Capítulo 43: Promesa

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—''¡Creo que está despertando!''.

—''¿D-De verdad? ¿Ya está recuperado?''.

—''¡Vosotras dos! ¡Dejadme verlo! ¡Si no os apartáis de él ahora mismo os cambiaré de habitaciones!''.

Mientras trataba de abrir los ojos, las voces de Sindy, Nicole y Eir comenzaron a resonar en mi cabeza como campanas.

—''(Callaos las tres... Sois demasiado ruidosas)''.

Se sentía como la peor resaca de la historia, pero al menos el dolor de cabeza era señal de que seguía vivo.

Cuando finalmente fui capaz de abrir los ojos, pude ver a Sindy a mi izquierda, Nicole a mi derecha y Eir en el medio de las dos.

Sus rostros estaban muy cercanos al mío, tanto, que podía sentir su fina respiración directamente en mi cara.

—''¡Por qué estáis las tres tan cerca de mí! ¡Ugh!''.

Después de exclamar de esa manera, mi cabeza me dolió fuertemente, como si me la acabase de golpear contra una pared.

Supongo que debe ser un efecto secundario de haberme tomado aquella poción entera sin escuchar las palabras de Eir, por lo que no podía culpar a nadie más que a mí mismo.

—''Parece que él está bien''-Sonrió Eir después de ver mi reacción.

—''¡Honey!''.

En cuanto Eir dio su veredicto, Sindy se lanzó hacia la cama directamente y me abrazó, mientras que Nicole parecía extremadamente feliz.

—''Bueno, voy a avisar a Elohim de que ya has despertado. Pero vosotras dos, recordad que tampoco estáis completamente recuperadas, así que no os sobrepaséis con él en mi ausencia...''.

De ese modo, Eir nos dejó a los tres a solas en la enfermería.

Parece que, de algún modo, ya he recuperado el brazo que perdí.

No sé si Eir encontró el otro extremo que Carmilla me arrancó o si simplemente lo ha regenerado con algún tipo de magia.

Y francamente, prefiero sin seguir sabiendo la respuesta.

Con mi salud más o menos comprobada, examiné a Nicole y Sindy atentamente.

Aparte de una venda en el estómago, Nicole parecía bastante bien, ya que no había sido golpeada en ningún otro lugar.

Incluso la herida en el pecho por el Corazón Carmesí que Eir debió haberle implantado ya parecía haber sanado del todo.

Sindy por el contrario no tenía ningún tipo de herida a la vista, pero podía sentir que ella estaba más débil de lo habitual. Seguramente debido a que había sido resucitada hace poco.

Si no recuerdo mal, Elohim me dijo que en unos pocos días ella debería recuperarse por completo, por lo que tampoco era nada problemático.

Después de ver eso y antes de que pudiera darme cuenta, las lágrimas comenzaron a brotar de mi rostro.

De repente, me incorporé en la cama y abracé fuertemente a las dos con cada uno de mis brazos.

—''¿¡H-Honey!? ¿¡T-Te encuentras bien!?''-Preguntó Sindy preocupada.

—''Mejor que nunca...''.

Cuando estuve en la isla, hubo un momento en el que pensé que jamás volvería a verlas de nuevo, así que al tenerlas en frente de mí ahora, no pude evitar emocionarme.

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