —exclamo, Luther hace como si se estuviera tapando los odios—. ¡Estamos como a –20 grados Celsius!

—Solo vamos a jugar futbol y ya, no hay necesidad de montar todo un show, jugamos, ya cuando nos dé frio nos entramos —dice Luther rodando los ojos.

—Exacto, además mírate, tienes un abrigo, medias largas, botas, bufanda, y gorro, ya te pusimos de todo para que salgas y no te de frio, ¿no es suficiente? —cuestiona Diego y... no tengo nada que refutar.

Y es que habían subido a mi habitación y habían buscado todo lo necesario para que no me diera frio, ¿a qué va tal acto de amabilidad? Les encanta el jugar futbol conmigo, ¿por qué? Ve tu a saber, ni siquiera soy buena jugando y tengo dos pies izquierdos.

Lo más probable es que disfruten el verme avergonzándome a mí misma.

Dejo de quejarme y me sorprendo cuando al salir no está haciendo ni la mitad del frio que yo esperaba. Ambos se giran hacia mí, incrédulos.

—Vale, vale, no hacía falta tanto show, pero ¿cómo iba yo a saber? —me alzo de hombros pegándole a la pelota, y enseguida me arrepiento, porque debido a la nieve me resbalo y caigo de nalga.

Diego y Luther comienzan a reír. Pero mientras se lanzan la pelota, Luther cae de cara y Diego se rie a mas no poder, aunque comenzó a caminar como una viejita, no queria pagar por karma. Comenzamos a jugar mientras reíamos sin parar, y, había extrañado esto.

Pero debido a Diego declarándose a Vanya estuvimos por más de dos meses con todo completamente separado, eso sin contar que para la época en la que nosotras tres nos comenzamos a desarrollar y nos separaron de ellos por unos seis meses, en esa época nos mantuvieron más con Grace quien nos comenzó a ensenar sobre a nosotras mismas y demás, según lo que he hablado con Klaus y Cinco a ellos les hicieron hacer algo muy parecido.

Nuestra historia real [Cinco y tu] ✔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora