Namjoon es un hombre divorciado y con un hijo de 10 años al que adora y que a veces es demasiado curioso para su propio bien, es así como termina narrandole sus historias de amor. Jungkook probará ser mas que un ávido escucha y un excelente consejer...
Namjoon era un padre inmerso en la experiencia de la paternidad, iba a cuanta presentación, partido, reunión de Kook y una práctica de Taekwondo no era la excepción. Mientras su hijo daba patadas a diestra y siniestra, Namjoon volvió a recordar aquellos días en Seúl cuando la vida en la capital era definitivamente más caótica y acelerada de lo que esperaba, si bien ya no era un niño Namjoon no sentía que estaba atajando bien los golpes de la vida, en especial los besos que se había dado con ese par de extraños, aunque había decidido no decirle nada a Julián a veces la conciencia le decía que debía contarle pero el corazón se le aceleraba como diciéndole que siempre no. Las llamadas empezaron a hacerse aún más escasas ya que su trabajo empezó a exigir más tiempo y llegaba completamente agotado a dormir lo que pudiera, así que regresando a los días oscuros del innombrable en ese momento volvió a fumar y justamente el cigarrillo trajo a su vida a alguien muy importante...
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Llovía a cantaros a finales del invierno de aquel año y Namjoon necesitaba una nueva dosis de cigarrillos así que corrió sin paraguas hasta la tiendita de conveniencia, sonrió para si mismo ya que Jungkook no podría imaginarse otra cosa diferente a un 7-11 o a un CU* pero para el eran esas tiendas atendidas por una pareja de ancianos con aroma a tabaco allí compro una cajetilla por la astronómica suma de 3000 won y mientras pagaba el chico barista pidió una cajetilla que costaba casi el doble, asombrado por la situación soltó una risita.
- ¿Cuál es el chiste? ¿No entiendo por qué te ríes?
- No entiendo por qué vas a pagar tanto dinero por una cajetilla de cigarrillos, ¿que eres millonario?
-Para tu información esta marca tiene menos sustancias adictivas y tarda mas en consumirse que la basura que acabas de comprar, así que prefiero gastar mas por un producto que claramente va a durar mas que el tuyo y que en matemáticamente va a ser un gasto menor que el tuyo a largo plazo.
Namjoon sonrió ante el discurso del chico de los cafés- Pero hasta matemático saliste, hagamos una apuesta fumemos al tiempo y si tú tienes razón te compro el siguiente paquete de cigarrillos y si yo gano tu me lo compras a mí.
-Papiiiiiiiiiiiiii ya estoy listo vamos a casa estoy cansadito y mi cuerpito necesita mas de tu historia para poder mimir- La preciosa sonrisa de Jungkook trajo a Namjoon de nuevo y lo tomo en brazos mientras lo llenaba de besitos. En casa Namjoon retomo la historia y decidió no omitir su habito con el cigarrillo
-Ay papa de verdad ¿tu creíste que yo no sabía que fumabas?, si yo te vi una vez que habías peleado con mi papi me parece un habito feo porque deja tu ropa oliendo mal, así como el maestro Changsub y además el cigarrillo puede causar cancer y papi tu eres virgo, el niño se quedo en silencio como pensando con la mirada en ningún punto fijo y luego sonrió abrazando su peluche de conejo ¿Y quién gano? ¿Tu o el chico de los cafés?
-Pues Kookie resulta que el chico de los cafés tenía razón y como compensación a mi fallido razonamiento mi penitencia fue acompañarlo a su propia fiesta de cumpleaños- Jungkook frunció el ceño mostrando confusión, pero se acomodo en la cama para que su papa le contara la historia
- Pero ¿cómo que vamos a tu fiesta de cumpleaños? – Mi novio es un idiota que quiere ser el próximo Bad Pig o como se llame y aunque prometió llevarme a cenar y luego a una fiesta se largó con sus amigotes así que hoy estas de suerte chico de los mandados- Namjoon acepto ya que no tenia nada mejor que hacer y corrió junto al chico de los cafés por varias cuadras por una Seúl empapada, hasta llegar a un edificio alejado de las luminosas calles de Myeondong, en donde la estruendosa música de Big bang llenaba los rincones, allí agarraron un par de cervezas y subieron a la terraza que si bien no era muy alta dejaba ver el cielo despejado después del aguacero y las otras terrazas del barrio dándole a Namjoon un recuerdo de su propio hogar en Geoje.
-Asi que entonces tienes un noviecito
-Si y lo haces sonar horrendo como si fuera un pecado, Julián y yo tenemos una relación maravillosa, lo extraño mucho por que el me hace sonreír y me hace sentir feliz.
-Y si es así entonces ¿por qué no se casan? - Namjoon volteo a ver a su nuevo amigo con una sonrisa sosteniendo una cajita y abriéndola, dejando ver una preciosa sortija. El chico de los cafés abrió la boca con sorpresa y dejo salir un ruidito emocionado.
-Quiero detalles ¿cómo piensas proponérselo?
-Pues normal es decir voy a llevarlo a un restaurante que se que le encantara y pondré el anillo en una copa de champaña y luego se lo pediré
-¿Y YA?- ¿Vas a arrodillarte por lo menos? Le vas a pedir matrimonio en un lugar lleno de extraños lo menos que merece tu noviecito es un gran gesto romántico, dime que tienes un discurso preparado si te vas a embarcar en la travesía de una institución que tiene tantos éxitos como fracasos. A ver practica conmigo.
-No, eres muy raro tú, tanta cafeína te tiene tonto, claro que no voy a practicar contigo.
-Ándale chico de los mandados, tu gran momento necesita que estes listo y lo hagas bien. Voy a fingir ser tu Julián- Namjoon soltó una carcajada ante la cara ridícula del chico pero decidió hacerle caso, excepto por la arrodillada eso era solo para Julián.
- Quiero casarme contigo porque quiero despertar a tu lado y besar tus labios sea lo ultimo que haga antes de dormir y cuando alguien ama tanto a otra persona, así como yo te amo a ti quiere pasar el resto de su vida con nadie mas que con esa persona que ilumina los días y los momentos oscuros con su brillante sonrisa, que me envuelve con sus cálidos brazos y duerme a mi lado aun a miles de kilómetros de distancia...- Namjoon suspiro y miro a la distancia mientras un carraspeo de ¿incomodidad? Interrumpió sus pensamientos
-Creo que estoy cansado- Namjoon vio la hora y estuvo de acuerdo- Vamos chico de los cafés te acompaño a tu casa
-Que caballeroso chico de los mandados, pero vamos te invito a un te para combatir el frio de esta noche-
Cuando Namjoon volteo, Jungkook estaba profundamente dormido, recordar aquellas hermosas palabras que no creia ser capaz de volver a conjurar dejó un sabor amargo en su boca, lo arropo y dandole un besito en la frente fue hasta su habitación y caminando al balcón sacó un cigarrillo y se lo fumo como recuerdo de aquella parte de su historia.
Tercera y ultima parte de la minimaraton kimchicitossssss, espero que les guste mucho, no olviden darme amor ya casi vamos por la mitad de la historia. Picos de Namjoon fumon :)
*7/11 y CU: cadenas de tiendas de conveniencia que literalmente se encuentran en cada esquina de cada ciudad de Corea del Sur.
