Capítulo 14: Primera misión (Parte 2)

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Ya que pasé la mayor parte del día durmiendo, la mañana llegó rápidamente.

Me levanté de la cama y observé a Nicole y Sindy, que aún dormían plácidamente en las suyas.

Su visión logró tranquilizarme un poco.

—[''¿Estás nervioso por la misión?''].

Aquello era una pregunta retórica, ya que Ocre como parte de mí sabía cómo me sentía sin tener que preguntarlo.

—(''Un poco... Supongo que es normal, puesto que es algo nuevo que nunca he hecho'').

Mi temor no era por mi seguridad. Llevando a Isis y Ares conmigo, estaba seguro de que ni una bomba atómica podría dañarme.

Sin embargo, había otras cosas que me causaban inquietud, ¿Deberíamos robarlo sigilosamente?

¿Hacer un asalto frontal? ¿Qué hacer en caso de ser descubiertos? ¿Y si lograban escapar con la reliquia?

Puesto que esta misión era una especie de prueba, todas esas decisiones se me dejaron exclusivamente a mí. Quetzalcóatl sería como una brújula que señalaría dónde encontrar el Keris, mientras que Isis y Ares estaban como guardaespaldas de emergencia.

Eso significaba que la responsabilidad del éxito o el fracaso de esta misión eran, en esencia, completamente mías. Por lo que era inevitable que me sintiese algo inquieto.

—[''No te preocupes. Yo estaré ahí para apoyarte''].

Las palabras de Ocre consiguieron relajarme, y finalmente salí de la habitación con mi mochila preparada.

En el pasillo, me encontré con los que serían mis tres compañeros de misión, Isis, Ares y Quetzalcóatl.

—''Buenos días, joven''.

—''Buenos días''.

Quetzalcóatl e Isis me saludaron, mientras que Ares simplemente me ignoró.

Estaba claro que él no estaba contento con la idea de que los humanos nos metiéramos en los asuntos de los dioses. O puede que simplemente no le cayera bien.

Después de devolverles el saludo, los cuatro fuimos directos a la zona de la basílica, donde había más espacio.

—''[Gate]''.

Isis pronunció el nombre de un hechizo, y una especie de portal apareció en frente nuestro.

Una gran cantidad de círculos con bellas formas geométricas se extendieron desde él, creando un hermoso patrón de luces a nuestro alrededor.

Incluso sabiendo de la existencia de la magia, verlo era mucho más impresionante. Podía entender los sentimientos de Sindy al contemplar algo como esto.

—''Podéis entrar ya''-Afirmó Isis.

Ares fue el primero en cruzar, seguido de Quetzalcóatl.

Puesto que Isis debía ser la última como la invocadora del portal, el siguiente evidentemente era yo.

Di un paso al frente hacia la misteriosa luz, y un destello blanco me dejó totalmente ciego.

Cuando fui capaz de abrir los ojos de nuevo, el paisaje había cambiado completamente.

En lugar de estar en el interior de la basílica, estaba en otro lugar, rodeado de árboles verdes.

Gracias al olor a mar y al piar de las gaviotas, pude deducir que estábamos cerca del mar, aunque ya que no se podían oír las propias olas, tampoco estaba a nuestro lado.

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