Deliciosa Temptació

20| Límites

¡Hello!

Ya sé, no me maten, actualicé tarde pero actualicé. 

En fin, amo la canción que les dejé en multimedia. Háganme saber en sus comentarios lo que piensan de la historia hasta ahora, ¿ya odian a alguien?. ¿Tienen algún team?

¿Tienen idea de lo que se viene?.

No olviden picarle a la estrellita para que se vuelva naranja y sin más dilación vamos a empezar...

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— La madre que me parió, este se ha creído que estoy para babear por él, já. No me conoce de nada, ya va a ver, que el carácter que me cargo no es nada de lo que ha visto hasta ahora, el niñito de mami acaba de encontrar a la persona equivocada... — soltamos a la vez nuestras ideas y no entendí nada.

— Comprendo que estés colérica, pero mínimo fíjate por donde vas. Camina más despacio, hay un...

Me tropecé, con un maldito tumulto. Se supone que es para que los carros se puedan aparcar bien, y la que acaba de aparcar aquí soy yo. 

— Intenté decírtelo, pero estabas tan metida en tus pensamientos, que no me escuchaste - y soltó una carcajada.

Fuimos a un restauran italiano muy lindo, de arquitectura clásica y completamente hermosa. 

Pedimos nuestros platos y debo decir que en diversos sitios del mundo hacen muy bien la comida italiana, pero nada como que el chef sea realmente italiano. La comida estuvo exquisita, ¿existe alguien que no ame la comida italiana?, no lo creo.

Pablo pudo concluir el trato que venía a cerrar. Y yo disfruté mi comida hasta el final. Me llevó a la universidad, hice el recorrido en la universidad, me inscribí y dejé mis papeles. 

Todo va de viento en popa, estoy muy feliz, siento que me espera un gran futuro y eso me llena el corazón.

Ya de regreso, en casa estaban todos menos Arturo, qué alivio. Entonces sin presiones y hablando pausadamente le conté a mi familia mi decisión. Yo estaba delante del televisor con varios pares de ojos en mí, con mi papá en completo silencio. Quise de una vez llamarlo por Skype, y no decir lo mismo una y otra vez.

— ¿Estás completamente segura?— preguntó Eduardo.

— ¿Es una decisión definitiva?, ¿lo pensaste bien?— preguntó mamá. 

Todos me lanzaban sus preguntas, pero papá estaba en completo silencio, solo observándome, eso me ponía muy ansiosa. 

Les expliqué mis razones y la necesidad que había en mí, de explorar, de conocer, de experimentar. Mamá y Eduardo apoyaron completamente mi decisión, y estaban muy felices. Por otro lado papá seguía sin emitir sonido alguno, ya estaba entrando en crisis...

— Si sientes que esto te abrirá más puertas y estarás a la altura del reto hazlo - dijo completamente serio.

Escuchar eso solo me hizo explotar mis emociones, sentía tantas a la vez que entre tanta confusión de mí solo salían lágrimas y más lágrimas. La felicidad desbordaba de mí, no cabía en mí misma de la felicidad.

— Gracias papá, gracias, gracias. Prometo no mandarte al asilo. — dije, mientras intentaba calmarme. 

Mi familia solo se reía y papá narraba a los Voicu la "Historia del asilo".

— Tenía cerca de diez años, bromeaba acerca de que le tocaría a ella cambiarme los pañales cuando sea más viejo, porque sus hermanos estarían ya mayores y tal vez con hijos y no tendrían tiempo. Entonces aterrada se levantó muy decidida y con mucha energía me dijo,  "Trabajaré mucho papá y te pagaré el sisilo".— dijo con una voz chillona y los presentes e incluso papá soltaron sonoras carcajadas.

Yo no pude aguantarlo tampoco y naturalmente estaba roja cual tomate. ¿Es que algún día superará esa historia?... Lo empiezo a dudar.

Y así pasó la tarde, todos contaban anécdotas divertidas, mientras yo respondía los correos de admisión de otras universidades. En mis correos básicamente agradecía la oportunidad que me brindaban y declinaba el cupo a la institución. 

En parte me dolía porque había logrado una de mis mayores metas había entrado a la UCE (Universidad Central del Ecuador), reconocida incluso internacionalmente. La primera carrera que seleccioné fue Imagenología y Radiología y me habían admitido, incluso me habían dado carta abierta y podía tomarme un tiempo y pensar mejor entre las opciones que puse en mi postulación, me siento muy honrada. Me siento privilegiada, sin embargo estoy viviendo una de mis fantasías que creí que no pasaría. 

Está pasando todo muy rápido, normalmente mi papá habría venido junto a mamá y a mí, porque le gusta estar enterado de todo, por alguna razón esta vez nos dio un poco más de libertad. Luego, al contarle que quería estudiar aquí y todas las posibilidades que me brindaba el estudiar aquí, hasta pude sentir que estaba feliz por mí.

Y a mi mente solo vienen todas esas canciones de Barbie, que tanto me gustaban con letras tan inspiradoras. Siempre fui muy fan de las frases de Barbie, y mi favorita siempre será "Puedes ser lo que quieras ser", de hecho ha sido mi lema mucho tiempo.

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Y como hace mucho que no lo hago...

With all my virtual love, G💖