Jungkook estaba enfurruñado y castigado odiaba los tiempos fuera pero no podía controlar sus emociones, desde que su papi estaba en el hospital y había tenido que irse con su papá estaba triste y molesto y era chiquito y estaba abrumado, jugaba con sus deditos mientras miraba al piso y copiosamente trataba de no llorar.
Por otro lado Namjoon hacia lo propio en la cocina mientras respiraba profundamente y trataba de pensar en una solución para lo que acababa de pasar era más que consciente que Kook era un niño que estaba pasando por un momento difícil y estresante pero eso no hacía que las palabras de su berrinche dolieran menos, suspiró con pesadez y terminó de preparar la merienda para Jungkookie y un enorme y cargado americano para él.
-¡Jungkook, la merienda está lista!- Sirvió la mesa y fue por su café cuando sintió al niño abrazar sus piernas y humedecer su pantalón con lágrimas mientras balbuceaba disculpas atropelladamente, Namjoon se enternecio pero necesitaba ser consecuente con la situación así que con cuidado lo separó y lo hizo sentarse a comer, le apretaba el corazón ver a Kook con lágrimas mientras comía, pero se armó de valor para dejarle saber su situación.
—Jungkook, acabo de hablar con la abuela, si quieres ir con ella mientras tu papi regresa te llevo bien sea después de merendar o mañana después de desayunar. No quiero que — Sus palabras fueron interrumpidas por la sensación de quedarse sin aire al Jungkook lanzarse sobre él y estrechar su cuello en un abrazo apretadisimo — No papito, no papito, no me lleves con la abuela, lo siento lo siento, no quiero estar solito, no quiero, te amo mucho papito, perdóname— sus brazos se cerraban en una llave de hierro mientras sollozaba con muchísimo sentimiento y culpa, Namjoon lo abrazó de vuelta trasmitiendo seguridad a su bebé mientras sentía las lágrimas caer por su rostro, estaba consciente de que Jungkook estaba desbordado de emociones y que tantos cambios en tan poco tiempo inevitablemente iban a traer consecuencias, hasta el se sentía desbordado por eso nunca ocultaba sus sentimientos frente a su hijo, llorar liberaba y limpiaba el alma y lo abrazó con fuerza pero sin lastimarlo y así estuvieron por un rato, se levantó con el pequeño koala y se sentó en el sillón prendiendo el televisor, el silencio sólo era roto por los sollozos queditos del niño que se sentó y con sus manitas limpiaba el camino de lágrimas del rostro de su papá.
— Soy un niño malo, te hice llorar papito, por favor perdóname— Namjoon limpió también a su hijo y le sujeto la carita con cariño — No eres un niño malo Kook, muchas cosas han pasado y es normal que te sientas abrumado, sin embargo debes cuidar tus palabras porque aún sin querer puedes lastimar ¿prometes tener más cuidado?— Jungkook volvió a llorar mientras prometía vehementemente ser más cuidadoso.
La noche terminó con Namjoon mirando a su hijo dormir desde el marco de la puerta preguntándose porqué las cosas tenían que ser tan complicadas, si él y su futuro ex esposo hubieran sido más cuidadosos Jungkookie no estaría así. Caminó a su estudio y dejó un mensaje para la terapeuta, Jungkook necesitaba aprender a lidiar con la ruptura pero tambien necesitaba aprender y Namjoon sólo era humano y también estaba aprendiendo y por eso sabía que ayudar a Kookie era una prioridad.
Ya en la cama Namjoon pensó en cuántas veces sus palabras habían lastimado a otras personas y viceversa pero también pensó en cómo estas mismas podían hacerte sentir en las nubes, justo como la de aquel muchacho de la clase de alfarería, esa voz capaz de enloquecerlo de muchas formas.
Julián era el nombre de aquel sonriente chico que desde el primer momento se había hecho campo en la mesa del lado y también en su corazón paso a paso con la delicadeza de las alas de una mariposa, al principio sólo se juntaban en la clase hasta que se descubrió a sí mismo mirarlo más de lo que debería concentrándose en sus finas facciones, en la arruga en su frente mientras torneaba algo y en su voz, habían pasado un par de meses y Namjoon había decidido invitarlo a almorzar juntos, había armado varias cajas bento para compartir asi que se encontraron bajo un árbol y cuando Namjoon iba a explicarle sus crecientes sentimientos Suho y Kyungsoo habían llegado para interrumpir.
—¡Vaya, vaya pero que detalle amigo! Preparaste todo esto para nosotros.
—Hola Julián, soy Kyungsoo me alegra que Namjoon te invitara a nuestro día de picnic, cómo verás hoy le tocaba cocinar a él, espero que no resultemos intoxicados.— Los chistes y comentarios a sus expensas lo tenían de un genio oscuro pero no iba a darle el gusto al par de idiotas de sacarlo de quicio así que participó y río asegurándoles con la mirada que iba a matarlos.Namjoon sonrió con el recuerdo y se quedó dormido.
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Kimchicitooooosssss volví con un pequeño capítulo del nuevo amor del patrón, espero que lo disfruten, no olviden darme amorcito y comentarios. Picos de mi Juancuco chiquito.
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Los amores de Kim Namjoon
Fiksi PenggemarNamjoon es un hombre divorciado y con un hijo de 10 años al que adora y que a veces es demasiado curioso para su propio bien, es así como termina narrandole sus historias de amor. Jungkook probará ser mas que un ávido escucha y un excelente consejer...