TERCERA Y ÚLTIMA PARTE DE "DON'T LET ME GO".
Quería libertad sin saber el costo de ella.
Ya no importa nada, solo quiero permanecer a tu lado, pero si tu vida llega a correr riesgo, no dudes por ningún momento que yo no intentaré salvarte.
No inte...
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El cielo era claro, la brisa era suave y su compañía era la mas adecuada para la ocasión. Por años creyó que nunca dejaría su puesto de Capitán del Escuadrón Élite de la Legión de Reconocimiento y ahora se encontraba fuera de ese trabajo.
La paz que aquel pequeño ser humano le producía era increíble, aún en un mundo como en el que vivían, con solo ver a su hijo, podía sentir tranquilidad, paz y armonía. Lo reconfortaban demasiado, pues nunca llegó a vivirlos en su vida en la Ciudad Subterránea y mucho menos durante sus años de la Legión.
—¿No debería tener una hermana?—preguntó Levi preocupado, Alice volteó su rostro del cielo hacia él sorprendida—Un bebé no puede crecer solo, ¿no?
—Tú no tienes hermanos, Levi—contestó Alice despreocupada—Quizá Damián tampoco los necesite...
Levi la miró serio y negó.
—Tú tienes tres y eres completamente diferente a mí. Damián necesitará una hermana, que sea como tú—dijo firme, pensaba en el futuro donde solo él y su amada Alice criaran a dos hijos juntos.
Alice se enderezo y miró hacia el cielo despejado de nuevo.
—¿Por qué insistes en que sea niña? Y ¿Por qué quieres que sean como yo? Mi familia me llamaba irritante—dijo Alice risueña, Levi negó acercándose a ella—Tal vez si tuviéramos otro, sería niño.
Alice mordía su labio mientras sonreía, Levi sabía bien lo que tramaba y rió.
—Bueno, todos dicen que él se parece a mí—murmuró avergonzado, Alice sonrió mientras asentía—Pero me gusta más tu personalidad, Damián podría ser como tú y ella, nuestra hija. ¿Qué tal si nuestra hija es igual a ti? Quiero decir, luce igual a ti...
La emoción era notoria en la voz de Levi, Alice observó los ojos de su amado brillar como nunca, incluso hizo que se sonrojara y ella apartó la mirada de él. Parecía un niño emocionado, tener una hija le hacía demasiada ilusión a Levi.
—Hum, quizá podamos tener una—murmuró ella con una ligera sonrisa mirando a Levi—Pero aún es muy pronto...
Levi la miró y asintió, luego se recargó a lado de Damián quien estiraba sus manos y pies hacia el cielo. Ambos observaban a su hijo con demasiado cariño y ternura, sobre todo el Capitán.
—Cuándo estés lista, yo esperaré por ti—le dijo Levi con una sonrisa.
Para Alice aquellas sonrisas ya eran cosa cotidiana de él, pero a sus familiares y amigos aún les sorprendía cuando el sonreía frente a ellos, le causaba gracia ver las distintas reacciones.
