La cita era dentro de una hora, por lo que Leonard se veía bastante impaciente y apresurado por nuestra charla.
Sinceramente, pensé que tendría que rogarle para poder hablar con él acerca del tema y que estaría muy ocupado. Pero no parecía ser el caso.
De hecho, casi me había extendido una alfombra roja para que hablásemos.
Después de vestirme y de meter el portátil en mi mochila, salí de casa y fui directo a la parada de metro.
Era la forma más rápida de llegar desde mi casa hasta la ubicación que Leonard me había mandado.
Casi una hora después, finalmente había llegado a mi destino.
Parecía un edificio de apartamentos normal y corriente, sin nada reseñable por el exterior.
Después de timbrar al telefonillo de Leonard, la puerta del portal se abrió sin más.
Aunque supongo que no esperaba otras visitas, no hubiera estado mal que preguntase al menos quién era antes de hacerlo.
Pulsé el botón de la quinta planta del ascensor, y me preparé para la visita con aquel inspector de policía.
Debía tratar de sonsacarle la mayor información posible que pudiera sin que se diera cuenta, lo cual no sería una tarea fácil.
Cuando las puertas del ascensor se abrieron, dirigí mi mirada hacia la tercera puerta del piso.
Era la única abierta.
—(''Ocre...'').
Sin tener que decir una sola palabra más, pude sentir como él me volvía a prestar una parte de su poder.
O este tipo era demasiado confiado y cabeza hueca, o realmente no temía en absoluto por su seguridad.
En cualquier caso, la situación era sospechosa.
Abrí la puerta lentamente, tratando de ver a alguien en el recibidor, pero no encontré a nadie.
Aumentando mi nivel de alerta, decidí adentrarme en el interior de la casa.
—''¿Hola? ¿Hay alguien?''.
Siguiendo el pasillo llegué al salón, pero también estaba vacío.
Sin embargo, un embriagador aroma flotaba en el aire, inundando toda la estancia.
—(''¿Qué es ese olor?'')-Me pregunté tratando de hallar la fuente.
Cuando me giré para seguirlo, mi visión fue completamente opacada por un enorme objeto.
Cuando alcé la cabeza para ver de qué se trataba, allí estaba él.
Un hombre de dos metros, con brazos fuertes y robustos que podrían partirle la columna a un ser humano como si de un palillo se tratara.
Debía de tener algo más de cuarenta años, y un hermoso bigote brotaba de su rostro como una flor lo hacía en el campo.
Su tono de piel era moreno, seguramente debido a la cantidad de horas que habría trabajado bajo el sol a lo largo de su vida.
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God's War
Fantasi¿Se puede saber qué es toda esta locura? Magia, criaturas míticas e incluso dioses... Ni siquiera he viajado a otro mundo como en las novelas, sino que sigo en La Tierra. ¿Finalmente perdí la cordura? Debe ser así, porque también escucho la voz de u...